Los relojes deportivos creados a lo largo del siglo XX han resultado ser tan carismáticos o incluso mucho más que los modelos clásicos. Nada tiene que envidiarle un Royal Oak, un Monaco o un Ingenieur a un Altiplano, un Tank o un Calatrava, sino que, al contrario, todos ellos son iconos de la relojería que hoy están más vivos y son más demandados que nunca. A esta mini lista habría que añadir el modelo lanzado en 1963 por Rolex, el Oyster Perpetual Cosmograph Daytona que, junto con el Submariner, son los relojes más vendidos de todos los tiempos por la marca.
El Daytona, como familiarmente se le conoce, fue diseñado para satisfacer la necesidad de los pilotos de carreras profesionales de medir intervalos de tiempo y determinar velocidades medias. Se le dotó de un bisel taquimétrico, que es el elemento esencial de la identidad del reloj, con una graduación que permite medir una velocidad media de hasta 400 kilómetros o millas por hora mediante un segundero central.
Ahora que se cumplen 60 años del cronógrafo más famoso asociado al mundo de las carreras, que coincide además con el centenario de una de las carreras de resistencia, las 24 Horas de Le Mans, Rolex lo festeja a lo grande mediante con un modelo conmemorativo espectacular y de paso actualiza toda la colección.
Sesenta años resistiendo a la velocidad

Tanto por su nombre como por sus funciones, el Cosmograph Daytona está vinculado al mundo del deporte del motor y, 60 años después de su lanzamiento, sigue ostentando un estatus sin precedentes entre los cronógrafos deportivos.
Rolex ha apoyado la entonces llamada Daytona 3-Hour Continental desde su creación en 1962. La marca, que ha sido Sponsor Oficial de la competición desde 1992, regala a los ganadores un Oyster Perpetual Cosmograph Daytona especialmente grabado en Victory Lane. “En Daytona, todo gira en torno al reloj. Si ganas un trofeo, se queda en una estantería. El dinero va al banco. Si ganas un Rolex con la palabra “ganador” grabada en el fondo, lo llevas puesto cada día”, comenta el veterano piloto californiano Scott Pruett.
Pero la colaboración de Rolex con el mundo del motor es bastante más extensa. Comprende el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA (WEC) y las tres carreras que han conformado la leyenda de la disciplina y sus pilotos: la Rolex 24 At DAYTONA, las 24 Horas de Le Mans y las 12 Horas de Sebring. También apoya a Tom Kristensen, una figura icónica en las 24 Horas de Le Mans, una competición que ganó nueve veces, suponiendo un récord.
Nuevo Daytona conmemorativo
Precisamente con ocasión del centenario de esta última, la firma ha lanzado una nueva versión de aniversario al tiempo que ha actualizado toda la gama. Son muchos los detalles que hacen de esta una pieza excepcional y deseable. El Oyster Perpetual Cosmograph Daytona está realizado en oro blanco e incluye un bisel Cerachrom en cerámica negra. Las graduaciones, los números y las inscripciones de la escala taquimétrica, moldeados en hueco, se colorean depositando platino mediante una técnica PVD (Physical Vapour Deposition), excepto el número ‘100’, que ha sido rellenado con cerámica roja, haciendo un guiño al centenario de la carrera.
La caja Oyster de esta nueva versión del Cosmograph Daytona, de 40 mm de diámetro, garantiza una hermeticidad de hasta 100 metros. La carrura está trabajada en un bloque macizo de oro blanco. La corona de cuerda Triplock, provista de un sistema de triple hermeticidad y de protectores tallados en la carrura, se enrosca sólidamente a la caja, al igual que los pulsadores de cronógrafo. El cristal está realizado en zafiro prácticamente imposible de rayar y presenta un tratamiento antireflejos.
Además, el diseño de los contadores de la esfera se ha inspirado en las esferas históricas del Daytona usado, entre otros, por el actor y piloto de carreras Paul Newman. En esta ocasión y como gran novedad, el contador de las 9 tiene una escala de 24h.
Hacemos un paréntesis para recordar que en noviembre de 2017 la subasta inaugural de Phillips en Nueva York, Winning Icons – Legendary Watches of the 20th Century pasó a la historia por la venta del singular y único Rolex “Paul Newman” Cosmograph Daytona –el reloj que inspiró el apodo legendario de las versiones más prestigiosas del Rolex Daytona- un regalo que la esposa del actor le hizo en 1972 para que lo usase en su debut en las carreras de coches y que había grabado con un cariñoso mensaje: “Conduce despacio”. Y es que el reloj fue vendido telefónicamente por una cifra récord: más de 15 millones de euros.
Un calibre exclusivo

El calibre 4132 incorpora el escape Chronergy, amortiguadores Paraflex y puentes decorados con Rolex Côtes de Genève. La masa oscilante de oro amarillo está equipada con un cojinete de bolas optimizado. Como todos los relojes Rolex, esta versión especial del Oyster Perpetual Cosmograph Daytona lleva la certificación Superlative Chronometer, que garantiza un excelente rendimiento en la muñeca.
Dotado de un cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos, el fondo transparente permite admirar las decoraciones del movimiento, así como las evoluciones de la masa oscilante. Orillado de un fino acanalado, se enrosca herméticamente con ayuda de una herramienta especial por lo que solo los relojeros autorizados por Rolex pueden acceder de este modo al movimiento. Será esto un guiño, más allá del compromiso técnico de la marca, al hecho de que el Daytona es históricamente el patrimonio exclusivo de los vencedores…