Prada aterriza en Harrods con un café de cine

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Prada aterriza en Harrods con un café de cine

De Milán a Londres. El centro comercial más exclusivo sirve desayunos, almuerzos, meriendas y cenas en interiores creados por la firma italiana hasta finales de 2023.

No es la primera vez que la marca que simboliza el lujo italiano por excelencia presenta este tipo de estrategias, pero sí el primer proyecto que realiza en Inglaterra conservando toda su esencia. Inspirado en sus tiendas más famosas, incluida la primera boutique que abrió en Galleria Vittorio Emanuele II en 1913, Prada Caffè llega a la zona de Knightsbridge, uno de los grandes iconos de la ciudad de Londres.

El local, que por sus tonos y detalles podría ser el escenario perfecto de cualquier película de Wes Anderson (imaginamos a una jovencísima Gwyneth Paltrow en The Royal Tenenbaums pidiendo allí un café mientras espera a Bill Murray), mantiene las señas de identidad de la icónica firma milanesa. Cada opción –desde la decoración y el menú hasta la vajilla y el ambiente- refleja el lenguaje, el enfoque y la forma de ver el mundo por las que Prada se distingue. Un homenaje a la tradicional pastelería Marchesi de la casa de moda, inaugurada en 1824 y ubicada justo sobre la tienda insignia de la marca, en la Galleria Vittorio Emanuele II de Milán.

En la imagen superior, el interior de Prada Caffè con paredes, techos, sofás y sillones tapizados en terciopelo y con el verde menta icónico de la marca. El suelo a cuadros blancos y negros es un guiño al de su histórica boutique en la Galleria Vittorio Emanuele II de Milán. Sobre estas líneas, el exterior de la cafetería, en el edificio Harrods de Brompton Road, en Knightsbridge. Entrada por Hans Road.

La vajilla, diseñada por Prada, es de porcelana japonesa azul pálido con una doble línea negra en contraste y copas de cristal con el motivo triangular de la marca italiana. Todo el menaje está inspirado en la antigua cerámica Celadon -tazas de té y café con tapa, teteras, platos y bandejas-, incluso la cristalería de vidrio soplado.

La selección de productos de repostería combina técnicas artesanas y modernas, aunando ingredientes clásicos con sabores y aromas más contemporáneos. El menú cuenta con una amplia selección de platos dulces y salados con bebidas gourmet durante todo el día. Para el desayuno, el café italiano se acompaña con huevos escalfados y hojaldres, mientras que el almuerzo cuenta con entrantes y platos principales que van desde la burrata y el calabacín hasta los canelones de espinacas y ricotta con trufa negra.

Para la hora del tentempié hay una amplia selección de tramezzini (sándwiches ligeros) y pizzettes (mini pizzas de hojaldre), pero también una gran variedad de dulces y postres como el bizcocho de pistacho con croccantino y nata, que se exhiben en el gran mostrador central. La lista de vinos abarca desde Piamonte hasta Sicilia, aunque también es una gran opción disfrutar con alguno de sus cócteles exclusivos.

El café de Prada, con reminiscencias de un local de refrescos de la década de 1950. Con suelos de cuadros en blanco y negro que recuerdan a sus icónicos diseños monocromáticos, el espacio se rodea de sofás de terciopelo en el verde pálido de la temporada.

La historia de Harrods se remonta a 1834, cuando Charles Henry Harrod, un joven empresario, abrió una pequeña tienda de comida en el East End de Londres. El negocio prosperó y en poco tiempo se mudó a un local más grande en Knightsbridge, donde se convirtió en una tienda por departamentos que vendía todo tipo de productos. En 1883, tras su muerte, el proyecto fue adquirido por su socio, Richard Burbidge y los hermanos William y Charles Almack. En los años siguientes, los nuevos propietarios lo transformaron en uno de los centros comerciales más grandes y lujosos de Europa, con una amplia variedad de productos, desde moda y accesorios hasta alimentos gourmet y artículos para el hogar. Hoy Harrods es una de las department stores más famosas del mundo, y atrae a millones de visitantes cada año. Incluso el edificio en sí es una atracción turística.

Prada Caffè estará abierto hasta el 7 de enero de 2024, de 9 de la mañana a 9 de la noche de lunes a sábado y de 12 de la noche a 6 de la tarde los domingos, con entrada por Hans Road. Pronto se le unirá un stand al aire libre que ofrecerá a los londinenses una deliciosa gama de helados. Precio medio: 30 euros por persona.