Dos estilos diferentes en una exposición común

Arte

Dos estilos diferentes en una exposición común

Carlota Pérez de Castro y Borja Colom ‘enfrentan’ sus obras en la exposición ‘Habitarte’

Son jóvenes. Son pareja. Y pintan en el mismo estudio (cada uno con su espacio propio). Pero sus estilos pictóricos son completamente diferentes. No pasa nada. El arte es generoso y lo abraza todo, como “Habitarte” (del 11 al 27 de mayo en la galería madrileña Materna y Herencia), que sitúa, como si de un diálogo se tratara, la serie de cuadros La Rayada, de Carlota Pérez de Castro, y Arquitectura líquida, de Borja Colom (él es también arquitecto). Ambos son dos de los artistas españoles con una edad precoz con más proyección internacional. Es posible que a ella la recuerden por aquella exposición andante que sacó a la calle durante la pandemia. A él, porque exhibió su primeros trabajos en la mítica coctelería Bar Cock de Madrid, que fuera templo de peregrinación de los más modernuquis y los que querían ver y ser vistos en aquellos años de la Movida… Y después.

Hablando de moverse. El 18 de mayo los cuadros cobrarán vida a través de una performance de danza y body paintinting y el 25, los asistentes se adentrarán en un espacio oscuro donde los lienzos de Pérez de Castro se iluminarán… Y Carlota (descendiente de Evaristo Pérez de Castro, redactor de la Constitución de Cádiz en 1812) volverá a moverse. Como esto trata de un diálogo de pinturas, dialogamos con ellos.

Pregunta. Carlota, ¿qué te enseñaron tu madre y tu abuela?

Respuesta. Mi madre me ha enseñado a ser libre, a que todo vale en la pintura y que lo importante es disfrutar del proceso, desalentándote del resultado final. Recuerdo de pequeña pintar los fondos de sus cuadros y estar manchada todo el día, pintándome y disfrazándome. Mi abuela me ha enseñado la disciplina que requiere ser artista, y el trabajo con el color.

En la imagen superior, el dúo posando junto a dos de sus respectivas obras. Sobre estas líneas, Carlota Pérez de Castro (Madrid, 1998), la más joven en exponer en Palacio de Cibeles, acompañada de una pieza de su colección “Rayas” realizada en técnica mixta sobre lienzo.

P. ¿Qué tienen las rayas que tanto te atraen a la hora de pintar?

R. Son una búsqueda, una pregunta que llega a otra pregunta, que lleva a otra…. Las pinto desde hace años, y no tengo la respuesta de por qué, tan solo la teoría de que cuando lo sepa, dejaré de pintarlas.

P. Has crecido rodeada de arte. ¿Qué recuerdos tienes de tu adolescencia e infancia de esos cuadros que andaban por casa de tus padres? Creo que ellos coleccionan arte…

R. Más que coleccionar arte, lo creaban. En casa los cuadros se acumulan apilados en las paredes. Cuando se acerca una exposición no se puede ni pasar por los pasillos. Desde que tengo memoria he tenido un pincel en la mano. Recuerdo que en cada viaje familiar llevaba un cuadernito y acuarelas. Siempre que he viajado, ha sido plasmando en dibujos lo que veía y me emocionaba. Era, por ejemplo, llegar a un templo, sentarnos todos en el suelo y simplemente ponernos a dibujar.

P. Borja, con 21 años ya expusiste en el ‘Cock’… Eres un artista precoz.

R. La oportunidad de exponer en el Cock significó un antes y un después en mi carrera artística. La exposición fue muy exitosa y recibí muy buen feedback de mi obra. Además, fue emocionante exponer en uno de los lugares con más historia artística de la ciudad. Desde entonces, mi concepto artístico ha evolucionado hacia nuevos caminos y el círculo que me rodea ha sido testigo de mi crecimiento como artista de forma transparente y sincera.

Borja Colom (Madrid, 1998), estudiante de arquitectura y apasionado por las artes gráficas, fotografiado junto a dos obras de su colección “Arquitectura Líquida”. Cada una de las obras que componen esta colección “proporcionan al receptor una escapatoria, un pasadizo disimulado que te invita a atravesar el espacio retratado”.

P. ¿Te viene de familia eso del arte, de la pintura?

R. Los Colom no son precisamente una familia de artistas, al menos no en la pintura. Sin embargo, siempre hemos sido singulares: solitarios, sensibles y fieles a un humor un tanto especial. Desde la fotografía, la cinematografía hasta el modelismo, la familia está llena de especímenes que derrochan arte a su manera.

P. ¿Qué te apasiona de la arquitectura?

R. Es un campo que define nuestro comportamiento de forma recíproca. Un espacio se moldea respondiendo a su función. Muchas veces es el espacio el que acaba proponiendo una nueva forma de interactuar con él. Lo que me apasiona de esta disciplina es el espíritu que muchas veces recorre un espacio, aquel que consigue hacer sentir y cobra vida a través de aquellos que lo recorren.

P. ¿Y qué es para ti la arquitectura? O cómo debería ser…

R. Se ha visto enormemente afectada por la globalización y la sobrepoblación, lo que ha resultado en una reducción masiva en la variedad de estilos y una producción en masa que te lleva a encontrar el mismo bloque residencial en El Cairo, Egipto o en las afueras de Getafe (España). La arquitectura que busco es pequeña, a medida y perteneciente a donde se sitúa. Pero, sobre todo, es pequeña: un jardín, un estudio, una instalación, una casa, una galería

P. Carlota, ¿por qué admiras tanto a Julian Schnabel?

R. Como artista, me ha dado la posibilidad de cambiar de estilos mil veces y radicalmente a lo largo de mi vida. Soy muy multidisciplinar y tengo la necesidad de pintarlo todo, investigar y probar todas las disciplinas posibles. Ver que él lo ha conseguido me da la tranquilidad de que yo también puedo.

A través de la repetición de una línea, con una mínima alteración, Pérez de Castro va generando figuras, como en esta obra de la colección. “Las rayas son además la estética que me caracteriza, con una gran presencia en mi vínculo con la moda y el diseño”.

P. ¿Qué significó para ti “Exposición andante”? Y, ¿por qué llevarla a cabo? ¿Te sorprendió el impacto que tuvo?

R. “Exposición andante nace de una necesidad del artista joven de exponer y compartir su trabajo. No exponer o no compartir arrastra muchos bloques creativos, inseguridades y frustraciones. Y si no hay oportunidad de hacerlo, pues sacamos los cuadros a la calle. No soy de esas personas que se quedan sentadas esperando a una oportunidad única. El movimiento que supuso Exposición andante tuvo un impacto increíble. Muchísima gente se vio reflejada y empatizó con él. Además, ayudó a más de 30 artistas a compartir su trabajo. A día de hoy, el proyecto sigue vivo. Cualquier persona que sienta esta necesidad puede desarrollarlo.

P. Borja, ¿de qué manera te ha inspirado el gran Luis Barragán en tu arquitectura?

R. Descubrí la obra de Luis Barragán cuando estuve viviendo en Ciudad de México, lo que vi marcó mucho mi entendimiento de la arquitectura. Me enseñó a contemplar el espacio como algo que no tenía por qué ser plenamente funcional. El uso del material y la luz para alterar la percepción de profundidad, el tratamiento de los límites entre interior y exterior son la base de muchos de los conceptos que trato en mis espacios.

P.¿Y en tu pintura?

R. Probablemente su mayor repercusión en mi pintura sea el uso del color. Obras como Casa Gilardi son lugares que nunca olvidas, donde el color es un elemento arquitectónico más, dentro de la sintonía que resuena en cada estancia de la casa.

P. Carlota, ¿qué es Habitarte?

R. Quiero mostrar el trabajo de dos años de investigación y exploración. Es un trabajo que comienza con una performance de body painting en mi estudio. Pinto de rayas  los cuerpos de personas que me inspiran, los fotografío y luego los retrato en un lienzo y bailan entre lo abstracto y lo figurativo. Respira a través de texturas, papeles, pinturas, ceras… Una técnica muy mixta y experimental. Borja expone 9 obras, yo expongo 13 y hemos hecho una en colaboración.

P. Borja, ¿qué es Habitarte

R. Presentamos de forma individual nuestro trabajo de los últimos dos años, el título proviene del diálogo que se crea al exponer en la misma sala las obras de ambos.

P. ¿Y Arquitectura líquida? Que es el compendio de obras que vas a exhibir…

R. Busca convertir el lienzo en una ventana, no solo interactuando con el receptor de la obra sino también con el espacio en el que esta se sitúa. Este puente entre el espacio real y el pictórico toma como elementos principales el agua y la luz, dos elementos que proporcionan vida y movimiento contrastado con una arquitectura estática. Cada una de las obras que componen esta colección proporciona al receptor una escapatoria, un pasadizo disimulado que te invita a atravesar el espacio retratado.

La colección de Colom toma como elementos principales el agua y la luz, “dos elementos que proporcionan vida y movimiento contrastado con una arquitectura estática”.

P. Admiras a David Hockney y a Edward Hopper, ¿por qué?

R. David Hockney ha sido un artista que siempre me ha llamado la atención, no solo por su talento en el uso del color sino también por su capacidad de reinventarse constantemente manteniendo su esencia a lo largo del camino. Cabe destacar su obsesión por las piscinas, algo que compartimos. Edward Hopper, al igual que Hockney, es un genio del color, y a su vez un maestro de la luz. Uno de los factores que más me cautiva de sus obras es la luz como elemento que siente, que viene cargada de emociones y que define el ambiente retratado. En muchas de sus obras, lo que más me llama la atención es la sensación de soledad. Este mismo efecto cobra vida a través de las esferas que a menudo habitan mis obras.

P. Carlota, también te apasionan el body painting, la danza… ¿Cuántas de estas expresiones artísticas vas a desarrollar en la exposición?

R. He dado muchas clases de baile y he trabajado con coreógrafas y con profesionales, pero he de decir que no es para nada mi fuerte. Desarrollaré una performance el día 25 de mayo a las 11 de la noche en la galería, pero no quiero desvelar como será… Claro que me da miedo el público, exponerme y hacer el ridículo, como a todo el mundo. Pero las ganas de compartir mis ideas superan a ese miedo.

P. Has estudiado interiorismo, diseño de moda y un master en Profesiones Artísticas. ¿En qué te han influido el interiorismo y la moda a la hora de crear?

R. Mi interés por moda creo que la expreso a través del body painting. Me interesa mucho la ornamentación del ser humano, sin necesidad de tener una función. Y el interiorismo me hace pensar en el contexto de la obra, en el lugar donde vivirá. No lo siento como un cubo blanco. El master de profesiones artísticas fue una locura, trabajé performance, poesía, teatro, escultura, dibujo… todas las disciplinas, y esto me abrió mucho la mente.

P. Borja, ¿tú también eres tan extrovertido como Carlota y le das al body painting y a bailar al lado de tus pinturas?

R. En lo que respecta al arte somos muy distintos y a la vez similares, los dos tenemos ese aspecto multidisciplinar, pero enfocado desde puntos diferentes. Yo me siento más atraído por lo instalativo y en ocasiones funcional (mobiliario) y ella por lo performativo.

P. ¿Cómo llevas eso de compartir estudio con tu pareja?

R. Es un mundo. Vivir el proceso creativo de Carlota me permite entender algo tan personal como el arte a través de sus ojos y viceversa. Nuestros estilos, técnicas y ritmos son completamente opuestos y el hecho de poder compartirlos en un mismo espacio es brutal.