Algunos relojes indican un par de husos horarios, uno el local y otro elegido por el usuario, y se les conoce como GMT. Sin embargo, también existe otra categoría que aporta no solo dos de forma simultánea, sino los 24 existentes. Son los dotados de hora universal o mundial y los reconocerá por incorporar en la esfera los nombres de ciudades del mundo que representan a las zonas horarias, a veces acompañados con un mapa. El reloj de Patek Philippe Worldtime 5230P-001 es uno de ellos, y está basado en el conocido 5230 lanzado en 2016.
En un mundo cada vez más globalizado, este tipo de relojes resultan muy útiles para quienes necesitan saber de un vistazo la hora en diferentes partes del planeta, como las personas que viajan constantemente o que trabajan en remoto en diferentes mercados. En este contexto de interconexión, los relojes con hora universal se muestran más prácticos que nunca, si bien surgieron en los años 30, cuando el relojero ginebrino Louis Cottier (1894-1966) inventó la complicación revolucionando el sector. En los años 50, coincidiendo con la edad dorada del transporte aéreo, evolucionaron al idearse el disco giratorio con la inscripción de las ciudades, su rasgo más distintivo desde entonces. De hecho, los relojes de esta clase producidos entre 1930 y 1960 han alcanzado en los últimos tiempos valores estratosféricos.
En el caso de Patek Philippe, 1999 supone un antes y un después. Ese año patenta un mecanismo tan simple como eficaz: un botón externo, situado a las 10 horas, para ajustar las horas con solo pulsarlo. La referencia 5230P-001 es el primero de esta categoría que combina una caja de platino (de 38,5 mm) con una correa y una esfera azules. Esta última está decorada en el centro con la laboriosa técnica conocida como guilloché. Este tipo de grabado se lleva a cabo de forma manual con una máquina que requiere de unas manos expertas para dibujar con precisión un patrón repetitivo, por ejemplo, circular, como en este Worldtime de la firma suiza. Además, incorpora un estrecho bisel, también de platino, pulido a mano y las asas distintivas de estilo ala.
La hora local se muestra con las manecillas de horas (perforada) y minutos (con forma de rombo) en la ciudad que está a las 12 horas donde se encuentra una flecha de color rojo. El resto de las horas de las 23 zonas horarias se indican mediante el anillo de 24 horas que gira en el sentido contrario a las agujas del reloj. En este disco, en el que aparecen un sol y una luna, el día se corresponde con los números azules con un fondo blanco y la noche con números blancos sobre el fondo azul.
El reloj de Patek Philippe se impulsa mediante el calibre 240 HU (Heure Universelle), un movimiento mecánico de cuerda automática, con 33 rubíes, 239 piezas y 21.600 alternancias. Es visible a través del fondo de cristal de zafiro (el mismo material que protege la esfera), así como el microrrotor de oro descentrado en oro de 22 quilares con la cruz de Calatrava grabada. Ofrece una reserva de marcha de un máximo de 48 horas y resistencia al agua hasta 30 metros. La correa de piel de becerro cosida a mano azul marino lleva un cierre desplegable. Se comercializa por aproximadamente 64.000 euros.