Cuando el tequila es un arte 

Espirituosos

Cuando el tequila es un arte 

En Jalisco, la tierra de Tequila, están de fiesta: acaba de salir al mercado ‘Dobel 50’, el cristalino considerado el mejor del mundo (a día de hoy).

Once generaciones de maestros tequileros mantienen viva la llama que prendió Juan Domingo Beckmann Legoretta, fundador de la marca Dobel. De hecho, si juegan a las matemáticas lingüísticas y juntan las iniciales, sale eso, el nombre de este tequila cristalino. Los hay blancos, añejos, reposados, extra añejos y, sí, cristalinos, una manera de concebir y elaborar el tequila con la que muy pocos se atreven. Ya en 2009 Maestro Dobel lanzó, por primera vez en la historia, este tipo de espirituoso que, si somos puristas, no es una variante del tequila blanco, ya que aumenta su complicación y longevidad al envejecerse en barricas y, luego, se filtra a través de un proceso de carbón activo, que elimina las impurezas provenientes de las barricas.

En la imagen superior, el Dobel 50, un extra-añejo artesano. Sobre estas líneas, El tostado en barril (o dorado) es la clave del aroma del tequila. Hay tres grados de tostado (ligero, medio y fuerte), cada uno determinando un perfil de tequila diferente.

Volvamos al principio antes de continuar con las excelencias de esta bebida que, por cierto, según el último informe del International Wine and Spirits se ha instalado en la segunda posición como el segundo espirituoso de más valor en EEUU, y es probable que incluso supere al vodka hacia finales de este año… Los misterios, financieros, del tequila. Juan Domingo fue un visionario. Perseverante y rodeado de una familia de artesanos, agricultores y excelentes jimadores, que son los que cultivan el agave y saben identificar el punto justo de maduración, fundamental para dar vida a un tequila consistente, recurrió a las mejores plantas para sus tequilas, el agave Blue Weber, cultivadas en una sola finca, La Rojeña, al pie de un volcán en el estado de Jalisco.

Recogen el agave, lo destilan en alambiques tradicionales de cobre y luego lo añejan en barricas de roble americano y de Europa del Este durante un mínimo de tres años. Con la influencia de estas maderas crece su complejidad, la paleta de aromas, la sutileza y, más tarde, se filtra de manera que el color ambarino desaparece y despiertan sus reflejos de acero y platino. ¿Resultado? Sabor cremoso, notas de higo, membrillo, dátil, piña y calabaza que despliega un regusto en la lengua a canela, vainilla y clavo. En nariz, los avezados distinguirán susurros de caramelo, miel, agave cocido, frutos secos, higo, membrillo, chocolate, tabaco y dulces.

La licitación del horno utiliza un hacha para dividir los agaves por la mitad, facilitando el transporte y facilitando la homogeneización durante la cocción.

No es un tequila de andar por casa, hablamos de un extra-añejo artesano que cuesta 615 euros (en formato de 1,75 cl) y 200 (botella de 70 cl). Por indagar en la historia de Maestro Dobel: pertenece al segmento ultra Premium de José Cuervo, que es el principal productor de tequilas del mundo y cuyos primeros balbuceos los dio en 1758, y ha llovido…  ¿Quién anda detrás de esta marca tan emblemática? Juan Domingo Beckmann, descendiente de aquel Juan Domingo Beckmann Legoretta que creó Dobel, y que ocupa, este 2023, el puesto número ocho como la persona más rica de México (según Forbes su fortuna se estima en 4.500 millones de dólares).

El agave Blue Weber es cultivado en una sola finca, La Rojeña, enclavada al pie de un volcán en el estado de Jalisco, donde se encuentra la región de Tierra de Tequila.

Si tienen pensado ir este verano a México, en concreto al estado de Jalisco, en el mismo Tequila, abrió sus puertas a finales de 2018 el Centro Cultural Juan Beckmann Gallardo, el punto de encuentro de la vida artística de aquella comarca en la que se dan cita colecciones de máscaras prehispánicas, obras de Manuel Felguérez, pionero del arte abstracto de aquel país, carruajes de la familia… Los intereses culturales de los Beckmann reunidos en un mismo espacio.