Rifles monotiro, dignos de un emperador

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Rifles monotiro, dignos de un emperador

Solo pueden disparar un cartucho, por lo que se considera que son el tipo de arma de caza mayor más deportiva.

También es útil para conseguir que el cazador aprenda a disparar con precisión, porque si falla no puede repetir el disparo. Existen dos tipos de rifles monotiro: de cañón fijo o de cañón basculante. Ambos se originan en el siglo XIX, al crear los armeros nuevas armas de retrocarga, o bien al modificar las de avancarga para que se puedan cargar con cartuchos por la recámara y, por tanto, recargar más rápido. Sin embargo, las soluciones que se adoptan en EE.UU y en Europa para conseguir el mismo fin son diferentes.

De cañón fijo

Se desarrollan en EE.UU y, aunque se han utilizado también en Europa, en nuestro continente hemos preferido cazar con los de cañón basculante. La mayoría son simples modificaciones de fusiles de avancarga, pero también se patentaron modelos originalmente diseñados para cargarse por la recámara. El más famoso de todos, por su precisión y potencia a grandes distancias es el Sharps, que se fabricó en diferentes versiones para usos militares y deportivos. Lo patentó en septiembre de 1848 Christian Sharps (Washington, 1810-Vernon, 1874). Originalmente disparaba cartuchos de papel y poseía un cierre que se deslizaba verticalmente para dejar al descubierto o bloquear la recámara.

Arriba, rifle monotiro Blaser K-95 Stutzen Luxus, uno de los modelos de más prestigio del mercado. Es personalizable, con las pletinas laterales y báscula grabadas. Sobre estas líneas, el monotiro de cañón fijo más famoso: Sharps mod. 1874. Extremadamente preciso a largas distancias, se utilizó mucho en la caza del búfalo (bisonte americano).

Sin embargo, este mecanismo era tan robusto que en la década de 1870 se pudo modificar y utilizar para disparar municiones para caza muy potentes de fuego central (que aún eran de pólvora negra) con las que se podían abatir todas las especies de Norteamérica y de medio mundo. La razón: algunos modelos disparaban cartuchos que cargaban más de 100 grains de pólvora negra y proyectiles de grueso calibre muy pesados: .45-110 Sharps, .50-140 Sharps, etc.

Y, más importante aún, a partir del cierre del Sharps (falling breech-block, en inglés) se han originado todos los demás cierres de recámara modernos que usan sistemas similares. Es el caso del Ruger No. 1, que siempre ha tenido cierto uso en nuestro país y se ha llegado a comercializar en todo tipo de calibres, incluso para caza peligrosa (versión No 1 Tropical Rifle).

A partir del cierre del Sharps se han originado todos los demás cierres de los rifles de cañón fijo, caso del Ruger No. 1 que aparece en la foto.

Rifles de cañón “roto”

Sin embargo, el rifle monotiro de cañón fijo en versión militar lo han utilizado prácticamente todos los ejércitos europeos, incluido el español, pero en versión deportiva no ha tenido éxito porque es pesado, sobrio y las especies que se pueden cazar en el Viejo Continente no son muy grandes ni se necesitan cobrar con cartuchos muy potentes. Además no se puede desmontar, mientras que un monotiro de cañón basculante pesa de media unos 2,5 Kg, mide aproximadamente 1 metro y se puede transportar desmontado en una funda o una mochila grande.

Un monotiro de cañón basculante se puede desmontar y transportar fácilmente. Además es ligero, corto y compacto.

Se originaron en Austria al modificar los armeros los de avancarga y luego se popularizaron gracias a la influencia de personajes históricos como el Archiduque Juan de Austria o el Emperador Francisco José I, que los pusieron de moda entre los cazadores aristócratas y de la alta sociedad, porque consideraban más ético y efectivo cazar con armas de un solo tiro.

El Archiduque (1872-1859) utilizaba un monotiro Johann Fanzoj porque pensaba que “con un solo cañón aprendes a disparar limpio, a guardar tus tiros y a disparar en el momento adecuado”. Y el Emperador Francisco José I (1830-1916) opinaba igual y pese a que ya existían armas de repetición, Fanzoj le hizo en 1912 un monotiro “de cañón roto”, que es lo que significa literalmente la palabra alemana Kipplaufbüchse (abreviada Kipplauf), aunque nosotros la traducimos por monotiro de cañón basculante: el Ischler Short-Rifle con cierre tipo T (el cañón se desbloquea o bloquea al girar una palanca que lleva debajo del guardamonte), martillo exterior, caja larga (stutzen) de raíz de nogal y preciosos grabados.

El Ischler Short-Rifle que Fanzoj hizo para el Emperador Francisco José I de Austria, con cierre para pólvora sin humo.

Al alcance de todos

Este rifle histórico aún se fabrica, aunque con un cierre moderno para cartuchos de pólvora sin humo. Digno de un emperador, fue y sigue siendo fuente de inspiración para los fabricantes centroeuropeos de armas artesanales, caso de Franz Sodia, Heym, Merkel, Fanzoj, Peter Hofer, etc., que como Fanzoj han creado monotiros de fabricación artesanal preciosos y carísimos que no están al alcance de la mayoría de los cazadores.

No obstante, por fortuna la tecnología ha hecho posible que todos los que valoramos cazar con este tipo de armas podamos hacerlo, porque desde finales del siglo XX se comercializan modelos hechos en serie muy precisos y muy ligeros a precios razonables. Suelen estar terminados en madera o con acabados sintéticos que, incluso, han incorporado la modularidad, y por tanto la posibilidad de poder personalizarlos.
Son normalmente algo más caros que los de cerrojo, depende de la marca y del modelo, pero nos enseñan a disparar con acierto y a cazar más deportivamente, como bien dijo el Archiduque Juan de Austria.