En las latitudes tropicales de los océanos Pacífico, Índico, y rara vez el Atlántico, se encuentran los llamados atolones. Estos se forman –según las observaciones de Darwin durante sus viajes a bordo del HMS Beagle en el siglo XIX– cuando crecen corales alrededor de una isla volcánica que, por cambios en el fondo marino, comienza a sumergirse. Tras un proceso que puede durar hasta 30 millones de años, la isla acaba desapareciendo debajo del nivel del mar, dejando un anillo de coral con una o varias islas sobresalientes y una laguna de aguas claras en su interior.
El segundo país más pequeño de Asia, la República de Maldivas, está formado por 26 de estos atolones, brindando a la región más de un millar de islas de coral con playas de arena blanca, lagunas azules y extensos arrecifes. Esto las convierte en el destino perfecto para todo aquel que busque una escapada tropical, aislada y, en ocasiones, absolutamente lujosa. De ellas, 87 están dedicadas al turismo vacacional, con numerosas villas y resorts que ofrecen alojamiento en lo que para muchos es un auténtico paraíso en la tierra.
Este es el caso de la pequeña isla privada de Naladhu, donde la cadena hotelera Anantara, fundada en Tailandia y con presencia en todo el mundo –como Portugal, Camboya, Indonesia, Omán o Sri Lanka, entre otros–, opera desde 2007 Naladhu Private Island Maldives, un complejo turístico que en 2021 fue nombrado el mejor resort del Océano Índico.

La compañía se centra en trasladar a sus huéspedes a las ubicaciones más exóticas y recónditas del planeta, y este exclusivo resort no es excepción. Situado en el atolón de Malé Sur de las Maldivas, cuenta con 20 casas privadas, cada una con su piscina y unas vistas panorámicas al Océano Índico. También existe la posibilidad de alquilarla en su totalidad, convirtiendo la pequeña isla en un paraíso privado con todas las comodidades y ofertas de ocio y bienestar que se puedan desear.
Llegar a la isla privada de Naladhu es fácil, con un trayecto de 30 minutos en yate desde el aeropuerto internacional de Malé, capital del país. Desde el primer momento, la exuberante vegetación tropical y las aguas cristalinas del complejo crean una sensación de tranquilidad y una atmósfera serena idónea para desconectar y relajarse. Al llegar, los huéspedes son recibidos con una cálida hospitalidad gracias al servicio personal de mayordomo que estará a su disposición las 24 horas, para hacer de la estancia una experiencia personalizada con atención de lujo al máximo detalle.

Todas las casas de Naladhu Private Island están diseñadas con una sofisticada mezcla de arquitectura tradicional maldiva y opulencia moderna. Los espaciosos interiores cuentan con techos altos y grandes ventanales orientados hacia el este que, además de iluminar los espacios interiores, invitan a disfrutar de un sobrecogedor amanecer sobre el mar.
Además del lujoso alojamiento, la isla ofrece una amplia gama de actividades para todos los gustos. Desde travesías a borde del Nirvana, el yate privado que proporciona el resort, hasta jornadas de buceo y submarinismo que permiten descubrir la fauna marina de la zona, como delfines, tiburones nodriza, tiburones ballena, tortugas y mantarrayas. El exclusivo Programa de Adopción de Coral facilita la exploración de los arrecifes de la mano de un biólogo marino y entraña la posibilidad de asistir en las labores de conservación de los mismos. Para los amantes del surf, alrededor de la isla hay una gran variedad de rompeolas que se ajustan a todos los niveles de habilidad.
Un retiro de yoga personalizado, individual o en pareja, es otra de las propuestas más interesantes Naladhu Private Island, un programa completo de relajación y bienestar que se complementa con tratamientos de spa, rituales de belleza, entrenador personal o servicio de nutricionista. Un verdadero santuario para elevar el cuerpo y la mente de los huéspedes.

La oferta gastronómica del resort incluye platos locales e internacionales que se pueden disfrutar tanto en el restaurante del complejo como en la comodidad de las villas con un menú a medida. Asimismo, los huéspedes se pueden embarcar en una expedición culinaria con clases de cocina tailandesa y maldiva.
Por su clima tropical moderado, las islas gozan de una temperatura cálida y constante durante todo el año –entre 26 y 29 grados de media– con un promedio de entre 6 y 8 horas de sol diarias y una temperatura del mar constante entre los 27 y 29 grados.
El alojamiento por noche y por habitación para dos parte de los 750 euros dependiendo de la villa y las fechas. www. naladhu.com