El provocador artista chileno que transforma iglesias en piscinas

Arte

El provocador artista chileno que transforma iglesias en piscinas

Sebastián Errázuriz se alía con la inteligencia artificial para mezclar lo sagrado y lo profano en imágenes generadas por un 'prompt'.

En la era de la Inteligencia Artificial, encontrar nuevas ideas es el verdadero arte. Lo dice Sebastián Errázuriz (Santiago de Chile, 1975), artista y diseñador afincado en Nueva York y cuya obra ha sido expuesta en más de cien exposiciones e incorporada a colecciones privadas y museos alrededor de todo el mundo.

Un rara avis que además de sus creaciones analógicas, es fundador y CEO de una pequeña tech startup en San Francisco que busca crear herramientas digitales para democratizar el futuro de la creación artística.

Foto de catedral con piscina de Sebastián Errazuriz
En la imagen superior, retrato de Sebastián Errázuriz. Sobre estas líneas, fotografía generada por el diseñador utilizando la inteligencia artificial de Dall-e. Fotos: Cortesía de Sebastian Errazuriz Studio

De esa intersección entre Arte y Tecnología nacen las obras que les presentamos: una colección de imágenes de iglesias y catedrales góticas que ocultan en su interior amplias piscinas. Una suerte de irreverencia –blasfemia para algunos– que nace precisamente de la curiosidad de Errázuriz por explorar el límite entre lo sagrado y lo profano: “Estas imágenes son el resultado de mi fascinación por experimentar aquellos lugares en donde históricamente no ha estado bien visto meterse. Por lo tanto, mover las barreras de los paradigmas, de lo que es considerado posible o no, de lo que es considerado permisible o no… En esos nuevos territorios siempre se generan oportunidades para descubrir nuevas ideas y entender mejor quiénes somos“, explica.

Foto de catedral con piscina de Sebastián Errazuriz
Catedral gótica cuyos arcos y columnas compiten en tamaño con la piscina. El diseñador se niega a dar ninguna pista sobre las palabras utilizadas para lograr cada imagen, “tal como un chef no contaría qué ingredientes usó en su receta”.

¿Qué es Dall-e?

El origen es la idea, sí, pero en estas obras de catedrales con piscinas el medio es Dall-e: un programa de inteligencia artificial de libre acceso a través de internet que crea imágenes a partir de descripciones textuales de forma muy sencilla. “Dall-e no es una solución”, explica Errázuriz, “es una inteligencia artificial, va más allá de una herramienta, y por ende es una tecnología que va a estar cambiando constantemente. En este momento es capaz de generar la representación de imágenes en base a un prompt, a una descripción, y es excelente para probar nuevos diseños y revisar cómo se verían. Es perfecta, por lo tanto, para experimentar, pero lo más interesante para mí es la evolución que va a generar a nivel existencial”, concluye.

Pregunta: ¿Cuáles han sido los pasos para crear estas imágenes?
Respuesta: Los pasos son relativamente simples. Es como aprender a googlear. Hay que saber buscar dentro de Dall-e con ciertas palabras clave, entendiendo de qué manera funciona el algoritmo y cómo está entrenado. Eso nos ayudará a controlar de la mejor forma posible los resultados que van a ser generados. Los pasos van desde la selección de adjetivos que se usan para describir una situación hasta el orden en el cual se describe.

Foto de catedral con piscina de Sebastián Errazuriz
Atril, púlpito e incluso una pequeña pila bautismal a los que los fieles sólo podrían acceder a través del agua.

P: ¿No le frustra ese lado imperfecto de las imágenes generadas por IA? ¿Le basta su gran poder evocador?
R: Por el momento no me frustra su ambigüedad. Al contrario, me parece que ofrece ciertas arbitrariedades interesantes que todavía pueden aportar algo.

P: ¿Se siente usted libre en su condición de diseñador y de artista?
R: Sí, siempre he sido libre. Hago lo que quiero, de la manera en la que quiero, a diferencia de la gran mayoría de los artistas, que repiten sin cesar aquello que les ha resultado exitoso. Yo prefiero ver el arte como una práctica mucho más científica y exigente en la cual soy yo el juez, no el público.

Foto de catedral con piscina de Sebastián Errazuriz
En la imagen, la piscina refleja las imponentes vidrieras y corta en dos la zona de los bancos.

P: ¿Cómo cayó en el mundo del arte y el diseño?
R: Caí en el mundo del arte desde mi nacimiento. Mi padre era profesor y fue uno de los académicos que creó el programa nacional de artes para estudiantes en Chile desde la guardería hasta los dieciocho años. Esas fueron las circunstancias en las que me tocó crecer y rápidamente desarrollé un gran amor por la tecnología, como una serie de ciencias de representación que permiten ofrecer una visión más fiel de la idea y compartirla de manera más acotada y acertada.

P: ¿Qué importancia tiene en su trabajo la producción de belleza?
Yo trabajo en base a la representación de ideas originales de cierto peso que puedan contribuir y generar conciencia. Me interesa que éstas finalmente sean bellas en su ejecución, sin embargo la belleza es un agregado de valor extra al final.

P: Decía Duchamp que un artista no es el que trabaja con pincel y cincel, sino con ideas, ¿Cuáles son las suyas?
R: Concuerdo completamente con Duchamp: la idea está por encima de la capacidad para representar. Pero a diferencia de Duchamp, que no tenía grandes capacidades de representación, me parece muy importante entender cómo funciona la representación en una gran cantidad de medios y disciplinas para tener la mayor libertad posible para ejecutar, con la máxima eficiencia, aquellas ideas que se nos aparecen en el consciente o el inconsciente.

Foto de catedral con piscina de Sebastián Errazuriz
En esta imagen las escaleras del púlpito conducen directamente al agua.

P: ¿Debe el arte ser complejo, simple, bello, lleno de significación o es simplemente un juego sin reglas?
R: El arte es un lenguaje, y cualquier jugada que se haga con este lenguaje tiene que funcionar dentro de las reglas preexistentes. Naturalmente se pueden romper reglas que sean ilógicas, arbitrarias o no tengan sentido para seguir avanzando o generar algo que cree un aporte mayor.

El hombre y la máquina

Borrando los límites entre el arte, el diseño y la tecnología, la obra de Errázuriz siempre sorprende e invita a descubrir realidades y objetos ocultos a simple vista. Su obsesión por la perfección se traduce en obras cuya metodología y complejidad conceptual es igualmente traducida en una ejecución y fabricación del más alto nivel, como el barco ataúd Boat Coffin (2009) –diseñado para permitir al usuario “hacer un viaje al otro mundo”–, la Tree Coffee Table (2010) o los taburetes Athena Lemnia & Meleage (2018), con bustos clásicos invertidos.

Foto de la Tree Coffee Table de Sebastián Errázuriz
Mesa de centro Tree Coffee Table (2010) de arce teñido, pulido y sellado a mano con tapa de cristal.

No en vano, su carrera es regularmente aclamada por los principales medios internacionales (NY Times, The Wall Street Journal, Financial Times), sus instalaciones de arte público han sido expuestas en Times Square y el New Museum, y colabora de forma ocasional con marcas de lujo, siempre en la dinámica de obtener un resultado tan original que sacuda las conciencias y permanezca en la memoria.