En la década de los años 20 y 30 del siglo XX, los relojes de pulsera con forma cuadrada marcaron tendencia frente a los clásicos redondos. Más adelante, esos modelos primigenios han cautivado a algunas relojeras para lanzar versiones similares con los adelantos técnicos del momento. Entre ellas, Longines, que creó varios diseños con ese aspecto tan rompedor por entonces: uno de 1927 inspiró, 70 años más tarde, la colección DolceVita, que enseguida se convirtió en una pieza insignia de la marca. Tras varias series más, ahora regresa con once referencias Mini DolceVita, con el mismo encanto atemporal que le caracteriza.
En 1999, la maison introdujo el eslogan “La elegancia es una actitud”, como una filosofía que la nueva colección de Longines se apropia con seis referencias con diamantes y cinco sin ellos. El nombre ya da una idea de que son relojes joya con un tamaño pequeño, concretamente con una caja de acero inoxidable rectangular de 21,5 mm x 29 mm. Con estas mismas dimensiones, todos integran el calibre de cuarzo L178, funciones de horas y minutos, segundero pequeño a las 6, resistencia al agua hasta 30 metros, y cristal de zafiro, un material muy resistente a los arañazos. Algunos incorporan un brazalete metálico y otros de cuero de diferentes colores (marfil, verde, rosa, azul, rojo y negro).
De toda la colección, el modelo estrella es el Mini DolceVita (referencia L5.200.0.75.6) que presume de una caja enmarcada por 38 diamantes IF-VVS Top Wesselton, además de por la esfera circular Cosmo. Esta se distingue por el fondo plateado con un original efecto rayos de sol, un contador de horas blanco mate y un segundero pequeño redondo. Inserta números romanos e índices pintados y agujas de acero azuladas. La pulsera, nueva en esta colección, también es de acero inoxidable, con 198 eslabones y cierre tipo mariposa. Otras dos referencias, sin diamantes, también incluyen esta esfera circular, una con la misma correa que este y otra con una de piel negra.
Otro de los relojes con diamantes (la referencia L5.200.0.71.6) es prácticamente igual en diseño solo que cuenta con una esfera rectangular plateada con decoración flinqué, cuyos sutiles motivos geométricos están grabados en la esfera romana con efecto guilloché, y números romanos pintados y agujas de acero azulado. Justo debajo, en la posición de las 6, la subesfera del segundero se enmarca en un cuadrado.
Para el resto de relojes, tanto con diamantes como sin ellos, Longines ha optado también por la figura geométrica rectangular y cuadrada para el segundero. En las piezas de color, todas con piedras preciosas, combina el tono del cuadro exterior de la esfera rectangular con el de la correa de caimán, junto con números romanos, índices y agujas bañados en oro 2N.
Tres de las referencias de Mini DolceVita sin diamantes incorporan esfera rectangular, con números romanos en negro y agujas de acero pavonado azul, y otros tantos están equipados con correas de piel de caimán (dos de color negro y una en rojo).
Los relojes de esta colección de Longines están a la venta ya, con precios entre los 1.750 euros y los 4.350 euros.
