La compañía de Cupertino lanzó al mercado el Apple Watch en la primavera de 2015 y, desde entonces, nada ha vuelto a ser igual en el mundo de la relojería. Hoy en día, la firma de la manzana vende más unidades de su dispositivo que toda la relojería suiza junta. Pero no es nueva esta pasión por las pantallas. Recordemos que ahora mismo se cumple medio siglo de la comercialización del primer reloj digital. Hablamos del Pulsar, fabricado en su momento por la casa norteamericana Hamilton y cuyo precio de salida al mercado fue de 2.100 dólares, similar al de un utilitario de su época. ¡Qué diferencia con la actualidad, cuando es posible encontrar un reloj digital dentro de una caja de cereales! Como vemos, llevamos cincuenta años conviviendo con relojes digitales… O puede que muchos más.
En realidad, los relojes digitales son mucho más antiguos de lo que la gente piensa. Si entendemos por digital el reloj que indica la hora con números en lugar de agujas, una rápida búsqueda en los libros de historia nos mostrará lo populares que fueron este tipo de mecanismos a principios del siglo XX.
Remontémonos aún más y vayamos a la Sajonia del reinado de Federico Augusto II en la mitad del siglo XIX y la petición al relojero Johann Christian Friedrich Gutkaes para que realizara un reloj para la Ópera Semper de la ciudad de Dresde. Empeñado en garantizar una buena lectura en todas las butacas del recinto, Gutkaes ideó con su ayudante un reloj digital con cifras cambiantes cada cinco minutos. No está de más recordar el nombre de aquel aprendiz que colaboró con el entonces relojero de la corte: Ferdinand Adolph Lange.
Los mismos números de hace 180 años
El reloj de la Ópera Semper siempre ha estado muy presente en la trayectoria de la moderna A. Lange & Söhne. Cuando Walter Lange decidió recuperar la firma fundada por su bisabuelo, uno de los puntos de unión con la primera etapa fueron las cifras usadas en las ventanas de gran fecha, inspiradas en los dígitos usados en la Ópera Semper.
Esta relación cobró aún más fuerza cuando la casa sajona presentó el Zeitwerk, un reloj capaz de indicar las horas y minutos de un modo digital. Para ello fue necesario desarrollar un juego de tres discos numéricos con las cifras suficientemente grandes para garantizar una correcta lectura en cualquier ocasión. Si tenemos en cuenta que el diámetro del mecanismo del reloj es de apenas 33 milímetros, nos percatamos de la dificultad que supone incluir estos tres elementos y lograr que funcionen de manera coordinada. Solo para hacernos una idea de las distancias en las que nos movemos, la diferencia de altura de los dos discos superpuestos para la indicación de minutos es de apenas 0,2 milímetros.
Superados los problemas planteados durante su desarrollo, el Zeitwerk salió a la venta en 2009 y pronto fue reconocido como uno de los relojes más originales e innovadores del mercado. Los ingenieros de A. Lange & Söhne acertaron de pleno al conseguir una perfecta armonía entre los vínculos con la época pasada de la manufactura y los nuevos tiempos. Desde entonces, el Zeitwerk ha sido un fijo en el catálogo de la casa sajona.
Más reserva de marcha, mejor ajuste
El Zeitwerk ha conocido diferentes versiones en estos trece años de existencia. Primero tuvimos las versiones de sonería, más tarde el Zeitwerk Date (2019) y el Zeitwerk Lumen (2021). Este año llega el turno de renovar el modelo original, con un nuevo movimiento que acumula algunas de las mejoras incorporadas en los últimos años. Las más destacadas son el aumento de la reserva de marcha y la posibilidad de ajustar de manera directa las horas. Ambos cambios son importantes y mejoran considerablemente el reloj.
El Zeitwerk es un reloj de carga manual –la energía para su marcha solo se puede obtener al girar la corona–. En la primera versión del Zeitwerk, la reserva de marcha era de 36 horas, que pasa a ser ahora de 72 horas. Gracias a este cambio, el Zeitwerk ya puede funcionar tres días completos sin necesidad de darle cuerda. El indicador que aparece en la mitad superior de la esfera nos informa en todo momento de la energía restante del movimiento.
El segundo cambio es el pulsador de ajuste de la hora. Se trata de una sencilla solución que permite corregir la indicación de un modo muy rápido y, de paso, poder ajustarlo en pocos segundos con la hora local en un huso horario diferente. Mientras realizamos estos ajustes, la indicación de minutos se mantiene intacta. Su corrección se realiza por medio del giro de la corona.
Dos acabados, en platino y oro rosa
El nuevo Zeitwerk está disponible en dos acabados. Las características son similares y los cambios se limitan al material de la caja y acabados de la esfera y pulsera. La versión en platino viene acompañada de una esfera de plata maciza en acabado rodinizado y correa de aligátor marrón oscuro. La versión de oro rosa lo hace con la esfera negra y correa de aligátor del mismo color. La manufactura sajona todavía no ha hecho públicos los precios de los dos modelos.