Hotel Venice Venice: la estrella vanguardista del Gran Canal

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Hotel Venice Venice: la estrella vanguardista del Gran Canal

Su nombre se repite como un diálogo artístico entre el pasado y el futuro. Una oda a la Postvenezianitá que proyecta y narra la historia de la Venecia del mañana.

Ubicado en Ca D’Mosto, y perteneciente a la colección del exclusivo sello The Aficionados, el Hotel Venice Venice ha vuelto a dar vida a lo que fue en el siglo XVI el Campiello del Leon Bianco. Es uno de los primeros hoteles de Europa parada y fonda del Grand Tour, cobijo de reyes, emperadores y artistas de la talla de Voltaire, Mozart y Shelley que vivieron entre sus muros de piedra y frescos. La restauración, de más de cinco años, ha sacado brillo al edificio más antiguo del Gran Canal (s. IX) y a la fachada bizantina tallada en mármol elogiada por el escritor John Ruskin y a su escalera que fue desmontada piedra a piedra.

En la imagen superior, las bellas vistas de la ciudad de Venecia que se contemplan desde la altana (terraza veneciana) y algunas suites del hotel. Sobre estas líneas, la soleada terraza del restaurante M’ Art sobre el Gran Canal, uno de los espacios más solicitados. 

Francesca Rinaldo y Alessandro Gallo, fundadores y diseñadores de la marca de ropa y zapatillas Golden Goose, rescataron este palacio convirtiéndolo en su primera incursión hotelera en la orilla opuesta del mercado de Rialto. Artífices de un nuevo movimiento que han denominado Postvenezianitá, proyectan un espacio artístico deslindado del concepto de hotel de arte, tejiendo puentes entre lo antiguo y lo moderno. Escriben un nuevo capítulo en el arte de recibir creando una experiencia inmersiva. Una iniciativa vanguardista que ha revolucionado la escena de la hospitalidad veneciana convirtiéndose en el place to be de La Serenísima. ”Teníamos claro que tenía que volver a ser un hotel. El edificio llevaba medio siglo abandonado y se estaba cayendo al Gran Canal. Hemos hecho todo lo posible para conservar hasta el último detalle”, señala Gallo. Y añade: “He imaginado The Venice Venice como una obra de arte integral. Cada ambiente apela a la exigencia intuitiva y emocional del diseño, que me gusta definir como funcionalismo romántico”, afirma Alessandro Gallo.

Salón de la R52 con vistas sobre el Puente Rialto.  

Hoy los nómadas cosmopolitas recorren sus espacios y sus 42 estancias desplegadas también en otro edificio contiguo por un laberinto de escaleras y pasillos, entre obras de arte contemporáneas, artesanías venecianas y muebles y objetos diseñados expresamente por su marca The Erose. Un homenaje a la rosa veneciana cuyo logotipo en negro es diseño del artista Jannis Kounellis, uno de los preferidos del matrimonio que cobra protagonismo en una de las suites más espectaculares y oda al Arte Povera, la R24 con enormes ventanales asomados al Gran Canal, de dos niveles con piano y un enorme cuadro del artista. “Es donde Canaletto solía pintar”, afirma Gallo.

Baño de la suite R53 con acabados de mármol y bañera diseñada por Patricia Urquiola.

Cada habitación rinde tributo a uno de los movimientos vanguardistas de los últimos setenta años que han transformado el arte y el diseño contemporáneos con cuadros, grabados, fotografías y esculturas de la fantástica colección privada de los propietarios. Desde la suite dedicada a Lucio Fontana, alma mater del Espacialismo, o al movimiento Fluxus con obras de Joseph Beuys, al Pop Art, al Arte Conceptual y Minimalista, hasta a artistas como Cy Twombly, Manolo Valdés, Bruce Nauman, Luca Pignatelli, entre otros. O la inspiradora R25, del fotógrafo Renato D’Agostin donde hay una cámara lista para ser utilizada por el huésped cuyas instantáneas serán reveladas más tarde por el artista como documentación de su estancia. Todo ello se funde con lámparas de Fortuny, bañeras de Patricia Urquiola, cabeceros de cuero repujado, o tapices como el de Francesco Simeti que enluce el Venice Bitter Club en el primer piano nobile donde disfrutar de veladas con música de Djs y artistas.

Habitación R24, con enormes ventanales que dan al Gran Canal. La Postvenetian Suite contiene una selección de obras de artistas del Arte Povera de la colección privada de Francesca y Alessandro Gallo, propietarios del hotel y de la marca de sneakers Golden Goose.

The Dream Builders (artesanos de sueños) se ocupan de las reservas en el desenfadado restaurante M’Art con sugerentes fotos de los proveedores locales: el panadero, el frutero, el carnicero… Abierto todo el día en el sotopotergo (pasadizo de la planta baja), camareras vestidas con camisetas de rayas de los gondolieri y faldas blancas de algodón japonés sirven los deliciosos desayunos en la terraza mientras se contempla la llegada de los vendedores del mercado, los aperitivos, cócteles con cicchetti o tapas venecianas y los almuerzos y cenas a la luz de las velas. Los menús incluyen una caja con cromos de fotos de cada plato y su receta en el dorso. Aquí se encuentra también la concept store con ediciones limitadas de la marca, productos de diseño y exposiciones.

Escultura de Manolo Valdés a la entrada de la suite R24.

La entrada de agua del Hotel Venice Venice, si se llega en góndola por el Gran Canal, es una de las vistas más impactantes con las esculturas de mármol de Fabio Viale, la Pietà Senza Cristo, y una puerta de hierro tributo al arquitecto Carlo Scarpa. Un juego de sombras y reflejos de agua que se disfrutarán también en otras estancias bañadas e iluminadas por la magnética luz de la cosmopolita Venecia.

Vista de The Venice Suite R35. Sus 190 metros cuadrados la convierten en la más grande de Venecia presidida por un enorme cuadro de Jannis Kounellis. 
Comedor en el segundo piano nobile, un espacio donde tienen lugar celebraciones y eventos especiales con la larga mesa de espejos y las lámparas de araña Venini.