Christian Bourdais y Eva Albarrán llevan más de veinte años en la cima del mundo del arte contemporáneo y la arquitectura. “Yo me encargo de la arquitectura, Eva de la producción de arte y la galería es nuestro niño juntos”, explica él. Se refiere a Albarrán Bourdais, su galería de arte ubicada en el número 13 de la Calle del Barquillo en Madrid. “Esto nos apasiona, pero nuestro universo es mucho más amplio”, añade. En efecto, si bien la sede principal tiene solo cinco años -la otra abrió en 2021 en Mahon, Menorca-, este es apenas uno de los múltiples proyectos a los que ha dado vida la pareja.
Algunos de los artistas por los que apuestan son Iván Argote, Dominique Gonzalez- Foerster, Hector Zamora, Claudia Comte y Koo Jeong A, entre otros. “Nuestra línea es sobre todo incorporar artistas históricos como Boltanski o Pedro Cabrita Reis, pero también tenemos varios de un perfil más mid-career, aunque ya muy asentados”, puntualiza Bourdais.
En 2004, Albarrán y Bourdais fundan Eva Albarrán & Co, una de las mayores productoras de arte contemporáneo de Francia. Con quince empleados a su cargo, se especializan en ingeniería cultural y desarrollo de proyectos de arte público que combinan patrimonio, urbanismo y arte contemporáneo. De esta forma y aliados con las administraciones francesas, la agencia produce tanto exposiciones en museos como al aire libre, así como encargos de arte a gran escala para espacios públicos.
Además, desde 2010 pusieron en marcha el tercero de sus exitosos proyectos, y hoy es un work in progress lleno de vida. Se trata de Solo Houses, ubicado en el Parque Natural de los Puertos de Beceite, en la región montañosa de Matarraña. “Hemos invitado a quince arquitectos del mundo entero para que cada uno diseñe una casa. De momento se han construido dos y hay otras trece en camino. La idea es reinventar lo que es una segunda vivienda”, narra con entusiasmo. Incluso han incorporado un viñedo: Venta d’Aubert.
En la finca de más de 200 hectáreas se organizan recorridos de arte con obras monumentales que dialogan con el espacio natural. Gracias a este espacio, las obras de Madrid viajan para encontrarse con el entorno y dejar atrás sus muros blancos. “Se habla mucho de que las galerías tienen que reinventarse, y acá tenemos una propuesta en la que un artista que se produce con nosotros tiene herramientas que no va a encontrar en ninguna galería del mundo y, además, brindamos la posibilidad de escapar de los cuatro muros de una galería tradicional”, reivindica.
Así, la pareja no solo ha plasmado sus ideas con maestría, sino que además las hacen converger entre sí. “Nuestra geopolítica es: París, la Comarca del Matarraña y Madrid. Es un triángulo y viajamos mucho entre estos puntos pero los entendemos a todos como uno solo”, afirma.
Mi tiempo y su futuro
A partir de 1978 y durante casi una década, La Movida madrileña marcó un antes y un después en el panorama artístico español. Esta gran exhalación juvenil se extendió al resto del país, pero fue en las calles de la capital donde se escucharon los primeros conciertos de música ochentera –algunas canciones aún son recordadas como himnos– y donde abrieron sus puertas locales que todavía hoy se consideran templos de la noche madrileña.
Testigo de todo aquello fue Alberto García-Alix (León, 1956), que a falta de guitarra y micrófono recurrió a la cámara para plasmar la vida, los excesos y los miedos de una generación liberada, moderna y unida por el arte. En sus lentes se han visto, por nombrar algunas, grandes figuras como Pedro Almodóvar y Alaska, representantes del cine y la música española reciente que deben sus inicios a la Movida. Al igual que ellos, García-Alix ha continuado su carrera artística construida en torno a sus experiencias vitales. Galardonado con el Premio Nacional de Fotografía en 1999 y la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes (2019), hoy se le conoce como uno de los mejores fotógrafos y retratistas de España y del mundo.
Con un estilo crudo y elegante, sus fotografías son un recorrido por una época, una historia y una vida; su vida. Es precisamente ese recorrido el que se recoge en Mi tiempo y su futuro, una exposición que se podrá visitar desde el 18 de mayo hasta el 22 de agosto en la galería Albarrán Bourdais en Madrid.
Los salones de la galería se han llenado de sus retratos y fotografías, las cuales hacen un repaso a las distintas épocas y temáticas que han marcado su obra. “Mi tiempo se anima a mostrarse aquí. No se engaña, su futuro, vive y se acelera en este presente”, comenta García-Alix.
Como protagonista de la exposición, el leonés presenta su último autorretrato Mi pareja de baile. “Mirar también es mirarse. El autorretrato es otro ejercicio fotográfico constante en mi obra. Las imágenes son espejo. Veo en ellas mis tensiones y hasta el devenir del momento en que fueron hechas. Con Mi pareja de baile, retomo la dualidad para verme y mostrarme”.