Felipe García-Bañón, también conocido como Felipao, es uno de los artistas más conocidos del panorama nacional contemporáneo. Afincado en Madrid, ha participado en multitud de exposiciones internacionales y en poco más de una década, se ha hecho un hueco en algunas de las colecciones privadas más importantes, tales como la de Juan Antonio Pérez Simón o la de Alicia Koplowitz. Con su apuesta por el estilo pop, personal y colectivo a la vez, se ha labrado un gran prestigio.

La ascendencia diplomática de la familia García-Bañón cobra una gran importancia a la hora de comprender su particular perspectiva artística. Al tener la oportunidad de conocer numerosos destinos y culturas muy distintas durante sus años de formación, pudo configurar una amplia visión del mundo, absolutamente cosmopolita. Fascinado por los colores, los brillos y las formas, Felipao proyecta luz y optimismo en sus obras. Con la convicción firme de que el arte ha de ser un elemento enriquecedor, el artista encuentra inspiración tanto en el mundo cotidiano como en el onírico.
En su último proyecto, colabora con una de las instituciones artísticas españolas de mayor legado histórico: la Real Fábrica de Tapices. La colección Amberes sigue la técnica del nudo turco y es un buen reflejo del espíritu de Felipao. Tradición y vanguardia se funden en esta creación, que representa imágenes muy de nuestro tiempo por medio de una técnica clásica. Hablamos, a continuación, con el artista.

Pregunta. ¿Quién es Felipe García-Bañón Sanz-Briz? ¿Y quién es Felipao?
Respuesta. Felipe García-Bañón Sanz-Briz es hijo y nieto de diplomáticos, lo cual ha hecho que mi vida sea un poco diferente. En un principio, estudié empresariales en ICADE y estuve trabajando en varias multinacionales. Hace 13 años decidí cambiar de rumbo y dedicarme al arte, que siempre ha sido y es mi gran pasión. Felipao ha sido siempre la forma cariñosa con la que me llamaban mis amigos y, al cambiar de vida, la usé como nombre artístico.
P. ¿Cómo fue su entrada en el mundo del arte tras tantos años dedicados al sector empresarial?
R. Difícil, como la de todo emprendedor. Yo soy autodidacta, pero la mayor fábrica de un artista está en su cabeza.

P. Sobre su último proyecto, ¿cómo surge la idea de trabajar con la Real Fábrica de Tapices?
R. Es una colaboración preciosa, de las que más me han gustado. Ellos querían un artista contemporáneo para rejuvenecer la imagen de las alfombras que vienen tradicionalmente fabricando. Así que contactaron conmigo, nos gustamos y así empezó todo.
P. ¿En qué consiste esta colaboración?
R. Basado en el diseño que he realizado con meninas poliédricas en colores vivos, cada cliente puede encargar su alfombra a medida. Cada metro cuadrado está compuesto de 14.800 nudos tejidos a mano. Se tarda una semana en elaborar cada una.

P. Para los apasionados del arte, este trabajo conjunto se puede interpretar como una fusión de tradición y vanguardia. ¿Qué importancia tiene para usted el lanzamiento de esta colección?
R. Muchísima. Para mi, es la colaboración más importante que he hecho hasta la fecha. Esto es dar un giro a todo lo que venía haciendo, de forma magistral de la mano de la Fábrica.

P. En esta colección encontramos paraguas, mugs, abanicos… ¿Podría hablarnos un poco más sobre Amberes?
R. Todo está fabricado en España, y parte del diseño inicial de la alfombra. Es una edición limitada de paraguas, pañuelos de seda, abanicos, fundas de gafas, tazas de cerámica… Destaca también la mini menina, en un Pantone exclusivo para la R.F.T. El nombre, Amberes, lo tomamos directamente de la ciudad holandesa porque ahí es donde se fabricaron los primeros tapices de la historia.
P. Para finalizar, nos interesa conocer su opinión sobre el panorama artístico nacional. ¿Cuál cree usted que es el futuro del arte en España?
R. No me considero un visionario, pero creo que en el mundo del arte el éxito depende mucho de las ganas que tenga el artista de conseguir sus metas. Al final, esto funciona así para casi todo.
