Catar gana el Mundial de los hoteles de lujo

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Catar gana el Mundial de los hoteles de lujo

Además de celebrar el mayor evento futbolístico de la FIFA, el pequeño emirato se ha ido haciendo estos últimos años con uno de los mejores porfolios hoteleros de lujo.

No todo son esos estadios de fútbol de aspecto futurista y césped impecable que estos días acaparan la atención de aficionados de todos los países. Además de las espectaculares arquitecturas levantadas exprofeso para acoger la Copa del Mundo de la FIFA, el pequeño emirato ha ido haciéndose estos años con uno de los porfolios de hoteles de lujo más envidiados del planeta.

Primero fue adquiriendo joyas hoteleras para diversificar sus inversiones, bienes trofeo en Europa, Asia y América. Más tarde, ya con vistas a convertir Catar en un destino turístico de primer orden, empezó a construir lujosos establecimientos en su propio país. Y ahora, con la llegada del gran evento deportivo, añade a esta colección un edificio icónico y emblemático en Doha, su capital, capaz de convertirse en lo que el Burj Al Arab representa para Dubai: un icono con vocación de servir de imagen del destino.

Foto de Hotel Plaza de Nueva York
En la imagen superior, las Torres Katara, el nuevo rascacielos de Doha en donde brillan dos lujosos hoteles de Raffles y Fairmont. Sobre estas líneas, el Hotel Plaza de Nueva York, una de las leyendas ‘extranjeras’ que figuran en el porfolio de Catar.

Se trata de las Torres Katara, un rascacielos con una muy particular silueta en forma de medialuna que se inspira en las dos espadas (cimitarras) que aparecen en el emblema nacional de Catar, y que en este caso se transforman en dos torres de hormigón simétricamente curvas que alcanzan una altura de 211 metros. Cada uno de los dos brazos del edificio tiene 36 pisos y ambos acogen un lujoso hotel de dos marcas emblemáticas, Raffles y Fairmont, que justo han abierto sus puertas (aunque parcialmente) para acoger exclusivamente a invitados VIP del Mundial.

El Raffles Doha es el único hotel del país que ofrece exclusivamente suites, 132 en total, al estilo del Burj Al Arab, y al igual que éste todas cuentan con servicio de mayordomo. Frederic Malle ha hecho una fragancia exclusiva para el hotel, que incluye un espacio deslumbrante para eventos: un fastuoso salón con techos de 22 metros de altura. En la otra torre curva se levanta el Fairmont Doha, con 270 habitaciones inspiradas en interiores de un yate de lujo y vistas panorámicas sobre la costa. Ambos hoteles, naturalmente, cuentan con lo último de lo último en spa, además de espacios gastronómicos a la altura de las expectativas como el primer establecimiento en el extranjero del ‘triestrellado’ chef italiano Michelin Enrico Crippa.

Foto del Savoy de Londres
La espectacular entrada del Savoy de Londres, otra de las joyas de Katara Hospitality.

Ni Raffles ni Fairmont son nombres desconocidos para Katara Hospitality, el poderoso y riquísimo brazo hotelero del emirato. Ambas marcas forman parte del gigante francés Accor, con el que el pequeño país de la península arábiga tiene especiales vínculos desde que empezara a formar su cartera de hoteles en 1970.

El modelo hotelero de Catar es hacerse con la propiedad de lujosos hoteles, pero no gestionarlos bajo una marca propia, para lo que recurre a diferentes socios, entre ellos Ritz-Carlton, Raffles, Fairmont, The Peninsula o InterContinental. Y tiene predilección por hacerse con esos establecimientos legendarios y verdaderamente únicos que forman parte de la historia del lujo con mayúsculas.

Foto del Hotel Carlton de Cannes
El Hotel Carlton de Cannes lleva dos años cerrado por reforma y se espera que reabra sus puertas aún con más grandeza en 2023 bajo el impulso catarí.

En este exclusivo portfolio de “leyendas” figuran, entre otros, el Savoy de Londres, el Royal Monceau de París, el Raffles de Singapur, el Carlton de Cannes o el Plaza de Nueva York. La gran ventaja de formar parte de las inversiones del país con mayor renta per cápita del mundo no es otra que la gran cantidad de recursos que el país puede destinar a los necesarios liftings de estas viejas damas de la hospitalidad de lujo. Este ha sido el caso del mítico Raffles de Singapur o el parisino Royal Monceau, sometidos en los últimos años a espectaculares reformas y puestas al día. En estos momentos es el turno de la gran dama de la Croisette, el Carlton, cerrado por reforma desde hace dos años y con reapertura prevista para 2023. En otras ocasiones, los inversores optan por empezar desde cero y crean hoteles realmente extraordinarios en destinos tan competitivos como París. Este es el caso de The Peninsula, que en pocos años se ha convertido en una de las mejores direcciones de la ciudad capaz de dejar atrás a leyendas como el Bristol o el George V.

En España, Katara Hospitality es propietaria del Intercontinental de Madrid, el primer hotel de una cadena norteamericana que llegó a España. Un hotel que siempre ha estado muy ligado a Estados Unidos, en parte por su proximidad a la embajada de este país, vínculo que revalidó el presidente Biden al alojarse en él con su mujer y sus nietas el pasado mes de mayo.

En la colección del emirato se incluye también un símbolo nacional como el hotel Intercontinental de Madrid

A su gran emplazamiento se unem las hechuras del soberbio edificio proyectado por Luis Martínez-Feduchi en 1950. En manos de Katara, y con el competitivo panorama hotelero de Madrid en el que ahora brillan grupos como Mandarin, Four Seasons o Rosewood, todo apunta a que no va a pasar mucho tiempo para la deseable puesta al día que esta gran dirección se merece.