Ladybird Colors: nuevos colores para despertar los cinco sentidos 

Relojes femeninos

Ladybird Colors: nuevos colores para despertar los cinco sentidos 

La colección, heredera del modelo del mismo nombre creado en 1956 y relanzada en 2021, vuelve esta primavera con sus últimas propuestas en un delicado ejercicio de color y mecánica.

Sea cual sea la perspectiva desde la que se contemple los cinco nuevos relojes de Blancpain, es evidente que representan la quintaesencia de la relojería de lujo. La razón: se han concebido en torno a cinco combinaciones cromáticas con el único propósito de realzar dos refinadas complicaciones: el segundero pequeño y la fase lunar. Estas indicaciones, recientemente incorporadas en la colección Ladybird Colors, encajan a la perfección con el diseño de una línea de relojes joya que, curiosamente, fue lanzada por una mujer en 1956. 

Un origen con carácter femenino 

Hablamos de Betty Fiechter, la primera propietaria y CEO de género femenino en una compañía relojera suiza. En 1933 hizo crecer a la manufactura Blancpain a pesar de la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, la aparición de los relojes de cuarzo y de sufrir un cáncer y la muerte de su socio comercial. 

Berthe-Marie Fiechter, conocida como «Betty», comenzó su carrera profesional en 1912, dos años antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. Contra viento y marea esta mujer visionaria en un mundo exclusivamente masculino impulsó a Blancpain hasta la cumbre de la Alta Relojería con la creación de relojes pioneros como el Fifty Fathoms y el Ladybird que nos ocupa.  

Fue una gran mujer cuyo legado sigue siendo vital para Blancpain y que actualmente se expresa a través de la colección híper femenina Ladybird Colors y del reloj Air Command que, inspirado en un cronógrafo de los años 1950, en 2022 hizo su gran entrada entre los relojes deportivos de la manufactura con look vintage y de formato femenino (36,2 mm de diámetro).  

En la imagen superior, nuevo Ladybird con calibre 1163 en color turquesa (33.000 euros). Sobre estas líneas, trabajo de manufactura artesanal de Blancpain.

Pionera en relojes femeninos 

En lo que a relojes femeninos se refiere, sin lugar a duda, Blancpain tiene mucho que decir. Convencida de que las mujeres saben apreciar la magia de los relojes mecánicos, la manufactura Blancpain ha desempeñado un papel pionero en la historia de los relojes femeninos, como lo atestiguan los grandes avances presentados por la manufactura desde 1930 hasta la actualidad. 

La firma creó en 1930 el primer reloj de pulsera automático para mujer, que recibió el nombre de Rolls. Para adaptarse a las finas formas femeninas de este reloj, la casa logró diseñar un movimiento de cuerda automática con 15 rubíes, junto a un ingenioso sistema corredero para dar cuerda al mecanismo. Un hito de la relojería ultra compacta que se ha convertido hoy en un reloj de coleccionista muy deseado. 

Pero volviendo al reloj Ladybird de 1956: estaba provisto del movimiento redondo más pequeño del mundo (11,85 mm de diámetro). Los relojeros tuvieron que hacer uso de una gran creatividad e ingenio para miniaturizar los componentes de este reloj mecánico para adaptarse a las tendencias de la época. Los resultados recompensaron con creces su trabajo, ya que el Ladybird fue todo un éxito en su lanzamiento.  

También durante esta época, la manufactura fue pionera al ofrecer relojes femeninos con la corona de remontuar colocada en la parte trasera del reloj. Esto permitió a los diseñadores ofrecer perfiles especialmente elegantes para los relojes femeninos. Los movimientos baguette, también de tamaño extremadamente pequeño (7 × 18,6 mm), se convirtieron en una especialidad de Blancpain durante aquellos años.  

Nuevas complicaciones y colores para Ladybird 

Cada uno de los colores ha sido cuidadosamente seleccionado para crear un todo armónico sobre la muñeca de la mujer que lo lleva. La gama de tonos fríos arranca en el azul, el color más apreciado por ser el que más favorece; seguido de dos tonos de verde, elegantes y frescos, que evocan la primavera; para continuar con un lila floral y, finalmente, concluir en un turquesa con resonancias de mar y de luz estival.

La colección Ladybird Colors de Blancpain exhibe hoy con orgullo dos nuevas complicaciones. Los artífices de su magia mecánica son los calibres 1163 (en el caso del segundero pequeño) y 1163L (en el de la fase lunar). Ambos, dotados de una reserva de marcha de 4 días y de una espiral de silicio, se han diseñado para medir el tiempo con precisión, comodidad y estilo. Además, la masa oscilante de oro –a juego con el color de la caja– luce motivos circulares calados, en consonancia con las líneas de la esfera.  

En ella, realizada en nácar perlado con 70 diamantes engastados, los números romanos se tiñen de colores: azul noche, verde pavo real, verde bosque, lila o turquesa. Los mismos colores animan también el brazalete de estos modelos de oro rojo o blanco. 

El equilibrio estético que caracteriza los nuevos Ladybird Colors se descompensa de manera sutil mediante una ligera asimetría que se detecta en los distintos elementos de la esfera. Los números romanos descentrados se resaltan con un realce de engaste delicadamente decreciente que se reproduce en el segundero pequeño y la fase lunar. Y aquí hacemos un inciso sobre la representación de la luna, ya que Blancpain hace un guiño a las mujeres dibujando un coqueto lunar a lo Marilyn Monroe en el satélite natural de la Tierra. 

La caja de los nuevos Ladybird Colors, de 34,9 mm de diámetro, luce 59 diamantes, que suman más de dos quilates en total. Blancpain ha demostrado su capacidad para superarse una vez más, concibiendo modelos coloridos sumamente elegantes en los que los elementos de joyería reavivan la magia de la relojería mecánica. Exhiben un engaste de alta gama que se logra ajustando cada parámetro minuciosamente a mano para obtener un brillo espectacular.