Tras el éxito logrado con el proyecto Lancia Delta Futurista, la italiana Automobili Amos (AA), especializada en trabajos de restomod (restauración modificada o actualizada) de coches clásicos, vuelve a la carga con otro más ambicioso. Si el primer proyecto de esta pequeña empresa, creada en 2017, consistió en restaurar y actualizar 20 unidades de antiguos Lancia Delta Integrale 16V del siglo XX –el modelo se fabricó entre 1986 y 1994–, todas diferentes en su estilo y decoración, ahora va más allá con el objetivo de aplicar este trabajo sobre otros 10 de antiguos Lancia Delta Integrale para convertirlos en nuevos vehículos, esta vez con tracción integral.

El proyecto se llama Safarista y el objetivo, según indica su promotor es “ofrecer a los conductores una experiencia no competitiva que les permita llegar de forma segura a sus límites y a los de su coche, en paisajes naturales como el hielo de Suecia o las dunas de Arabia”. Ya se puede cerrar el contrato de compra de una de esas 10 exclusivas unidades, que tienen un precio base de 570.000 euros (sin impuestos) a los que se pueden sumar algunos extras. Se entregarán entre 2023 y 2024. En 1989, el Lancia Delta Integrale tenía un precio en España de 4,12 millones de pesetas (unos 24.700 euros al cambio).

Para este nuevo proyecto, su creador Eugenio Amos (Varese, Italia, 6 de mayo de 1985), apasionado del automóvil, piloto, emprendedor, coleccionista de coches raros y fundador de Automobili Amos en su localidad de nacimiento, ha contado con los mismos colaboradores que en el anterior: el estudio de diseño Borromeo De Silva, creado en 2011 en Milán por Carlos Borromeo, también socio de su amigo Amos en AA y Fabio de Silva. Para la construcción vuelve a recurrir a la experiencia del especialista italiano en tecnologías de competición Podium Advanced Technology.

El nuevo Safarista toma como base un Lancia Delta Integrale, coche diseñado por Giorgietto Giugiaro (Garessio, Italia,7 agosto 1938) de Italdesign, un dos volúmenes con tres puertas y un diseño revisado íntegramente para que pueda circular off-road. Con ese objetivo se ha reforzado el chasis y se ha actualizado el motor de 330 caballos, con un nuevo sistema de refrigeración para agua, aceite y aire, la caja de cambios y los diferenciales.
También se han revisado las suspensiones y los frenos se han actualizado con discos de acero y un freno de mano hidráulico. El interior está configurado con dos plazas y unos asientos deportivos con arneses de 4 o 5 puntos. En conjunto se han modificado y cambiado unos 1.000 componentes para apasionados de los rallies clásicos. A fin de cuentas, el Lancia Delta Integrale se alzó en su época con 10 títulos mundiales del WRC y seis de constructores, lo que lo convirtió en un coche mítico en los años 80 del siglo XX.

Pese a su juventud, Eugenio Amos quiere revivir ese espíritu del pasado. Confiesa que a los siete años se enamoró del Lancia de su padre, que lucía en la carrocería un llamativo un Giallo Ginestra (amarillo). “Los recuerdos están hechos de olores, del tacto suave del tapizado de Alcántara y de sonidos confusos”, confiesa; por eso ha querido hacer un trabajo en el que se mezclan pasión, nostalgia y sensaciones. Casado con la diseñadora Margherita Missoni en 2012 y con dos hijos, desde su casa de Varese busca revivir el espíritu de los 80.