Jean-Michel Basquiat tuvo una vida corta, pero llena de intensidad. En apenas 27 años no sólo se consolidó como un genio de la pintura, sino que revolucionó la escena del arte contemporáneo con un estilo ecléctico, en el que lo verbal y lo pictórico interactuaban en medio de explosiones de color y caos. Este acérrimo amante del bepop, influenciado por Charlie Bird Parker, Miles Davis y Dizzie Gillespie, fue uno de los artistas negros más alabados de los años 80. En vida, el joven pintor de ascendencia haitiana y puertorriqueña desató pasiones entre los artistas pop más influyentes de la época, como su mentor Andy Warhol o Madonna. Hoy, 35 años después de su temprana muerte, su personaje y su obra son verdaderos objetos de culto que sirven de inspiración para otros artistas, seguidores y marcas de renombre, como es el caso de Swatch.
La empresa, que revolucionó el mercado de los relojes suizos adaptándose a un público más general, continúa decantándose por la pintura como principal fuente de inspiración, como reflejan antiguas colaboraciones con obras de Botticelli, Hokusai o Magritte. Ahora, Swatch se inspira en el padre del neoexpresionismo para dar vida a tres relojes.
Basquiat, gracias a su sentido rompedor del color y la composición, logra mantener un delicado equilibrio entre fuerzas aparentemente contradictorias, como el control y la espontaneidad o la cultura urbana y el primitivismo. Además, recurre al uso críptico de palabras en sus cuadros, como por ejemplo SOAP, una crítica al racismo impregnado en la sociedad estadounidense y COTTON que alude a la esclavitud. El artista, descendiente de minorías étnicas, reflejaba valores, protestas y reivindicaciones a través sus cuadros, clamando contra la desigualdad y el racismo.

Encontramos así tres relojes inspirados en pinturas del joven, concretamente Ishtar, Hollywood Africans y Untitled. En ellos vemos importantes elementos en la vida y obra del artista, como puede ser su mítica corona. Basquiat la utiliza para honrar al hombre negro como rey o como santo. De esta manera, reconoce la majestuosidad de sus héroes: deportistas, músicos y escritores. Inspirado por sus logros, consideraba su labor como una continuación de ese noble linaje, y a menudo se representa en sus autorretratos portando la misma corona.
El reloj Ishtar está inspirado en la obra de arte de 1983, del mismo nombre. En aquella pintura se observa a la diosa mesopotámica de la fertilidad y la guerra. La combinación de palabras y números romanos que la caracteriza cobra ahora protagonismo en la esfera negra de este reloj. La correa incluye algunas referencias históricas al concepto de poder y rostros típicos del arte de Basquiat.

El segundo reloj de la colección está inspirado en Hollywood Africans, obra original de 1983, un cuadro que aborda los muchos estereotipos que afectan a los afroamericanos tanto en la industria del espectáculo como en la sociedad estadounidense en general. En la esfera del reloj, de color amarillo vivo, aparecen las tres mismas personas del cuadro original: Basquiat, el rapero Rammellzee y el pintor Toxic. Como en todas sus obras, en este lienzo se combinan palabras, dibujos y símbolos abstractos para generar la sensación de energía multiplicada.

El tercer y último modelo de esta serie se basa en una pintura no titulada (Untitled), pero que es considerada como una de las más icónicas de su corta y exitosa carrera. En la esfera aparece el famoso dibujo de la corona de tres puntas que el artista pintó con trazos contundentes en 1982. También en color negro destacan la caja, la parte trasera de la correa y la trabilla. El toque final lo pone la firma de Jean-Michel Basquiat en la parte inferior de la correa. Solía firmar sus obras de distintas maneras, como ocurre en este caso.

Swatch además ofrece la posibilidad, para los coleccionistas, de adquirir un pack con los tres relojes, donde se incluye la biografía del pintor neoyorquino, por un precio de 370 euros. Separadamente, se encuentran a la venta por 105 euros en la página web oficial.