Dormir en suites de bambú sobre los árboles en Panamá

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Dormir en suites de bambú sobre los árboles en Panamá

La cadena hotelera Nayara Resorts ha ampliado sus servicios en una isla privada en Bocas del Toro con dos alojamientos que fusionan la estética balinesa y la panameña.

Además de ser sostenible, el bambú es la planta que más rápido crece en el mundo –hasta un metro al día–, tiene el mismo aguante a la tensión que el acero y su resistencia a la compresión es equiparable a la del cemento. Sus troncos, que pueden superar los 30 metros, son huecos, por lo que pesan muy poco. Y aunque muchos pueblos del Sudeste Asiático han optado históricamente por otros materiales de construcción debido a su poca resistencia al agua y la atracción que genera en los insectos, el estudio de arquitectura Ibuku, con sede en Bali, ha desarrollado recientemente un tratamiento especial con sales minerales que convierte esta madera en una opción fiable y muy deseada.

Foto puerta con forma de lágrima en Bocas del Toro
En la imagen superior, suite sobre un árbol, diseñada por el estudio Ibuku. Sobre estas líneas, una de las ideas que su fundadora Elora Hardy concibió para sus estructuras: entrada en forma de gota de agua. Se sujeta al marco con dos ejes centrales que hacen que la puerta rote para abrirse, eliminando la necesidad de recurrir a bisagras.

La filosofía de Ibuku y su fundadora Elora Hardy llamó hace unos años la atención de Nayara Resorts, propietaria de complejos turísticos en Costa Rica, Chile y Panamá; y concretamente en este último, en la isla de Franginpani, en Bocas del Toro, el estudio construyó 16 villas de lujo.

La última novedad ha sido la inauguración de dos suites en la selva tropical y a 15 metros de altura, para las que se han necesitado cuatro especies de bambú de origen local, así como otras maderas traídas de Sudamérica, Costa Rica e Indonesia. “Los huéspedes se maravillan con nuestros diseños arquitectónicos en todo el resort”, asegura orgulloso Scott Dinsmore, director general de Nayara Bocas del Toro.

Foto playa y villas Bocas del Toro
El complejo reúne además 16 villas personalizadas sobre el agua, así como la primera playa del mundo construida sobre el mar, soportada por pilares que se elevan desde el agua.

Las dos suites están distribuidas en tres pisos a los que se accede a través de una escalera de caracol. En la planta baja se encuentra el jardín privado, con dos sillas balinesas hechas a mano. Subiendo se atraviesa una puerta en forma de gota de agua que conecta con el dormitorio, con suelos de una agradable madera de bambú. Cuenta con un ventanal abierto de casi 360 grados y vistas espectaculares al paisaje tropical, y el tercer piso reserva una amplia sala de estar de techos altos sujetados por gruesos troncos de bambú de cañabrava.

El carácter sostenible de estas viviendas supera su material de construcción, ya que están abastecidas de agua de lluvia tratada y de energía captada por paneles solares. A diferencia de las típicas casas diseñadas sobre un árbol, ningún tronco ha sido instalado con clavos o astillas, ya que el bambú se agrieta más fácilmente que otras maderas. En cambio, se han juntado con hebras vegetales, prácticamente a mano, convirtiendo estas singulares viviendas en una obra de artesanía que mezcla el estilo indonesio con el panameño.

Foto del baño de la casa en el árbol de Nayara Bocas del Toro
El cuarto de baño, con ducha y bañera exterior, perfectamente cubierto por un techo y con una mampara de bambú curva.

Elora Hardy

En 2008, John Hardy fundó junto a su mujer Cynthia Green School, una escuela en Bali en un edificio casi únicamente en bambú. Su hija, Elora Hardy (Canadá, 1980), que creció en Indonesia, se quedó impresionada por la obra de sus padres, inspirándose en ella para convertirse en diseñadora. Así fue como, junto a un equipo de artesanos, arquitectos y diseñadores, Hardy fundó Ibuku (“mi mamá” en indonesio, en honor a la madre naturaleza). El estudio ha levantado más de 50 estructuras sostenibles en Bali, desde casas y aulas –contribuyendo al crecimiento de este colegio–, hasta puentes y restaurantes.

El objetivo de Ibuku es utilizar una forma de construcción respetuosa con el medioambiente. En sus propias palabras, “con creatividad y compromiso puedes crear belleza, confort, seguridad y hasta lujo, todo ello a partir de un material que volverá a crecer”.

foto del salón de la casa en el árbol
Muebles artesanales decoran la estancia del tercer piso, hechos a mano con madera, principalmente de bambú e importados desde Bali.

El precio por alojarse en las dos casas de los árboles de Nayara Bocas del Toro ronda los 1.400 euros por noche en temporada alta y los 1.200 euros en temporada baja. La tarifa incluye todas las comidas, así como el acceso a las instalaciones y a los deportes acuáticos no motorizados que ofrece el complejo. Las reservas se pueden tramitar a través de su página web.