La oficina Bauhaus de Marcel Breuer se convierte en un hotel

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La oficina Bauhaus de Marcel Breuer se convierte en un hotel

Situado en New Haven, es toda una experiencia de arquitectura brutalista con ADN sostenible.

Arquitectura, ecología y confort. El mundo de la hospitalidad vuelve a sorprender con un alojamiento que encierra todos los ingredientes para lograr experiencias memorables: el Hotel Marcel, un edificio singular que combina el mejor ADN Bauhaus con un arte de vivir muy contemporáneo.

En primer lugar seduce su edificio: un hito arquitectónico en hormigón esculpido que parece desafiar la gravedad, con un volumen rectangular partido por la mitad y un vacío central sostenido por columnas. Una joya brutalista que es en sí misma una pirueta visual del arquitecto y diseñador industrial Marcel Breuer (1902-1981), genio de la Bauhaus y responsable, entre otros, del irrepetible Sillón Wassily (1925-26), cuya innovación estuvo en abrazar el uso de acero tubular, doblándolo en lugar de martillarlo.

Foto de Marcel Breuer y el Sillón Wassily
Marcel Breuer creó el Sillón Wassily inspirándose en su bicicleta: si había materiales resistentes tan maleables para crear un manillar, ¿por qué no una silla?

Diseñado inicialmente en 1969 en la entrada de New Haven (Connecticut), sobre dos autopistas interestatales y junto al muelle del puerto, la primera misión de su estructura fue alojar las oficinas corporativas y los laboratorios de I+D de la Armstrong Rubber Company (una de las principales empresas de producción de neumáticos de Estados Unidos, fundada en West Haven en 1912). El edificio fue adquirido posteriormente por la empresa italiana Pirelli y más tarde por Ikea (que llegó incluso a eliminar una parte del conjunto para crear un parking y lo mantuvo inutilizado durante más de 20 años).

En 2019 el estudio de arquitectura Becker + Becker compró a IKEA el edificio por 1,2 millones de dólares y desde entonces –y hasta el pasado mes de mayo– ha invertido otros 4 en rehabilitarlo, transformando aquel centro de oficinas en desuso en 165 exclusivas habitaciones de hotel, un vestíbulo, un restaurante, una galería y un espacio de reuniones: el Hotel Marcel New Haven, Tapestry Collection by Hilton.

Imagen de una de las habitaciones del Hotel Marcel
El interiorismo del Hotel Marcel apuesta por piezas sobrias acentuadas por toques de diseño más coloristas.

Hola, futuro

La cuidadosa restauración del edificio –junto al estudio estadounidense Dutch East Design– ha permitido preservar toda su belleza interior, como los adoquines y los azulejos de granito, las vigas a la vista y los paneles de madera en las antiguas salas de juntas. Y eso sin olvidar otros detalles como los huecos de las escaleras originales de hormigón moldeado, que presentan peldaños esculturales y contrahuellas de terrazo. Hoy cada uno de esos elementos convive con un mobiliario minimalista, paredes blancas con acabados de madera y piezas como las sillas Cesca de Beuer, tapicerías de Anni Albers y grabados de Howardena Pindell.

Foto de una habitación del Hotel Marcel de Marcel Breuer
Las habitaciones ofrecen panorámicas al área industrial de New Haven (Connecticut).

Según Larah Moravek, de Dutch East Design, “queríamos que los interiores fuesen un escenario acogedor que acompañase el fuerte diseño del edificio”. En ese sentido las zonas comunes del hotel se suavizan con azulejos de terracota y roble, y los paneles de madera original de suelo a techo visten las suites más lujosas de la octava planta, situadas en las antiguas oficinas ejecutivas. “Y parecen salidas de un set de Mad Men”, concluye Moravek.

Suite presidencial

Entre los alojamientos destaca por encima de todos su Suite Presidencial, antiguo despacho del presidente de la Armstrong Rubber Company y que luce paneles de madera originales restaurados y un diseño artístico muy expresivo.

Hospitalidad ecológica

El Hotel Marcel se desmarca también como pionero en ingeniería sostenible, al alimentar todo el edificio con energía solar. Para ello sus cocheras y su amplio tejado están cubiertos por más de 1.000 paneles fotovoltaicos que permiten iluminar las habitaciones, cocinar deliciosas recetas, lavar las sábanas y hasta climatizar cada habitación a la temperatura deseada por sus huéspedes. Y eso sin olvidar 12 supercargadores Tesla y cargadores universales de nivel dos para los vehículos eléctricos de los huéspedes.

Foto exterior del Hotel Marcel de Marcel Breuer
En la parte superior del edificio se concentran los paneles solares que permiten al hotel tener autoabastecimiento eléctrico.

Además, Becker + Becker ha complementado el uso de la energía solar con materiales de construcción reciclados y de origen local, aislamiento térmico de alto rendimiento e iluminación POE/LED de bajo voltaje.

Para Moravek, “Este proyecto ha elevado el listón de nuestra empresa en cuanto a la sostenibilidad de nuestra fabricación y los materiales que utilizamos”. Y reconoce que uno de los objetivos es incitar a otras empresas a hacer lo mismo creando un movimiento en Estados Unidos a favor de las energías renovables. “Cuanto más limpia se vuelva la red, más ecológico aún será nuestro edificio”, concluye.