El 2 de octubre de 2021 se celebró una atípica edición del Concorso d’Eleganza de Villa d’Este, que se organiza desde 1929 en el hotel del mismo nombre asomado al bellísimo Lago di Como (Italia). La edición de 2020, que tradicionalmente se celebra en mayo, se tuvo que cancelar por la pandemia de Covid y al año siguiente se retrasó cinco meses.
Con mascarillas y distancia, los escasos participantes (muchos interesados de otros continentes no pudieron viajar) asistieron asombrados al nacimiento del Rolls Royce más espectacular del siglo XXI: el coche de producción nueva más caro, 20 millones de libras (23 millones de euros). “Estamos orgullosos de presentar al mundo el primer Rolls-Royce Boat Tail y, con ello, la confirmación de que Rolls Royce Coachbuild es una división permanente dentro de la empresa”, destacó Torsten Müller-Ötvös, CEO de Rolls Royce, en la presentación física de este exclusivo modelo del que ya se habían desvelado algunas imágenes que apuntaban su originalidad y exclusividad.

La moderna Rolls Royce, nacida en 2003 en la nueva fábrica de Goodwood (Gran Bretaña) y dentro del grupo BMW, tenía claro que quería recuperar la parte más lujosa del pasado de la marca, el trabajo de personalización (bestpoke o hecho a medida) que alcanzó su máximo esplendor en los RR de los años 20 y 30 del siglo XX, un arte que para algunos modelos se denominó boat tail por su estilo refinado similar al de los yates más lujosos.
Estos sofisticados automóviles, como el Rolls-Royce Boat Tail de 1932 o el Phantom I Brougham De Ville de 1929, incluían ingeniosas mesas y huecos para guardar las vajillas y las cristalerías porque en aquellos años viajar era una aventura que podía durar muchas horas. La atención de los diseñadores se centraba tanto en el exterior y la mecánica, como en el interior y el confort.
En 2017, Rolls Royce desveló el primer modelo de la nueva división RR Coachbuild, el prototipo Sweptail, un copé biplaza con un gran techo panorámico de cristal que se inspiraba directamente en los modelos más sugerentes de las décadas de 1920 y 1930, con un interior minimalista y ultramoderno.

Serie especial limitada de tres unidades
Tras el aplauso a este prólogo, Rolls Royce ha lanzado una serie especial limitada de sólo tres unidades, que ha denominado Boat Tail y que cada comprador podrá adaptar a sus gustos. Los tres se van a construir sobre la versión descapotable de Phantom, el Drophead Coupé, de cuatro plazas, del que utilizan el chasis y los componentes mecánicos, pero lleva 1.813 piezas construidas a medida. La primera unidad se desveló en 2021 en Lago di Como, la segunda en la edición de este año del Concorso D’Eleganza, que ha regresado a sus fechas tradicionales a finales de mayo, y el tercero lo veremos posiblemente en 2023.
Alex Innes, director de diseño de RR Coachbuild, explicó que “el estilo de la carrocería es la única similitud entre los tres. Si queríamos hacer un Boat Tail moderno, tenía que haber más de uno. Cuando miras hacia atrás, a finales de la década de 1920, siempre había más de una unidad de las carrocerías especiales. Creemos que tres es el límite natural para salvaguardar esa exclusividad absoluta“. Tienen en común el motor V12 biturbo de 460 caballos, tracción trasera y un cambio automático de seis velocidades.

El primero, con casi 5,8 metros de largo, está vestido con una carrocería de color azul noche, siguiendo las indicaciones de su propietario, que quería un coche alegre para disfrutar con su familia. El tono del capó, que tiene una clara connotación náutica y con el sol parece brillar, se ha pintado degradado. Los cueros del interior son también azules, más fuertes los de las plazas delanteras y más suaves los de las traseras para dar una imagen como de lanza en movimiento. El parabrisas envolvente también recuerda al de las lanchas clásicas. Pero es en la trasera donde las referencias náuticas son más fuertes y parece una cubierta de popa en madera. Para ello, se han usado las maderas que Rolls Royce utiliza para recubrir los interiores, pero con un tratamiento especial, similar al de los barcos.
Esa parte trasera incorpora todo lo necesario para un picnic de lujo, ingeniosamente oculto. Pulsando un botón se abren los dos paneles de esa cubierta de popa, como en alas de mariposa, y muestran los huecos perfectamente diseñados para guardar en uno de los lados los aperitivos y el champán, y en el otro una vajilla y una cubertería creadas especialmente por la empresa francesa Christofle y con el nombre de Boat Tail grabado.

Incluye una nevera doble, adaptada a las botellas del champán Armand de Brignac, unas mesitas de cóctel que giran en el lateral y dos pequeños taburetes, diseñados por Rolls Royce y fabricados por la empresa italiana Promemoria, con el asiento del mismo cuero que los tapizados del interior. La apertura y cierre de este compartimiento exigió instalar cinco unidades de control electrónico específicas.
Pero el elemento más original es la sombrilla, que se guarda en la parte central de la ‘popa’ y se puede desplegar para protegerse del sol. El responsable de su diseño, Alex Innes, confesó que “estas pequeñas peculiaridades pusieron a prueba la paciencia de nuestros colegas técnicos y de ingeniería”.

Otros complementos son los paraguas RR en las puertas, un clásico de la casa; un sistema de audio Bespoke de 15 altavoces especialmente diseñado para el Boat Tail o un exclusivo bolígrafo Montblanc, guardado en una caja de aluminio y cuero que está en la guantera.
El elemento más sofisticado son los dos relojes, mujer y hombre, diseñados y fabricados específicamente para este modelo por el relojero suizo Bovet, con casi 200 años de historia. Son dos relojes únicos y complejos que se pueden usar en la muñeca, como reloj de escritorio, de bolsillo, o colocarse en una caja de titanio en el salpicadero del Boat Tail como el reloj del coche. Están montados en una caja de oro blanco de 18 quilates con esferas a juegos que representan elementos del coche y con el nombre de sus propietarios grabado.

Pascal Raffy, propietario de BOVET 1822, destacó que “trabajamos con el equipo de diseño de élite de Rolls-Royce para producir algo espectacular. Estas dos piezas, y el sistema de montaje, son completamente únicos y diferentes a cualquier cosa que hayamos hecho antes”.
El segundo RR Boat Tail, también producido de forma artesanal con carrocería de aluminio, tiene la misma base pero características propias. Encargado por un cliente vinculado al negocio de las perlas, quería una obra de arte con el color de cuatro conchas de perlas de su colección privada. Las conchas inspiraron el color exterior, uno de los más complejos creados nunca por Rolls-Royce.
La base del color es una mezcla brillante de ostra y rosa suave, con grandes copos de mica blanca y bronce que le añaden una calidad nacarada que cambia en función de la luz. El capó se pintó en contraste de un color coñac creado específicamente. Tiene elementos de mica de aluminio de color bronce y dorado y una capa transparente mate, lo que añade una calidez y profundidad significativas a la apariencia del coche. Los umbrales inferiores llevan un hilo tejido de oro rosa.

La cubierta de ‘popa’ está hecha en chapa de nogal, con incrustaciones de rayas chapadas en oro rosa y un acabado cepillado satinado para garantizar un aspecto sofisticado. En este caso, el Spirit of Ecstasy (la escultura que corona el frontal del capó como un mascaron de proa) está moldeada en oro rosa.
Innes revela que “Boat Tail es un cambio radical porque fabricar un automóvil de forma artesanal y sin límites permite un nuevo ámbito de posibilidades. Podemos conseguir cosas y resolver desafíos imposibles con los métodos industrializados normales. Es verdaderamente único, un automóvil moderno de diseño contemporáneo que ha sido posible gracias a técnicas históricas y artesanías tradicionales”.