Álvaro del Castaño recupera la novela por entregas con el thriller político Monkey Business

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Álvaro del Castaño recupera la novela por entregas con el thriller político Monkey Business

Los 31 capítulos de la obra, que critica algunas formas de hacer política, se publican en The Objective.

Tres novelas, un poemario y artículos de opinión (estos últimos en la versión en papel de ClassPaper y The Objective) avalan a Álvaro del Castaño Villanueva (15 de enero de 1968) como escritor, aunque confiesa que no inició esta andadura por una vocación literaria, sino por una necesidad vital. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, compagina esta faceta narrativa con su puesto de responsable de banca privada en Goldman Sachs, empresa en la que trabaja desde hace más de 25 años.

Afincado en Londres y casado con Paz Juristo, fotógrafa artística y una de las socias de Philocalist Studio, Del Castaño ha recuperado la novela por entregas con su último libro, Monkey Business, un thriller político y de espionaje que se publica por capítulos en The Objective. El título es un modismo que describe acciones engañosas o juego sucio, al igual que sucede en la trama de la novela en la que denuncia la corrupción del narcoestado venezolano y sus estrechos vínculos con España, al tiempo que critica algunas formas de hacer política en la actualidad.

Pregunta. No es habitual ser un asesor financiero de letras, ¿escribe desde su infancia? ¿de dónde le viene esta afición?

Respuesta. ¿Un banquero con imaginación? Imposible… Fuera de bromas, creo que ni la formación, ni la profesión deberían afectar a la creatividad. Todos llevamos dentro una fábrica de imaginación creativa agazapada, pero solo unos pocos nos decidimos a canalizar esa energía hacia la escritura. Escribir es desnudar el alma y eso a veces supone un muro difícilmente franqueable. La afición me viene desde pequeño, cuando escribía poesía a escondidas, algo avergonzado. Lo que pasa es que entre una afición privada y una exposición pública existe un abismo. Yo crucé ese Rubicón y me alegro. Escribir me hace feliz.

En la imagen superior, Álvaro del Castaño, en su biblioteca con la versión en papel de su último libro, Monkey Business (2023). Foto: Paz Juristo. Sobre estas líneas su portada, al lado la de su obra Muerte en Manila (2019), una novela histórica que traslada a la Segunda Guerra Mundial.

P. ¿Qué escritores le han influenciado más en su vida y por qué?

R. Los escritores te marcan cuando tu mente está a punto para dejarse sorprender por ese preciso escritor, por su mensaje, contenido o estilo. No es lo mismo leer a Cervantes a los 15 que a los 60. Cuando uno se hace mayor pierde cierta capacidad de sorpresa, porque la experiencia y la sabiduría que vienen con la edad mitigan ese factor. Pero con la experiencia se aprecian más los matices y la calidad. De mi juventud destacaría Emilio Salgari, que despertaba mi sed juvenil de aventuras exóticas, Enid Blyton que contagiaba las ganas de vivir misterios en pandilla, Francisco Ibáñez que me hacía reír y soñar con el disparate y Herge, que me envolvía en una espiral de investigaciones intrigantes. Luego, ya en la madurez, destacaría a Gabriel García Márquez, que me descubrió un universo mágico en el manejo de la lengua, Dickens por la perfección de sus novelas tan atractivas y entretenidas, Albert Camus con sus ideas filosóficas y reflexiones, y obviamente Cervantes que abrió el camino a la primera novela moderna llena de humor e inteligencia. Y en poesía Lorca y Pizarnik, que por distintas razones te abren en canal el alma.

P. ¿Qué explora su nueva novela?

R. Busca el máximo entretenimiento, la sorpresa narrativa y la tensión en la trama. Explora el insaciable deseo de poder de algunos seres humanos, expone la necesidad de conocer la Historia para comprender el presente, denuncia las tendencias autócratas y la debilidad actual de la democracia, exalta la importancia del valor individual como elemento de lucha contra la injusticia y, por qué no, también deja entrever las ventajas del amor en pareja.

P. ¿Por qué publicarla por entregas en internet?

R. Primero porque tras leer el borrador de la novela tanto a mi editora en The Objective, Paula Quinteros, como su director, Álvaro Nieto, se apasionaron con ella, y me pidieron hacerlo. Creo que por su parte es un acto de valentía, y una muestra de originalidad y creatividad. Me pareció una idea muy original y divertida, y un guiño al pasado (el género de la novela nace gracias a los periódicos que empezaron a publicarlas por entregas). Y por otro lado me fascinó la idea de llegar a decenas de miles de lectores de golpe, y en todo el mundo. Gracias a la tecnología digital analítica de la que dispone The Objective puedo saber en qué ciudades del mundo están leyendo la novela y cuantos lectores tiene cada capítulo en tiempo real. Y muy especialmente, quería que se pudiera leer libremente en Venezuela, una nación aplastada por el narcoestado totalitario de Maduro. Es importante que allí supieran que, desde España, estamos con ellos.

A la izda., portada del poemario Atalaya (2022), junto con la de Cipreses bajo la luna (2011), su primer libro, ambientado en Londres.

P. Los francotiradores de élite, como cuenta en la novela, convierten en un ritual el montaje del rifle. ¿Qué rituales sigue usted para escribir?

R. No tengo ningún ritual más que el silencio y la abstracción. Escribo en aviones, en la cama, en mi despacho e incluso en el trabajo. Tengo la suerte de concentrarme inmediatamente y desconectar, trasladándome de golpe a esa realidad paralela. Ahora bien, si pudiera escribiría solamente por la mañana, tras el primer café, mirando por la ventana, con música clásica en mis cascos aislantes, y siempre con la conciencia tranquila.

P. Usted ha dicho que Monkey Business “responde a muchas inquietudes que tenía dentro desde el punto de vista político y personal”. ¿Escribirlo ha sido terapéutico?

R. Para mí escribir es como ir al psicólogo. Se dice que lo útil de la terapia es vocalizar las preocupaciones o escucharse a sí mismo. Mi primer libro, Cipreses bajo la luna, salió del duelo por el fallecimiento de mi hijo pequeño. El segundo, la novela histórica Muerte en Manila, nace por amor a mi padre y para ajustar cuentas con la Historia, y el tercero, el poemario Atalaya, emerge para lidiar con mis demonios internos. Monkey Business es un libro que necesitaba escribir para gritar ante la injusticia. Pero no quería escribir un ensayo, porque creo que se genera más interés a través del entretenimiento, partiendo de una base de análisis e investigación rigurosa. Creo que el batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte…

P. Sancho Pérez y James Pierce son algunos de los personajes de Monkey Business, ¿hay demasiados hechos históricos en la política para inspirar novelas?

R. Se dice vulgarmente que la realidad es mucho más poderosa que la ficción, pero a veces la ficción se adelanta a la realidad. Esta es una novela sorprendentemente premonitoria, pues la escribí hace un par de años cuando empezábamos a verle las orejas al lobo. ¿Un presidente del gobierno español que se salta la Constitución con el único objetivo de perpetuarse en el poder? ¡Voy a ver si compro lotería de Navidad!

P. ¿Cómo se vive desde Londres todo lo que está pasando en España?

R. A España se la ama y se la respeta, más allá de los estereotipos culturales. Hasta hace poco, España era un oasis de estabilidad. Pero en la actualidad empieza a haber mucha inquietud, porque no se entiende la deriva que están tomando ciertos personajes en nuestro país. Pero aún se confía en nuestra capacidad de reacción para reencauzar las cosas. Se confía en los españoles. ¿A todo cerdo le llega su San Martín? Eso dice la cultura popular, y el pueblo es sabio.

Profesional de la banca, Del Castaño confiesa que escribe en aviones, en la cama, en su despacho y hasta en el trabajo. Foto: Paz Juristo.

P. ¿Le gusta la fruta?

R. Me gustaría que no me gustara. Creo que hay muchos que están cruzando líneas rojas. La falta de educación, la mentira, la manipulación y las fake news inundan los mensajes políticos. La formación y las capacidades de nuestros dirigentes se han devaluado hasta niveles vergonzosos. Muchos de ellos no encontrarían trabajos directivos en el mundo empresarial. Cuando uno es mediocre, la política se convierte en un medio de supervivencia, y salir del poder es perder la subsistencia, por eso se agarran a las poltronas. Quizá una dieta de fruta podría hacerles entrar en razón.

P. Como escritor de este thriller político y de columnas de opinión en The Objective, ¿debe servir la literatura como herramienta política y de denuncia?

R. Creo que como novelista mi primera obligación es entretener y contar una buena historia. Lo esencial es la trama y el estilo con el que se narra. Después es posible que haya que contrarrestar la avalancha de contenido generado por un sector intelectual vendido al poder. Pero no aguanto los petardos que inundan la literatura con contenido político o moralizante. Mis lectores me dirán si he logrado el equilibrio.

P. ¿Qué libros le han marcado en su vida?

R. Si tuviera que destacar aquellos libros que me han marcado en mi vida serían muchos, pero destacaría: La conjura de los necios de Kennedy Toole, La peste de Camus, Historia de dos ciudades de Dickens, El Quijote de Cervantes, Poeta en Nueva York de Lorca, Poesía completa de Pizarnik, El libro de arena de Borges, Rayuela de Cortázar, El guardián entre el centeno de Salinger y Pedro Páramo de Juan Rulfo.

P. ¿Ya está pensando en publicar otra obra? Adelántenos algo, por favor…

R. Para mí escribir y publicar es como un embarazo. Cuando das a luz, hay que esperar unos meses para quedarse embarazado otra vez, porque el instinto es cuidar al bebé y verlo crecer sano y salvo. En eso estamos, aunque puedo revelar que mi ambición y mi próximo reto debería ser escribir un ensayo.