Si algo caracteriza a las películas de Wes Anderson es la obsesión por las composiciones simétricas, los travellings, los planos cenitales y el uso cromático del vestuario. Con fama de excéntrico y perfeccionista, el director texano (Houston, 1969) otorga una gran importancia al atuendo que lucen sus personajes, apostando generalmente por una limitada paleta de colores. Títulos como Los Tenenbaums, Moonrise Kingdom o El Gran Hotel Budapest han enganchado a legiones de seguidores por su reconocible estilo, entre freak y naïf, e incluso han inspirado colecciones de moda. Su último film, Asteroid City, rodado en el municipio madrileño de Chinchón, no es ajeno a su reconocible universo estético.
La historia se desarrolla en 1955, en un campamento de verano dedicado a la observación de fenómenos astronómicos (Junior Stargazer Convention) que Anderson sitúa en una ciudad ficticia en un desierto estadounidense. Por este escenario en medio de la nada, ideal para el avistamiento y aterrizaje de ovnis, desfilan los curiosos y disfuncionales personajes interpretados por Tom Hanks, Scarlett Johansson, Jason Schwartzman, Tilda Swinton o Jake Ryan, entre muchos otros.
Una figurinista con cuatro Oscars
Del estilismo de todos ellos se encargó la figurinista italiana Milena Canonero, reconocida por su excelente trabajo en grandes clásicos del cine: a lo largo de su carrera ha ganado cuatro Oscars al mejor diseño de vestuario —por Carros de fuego, Barry Lindon, María Antonieta y El Gran Hotel Budapest— y ha sido nominada en nueve ocasiones en este mismo apartado. Para el rodaje de Asteroid City, Canonero contó con la colaboración de la diseñadora de vestuario española Sonia Isla asistente habitual del oscarizado director de vestuario Paco Delgado en películas como Los Miserables o La Chica Danesa. Ella fue la encargada de conseguir las prendas años 50 que ayudan a conformar la atmósfera retro de la película. Y de hacerlo en tiempo récord.
“El nivel de exigencia de Wess Anderson es muy grande; tiene una estética muy marcada y sigue muy de cerca todo proceso. Eso, unido al talento de Canonero, hace que el resultado sea visualmente impresionante”. Por recomendación de una persona del equipo, Isla contactó con Camisería Burgos (la prestigiosa tienda madrileña de camisas a medida, fundada en 1906) para encargarles algunas de las prendas más vistosas, como la camisa amarilla con líneas rojas que luce Tom Hanks (hicieron tres más de repuesto), el pijama en tonos pastel de su yerno –en la ficción– Jason Schwartzman o la chaqueta-batín de Edward Norton.
El teléfono sonó un 31 de agosto de 2021. “Menos mal que ya habíamos regresado de vacaciones. Solo nos dieron dos semanas de plazo, cuando normalmente necesitamos mes y medio para entregar una camisa hecha a mano, contando desde la toma de medidas. No tuvimos más remedio que hacer todas las prendas a máquina”, recuerda Carmen Olave, propietaria de Camisería Burgos. Con más de un siglo de historia, este establecimiento, situado en el nº 2 de la calle Cedaceros, ha vestido a reyes, aristócratas, grandes empresarios y actores de Hollywood como Cary Grant, Ava Gardner, Adrian Brody o Sharon Stone.
Encargo contrarrreloj
“No necesitamos documentarnos. La productora nos envía las telas de diferentes colores, las medidas de los actores (altura, cuello, cintura, etc) y otros detalles como el número de botones de la camisa o el vivo (hilo forrado de tela). A partir de ahí, empezamos a trabajar inmediatamente, porque todo es para ya”, explica Olave, tercera generación al frente del negocio.
Su abuelo, Santiago Olave, fue el camisero del fundador, Julián Burgos, y gracias a su maestría acabó al frente de la tienda. Aún se conserva la vieja escalera de caracol que comunica la tienda con el taller, situado en el sótano. Allí, Francisco García (46 años en la empresa) se encarga de tomar las medidas, hacer los patrones en papel y cortar las telas que luego confeccionarán las costureras de la casa, entre ellas una bordadora de 90 años.
“El cuello de la camisa de Tom Hanks le iba un poco justo; nos dijeron que tenía una talla 43, pero en realidad le corresponde una 44. Si le hubiéramos tomado medidas aquí, esto no hubiera ocurrido”, lamenta este veterano profesional. A pesar de las prisas, reconoce que le gusta trabajar con el nivel de exigencia de un director como Anderson.
Después de ver Asteroid City, la propietaria se siente orgullosa de haber participado en esta producción. “Para nosotros es un orgullo que un cineasta tan perfeccionista se haya fijado en nosotros”, afirma. “El batín rojo de Edward Norton no luce lo suficiente en pantalla, porque solo aparece en una escena en blanco y negro. Pero el actor llamó tras finalizar el rodaje porque quería la prenda para su colección particular”. En época estival, la selecta clientela de Camisería Burgos (entre los fieles, el rey Felipe VI) encarga sobre todo camisas de lino y guayaberas.
A partir de ahora, los fanáticos del director texano (con 1,8 millones de seguidores en su cuenta de Instagram @accidentalwesanderson) también pueden adquirir una camisa de algodón idéntica a la de Tom Hanks por unos 200 euros.
La zapatería y el alquiler de vestuario, de Peris Costumes
Fundada en 1856 como una pequeña sastrería teatral, la empresa madrileña Peris Costumes es hoy un referente nacional e internacional para producciones de teatro, cine y televisión. Los directores de vestuario de películas como Matrix o series como El señor de los anillos saben que aquí, en este inmenso guardarropa situado en Algete (Madrid), donde se almacenan más de 10 millones de trajes, pueden encontrar el atuendo idóneo para personajes de cualquier época. La productora de Asteroid City también confió en ellos: alquiló decenas de prendas para los extras y encargó fabricar parte del calzado.
Este último cometido se realizó en el taller de la empresa dirigido por José Martos. “Los elegantes zapatos tipo Oxford que calza Tom Hanks, en colores blanco y rojo, se hicieron en cuero de alta calidad. El diseño incluye un ornamento y pequeñas perforaciones a lo largo de la puntera”, explica Myriam Wais, responsable de Comunicación de Peris Costumes.
La figurinista Milena Canonero realizó la elección de colores y pieles ajustándose a la estética de la película, un universo de imágenes simétricas y colores pastel. “Como rodaban en Chinchón, nuestro equipo se desplazó hasta el set de rodaje para hacer las pruebas de calzado”, concluye.