En 2019 Patricia Urquiola ya presentó este aparador, pero ahora le ha dado una vuelta de tuerca con una nueva hechura con efecto canneté en las puertas, líneas verticales e inclinadas, más funciones y dos tonos de laca: polvo y crema. Dos colores que se unen a otros ocho y que juntos forman una familia de… de un mueble-bar-consola-barra-estantes-cajones que abriga una escenografía original, magnética. En ella un espejo retrovisor imprime mayor profundidad al espacio y una luz LED ilumina el ambiente interior. Aprovechamos el lanzamiento de este diseño, realizado para Cassina (7.998 euros), para lanzarle unas preguntas a Patricia Urquiola, directora artística de Cassina: “Somos 80 personas más o menos. Creo mucho en el trabajo en equipo, hoy día estamos marcados por la condivisión –palabra italiana que en español equivale a intercambio–, tenemos muchas más posibilidades de dar respuestas complejas si trabajamos en grupo”.
Pregunta. Empecemos por el principio: ¿qué es ‘Hayama’?
Respuesta. A menudo ciertas ideas merecen ser exploradas más a fondo. Especialmente hoy en día, cuando nuestros espacios son cada vez más fluidos e indefinidos, se vuelve cada vez más importante estar rodeado de objetos versátiles. Por esto, desde Cassina, decidimos ofrecer ‘Hayama’ en varios formatos multifuncionales: un mueble bar, un aparador y una consola.
P. ¿Y la inspiración?
R. Hayama es una pequeña ciudad de Japón donde estoy trabajando actualmente: la cultura nipona es una gran inspiración para mí. Este gabinete sugiere un Haori, una chaqueta tradicional que se utiliza sobre el kimono.
P. Ser la directora artística de Cassina es una responsabilidad…
R. Es un gran honor dirigir la parte creativa de una empresa con 96 años de vida. Estoy orgullosa de poder trabajar con los mejores diseñadores, de colaborar con las fundaciones que representan a los maestros y de poder lanzar a jóvenes diseñadores. Mi trabajo es intersticial, me alegro de tener la oportunidad de trabajar de manera holística en la arquitectura de la fábrica, los showrooms, participando en toda la evolución de la firma.
P. ¿Tenías claro desde pequeña que ibas a ser arquitecta?
R. Sí, desde muy joven. Se me daban bien las matemáticas y era capaz de trabajar con cierto rigor. En casa se hablaba mucho de arquitectura. Mi padre había estudiado ingeniería y tenía muchos amigos arquitectos de cuando había estudiado en Bilbao. En cuanto a la parte técnica, me las arreglaba bien y, por otro lado, el aspecto creativo era para mí bastante fácil.
P. Terminaste los estudios en la Politécnica de Milán, donde coincidiste con el gran Achille Castiglioni. ¿Qué te enseñó?
R. Allí entré en un mundo híbrido que me ha marcado mucho. Los profesores se movían desde el proyecto de un producto a la complejidad de la arquitectura con una facilidad extraordinaria. Achille Castiglioni siempre nos decía que uno no debe diseñar con la intención de dejar una huella en este mundo, sino de establecer una conversación con el extraño que interactúa con tu trabajo. Siempre me ha gustado ese aspecto poético y creo que me ha acompañado en cada uno de mis proyectos.
P. La tecnología digital es, en ocasiones, fría, distante, ¿cómo la traes a tu campo creativo?
R. Honestamente, no lo veo para nada frío. La Inteligencia Artificial es un tema enorme, que cambiará nuestras mentes. Será una gran revolución de la humanidad. Es poco probable que reemplacen el papel de los diseñadores completamente… creo que la relación entre los humanos y la IA es de mejoría, no de reemplazo.