eBIKE, movilidad de madera para un futuro sostenible

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eBIKE, movilidad de madera para un futuro sostenible

Vincent Callebaut, arquitecto belga que se define como arquitecto y biotecnólogo, ha creado un prototipo de bicicletas a partir de materiales naturales.

El término solarpunk hace referencia a un movimiento artístico que imagina una realidad utópica sostenible en la que el ser humano convive en armonía con la tecnología y la naturaleza. Nacido como un subgénero literario de la ciencia ficción, su enfoque se ha trasladado a otras artes desde las que se aborda cómo podría ser el futuro si la humanidad consiguiera resolver los grandes retos contemporáneos: la sostenibilidad, el impacto del ser humano en el medio ambiente o la lucha contra el cambio climático y la contaminación. El gran símbolo de esta corriente hasta la fecha se encuentra en Milán, Italia, el complejo Bosco Verticale. Diseñado por Stefano Boeri, consta de dos rascacielos con más de 2.000 especies vegetales distribuidas en sus fachadas.

Otro de estos utopistas es el arquitecto Vincent Callebaut (Bélgica, 27 de mayo de 1977), que desde 2008 se autodefine como Archibiotect (mezcla de los términos arquitecto y biotecnología).

En la imagen superior, una de las bicicletas de madera diseñadas por Callebaut. Sobre estas líneas, el edificio residencial Tao Zhu Yin Yuan que el arquitecto diseñó para la ciudad de Taipei, en Taiwan. Este proyecto, que replica la estructura del ADN e incorpora aproximadamente 20.000 árboles y arbustos, le valió el Premio Internacional de Arquitectura 2014 del Chicago Athenaeum de Nueva York y el Highly Commended Award 2015 durante el World Architecture Festival Mundial de Arquitectura en la categoría Future Residential Buildings en Singapur. Imágenes cortesía de Vincent Callebaut Arquitectures.

Desde su estudio en París diseña edificios que producen su propia energía con fuentes renovables; bosques verticales; torres y barcos que no contaminan, ciudades flotantes o rascacielos oceánicos. “Por extravagantes y futuristas que parezcan, el núcleo de todos mis diseños es un intento de abordar la amenaza real que las ciudades suponen para la humanidad y nuestro equilibrio ecológico”, explica el belga, que en uno de sus últimos proyectos se ha atrevido a reimaginar el futuro de la movilidad.

Callebaut opina que “la movilidad del futuro será más diversa, más inteligente, más compartida, más limpia y ecológica. Las ciudades deben volver a estar al servicio de las personas, no de los coches, protegiendo el medio ambiente”.

Bicicleta ergonómica para carretera. La madera contralaminada resulta al superponer perpendicularmente finas láminas de madera y unirlas mediante adhesivos orgánicos como taninos, lignina, celulosa o almidón. El proceso de fabricación requiere mucha menos energía que el acero. En cuanto a la resistencia al fuego, la madera arde lentamente, no desprende humos tóxicos y transmite el calor 250 veces más despacio que el acero al fundirse.

A partir de bocetos con modelado 3D y explorando las nuevas posibilidades de la inteligencia artificial, su equipo de arquitectos ha creado cinco prototipos de vehículos que apuestan por una movilidad pacífica y ecológica en tierra, aire y agua. Son el coche Timber eCAR, el autobús eSHUTTLE, la aeronave eVTOL, el barco eHYDROFOIL y las bicicletas eBIKE, fabricadas con madera y otros materiales orgánicos. Proyectar nuevos modos de transporte interdisciplinares “es lo que nos permitirá construir un ecosistema de movilidad resistente y sostenible”, apunta el belga.

No es ningún secreto que la bicicleta es un medio de transporte sostenible, quizá el que más. Al contrario que un coche, no produce emisiones ni contaminantes, por lo que su impacto en el medio ambiente es mínimo, algo que también depende de cómo se produzcan. Cuando se fabrica con materiales y prácticas sostenibles se reduce aún más su huella ambiental.

Modelo pensado para la movilidad urbana. Los diseños de Callebaut, mucho más ligeros que una bicicleta convencional, se han diseñado con una geometría aerodinámica.

Por eso, los revolucionarios velocípedos de Callebaut están construidos con nuevas estructuras híbridas producidas a partir de madera laminada cruzada y fibra de celulosa, un material de origen vegetal que es cinco veces más resistente que el acero y reduce el peso en un 60%, en combinación con grafeno, otro componente natural que se extrae del grafito y destaca por ser duro, flexible, ligero y resistente.

Además, este material es un excelente conductor de electricidad, por lo que ofrece la posibilidad de integrar en el vehículo herramientas de conectividad que permitirían equiparlo con motores eléctricos e incluso funciones de inteligencia artificial.