Franky Zapata, el hombre que quiere hacernos volar

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Franky Zapata, el hombre que quiere hacernos volar

Famoso por atravesar en 2019 el Canal de la Mancha en una de sus aeronaves, acaba de presentar su nuevo vehículo volador: el JetRacer.

El 22 de mayo de 2022, Franky Zapata se elevó unos 15 metros en su jetpack sobre el lago de Biscarrosse (a una hora de Burdeos) antes de caer en picado y estrellarse contra el agua. Se disponía a realizar una exhibición ante decenas de personas, pero su motor se apagó y se precipitó hacia el lago mientras el aparato daba vueltas sobre sí mismo. Cuando los servicios de emergencia le rescataron estaba consciente, con “buena sensibilidad y habilidades motrices”.

Antiguo bicampeón mundial de motos acuáticas, inventor autodidacta y empresario, Franky Zapata (Marsella, 27 de septiembre de 1978) es fundador de Zapata y creador del Flyboard Air, una aeronave futurista impulsada por cinco turbinas, manejada mediante una palanca de mano y capaz de pasar rápidamente los 200 km/h.

En la imagen superior, retrato del empresario y piloto realizado por PertusatoFilms. Sobre estas líneas, Franky Zapata en pleno vuelo con el Flyboard Air.

Un prototipo en continuo desarrollo pilotado exclusivamente por el propio Zapata, que realiza tests de vuelo con mucha regularidad para ir incorporando sucesivas mejoras de rendimiento y diseño junto a su equipo, que cuenta con una decena de ingenieros y otros muchos técnicos y mecánicos especializados en I+D y aeronáutica. “Flyboard Air es un producto que evoluciona prácticamente todas las semanas”, explica. “El objetivo es mostrar nuestra tecnología al público varias veces al año a través de exhibiciones aéreas”.

Si bien el Flyboard Air nunca saldrá al mercado, Zapata trabaja en otros desarrollos que sí llegarán al público muy pronto.

Logros y fracasos

Famoso por conseguir en 2016 el Guinness de distancia recorrida sobre una aerotabla (2.252,4 metros frente al récord anterior de 275,9 metros del Catalin Alexandru Duru), en 2019 volvió a saltar a la palestra al participar en el desfile de la fiesta nacional francesa sobrevolando los Campos Elíseos frente al presidente Emmanuel Macron. El 14 de julio me dio mucha visibilidad”, explica. “Me dio a conocer a mucha gente que no sabía quién era”.

Tres semanas más tarde, el 4 de agosto de 2019, llegó su mayor gesta: completar la travesía del Canal de la Mancha, realizando el trayecto de 35,4 km en solo 22 minutos. Vestido totalmente de negro y ataviado con un casco, de pie sobre su aparato, despegó de Sangatte, cerca de Calais, a las 06:17 GMT del domingo y aterrizó en la bahía de Santa Margarita, en Dover, al sur de Inglaterra, alcanzando velocidades de hasta 170km/h mientras sobrevolaba el mar a 15 o 20 metros de altura escoltado por tres helicópteros. Una proeza retransmitida en televisión en todo el mundo y plasmada en un documental llamado Flying: le rêve de Zapata (Julian Nodolwsky, 2020), disponible en Amazon Prime Video.

Zapata dedicó seis meses a prepararse para cumplir este desafío. Lamentablemente, en su primer intento de atravesar la Mancha (25 julio 2019) la embarcación en la que debía repostar no era lo suficientemente grande. Este hecho provocó que Franky Zapata acabase cayendo al agua, ya que el barco se movía mucho y no tuvo suficiente estabilidad a la hora de aterrizar en la plataforma.

Pregunta: ¿Cómo se encuentra después de su reciente accidente en Biscarrosse?
Respuesta: Me he recuperado bien.

P: ¿Ha puesto ese accidente en duda la credibilidad de su proyecto?
R: Nos dedicamos al desarrollo experimental, nuestro lema es fracasar para triunfar. Para nosotros, los fracasos y las caídas forman parte del proceso normal. No se puede aprender a volar sin caer. Lo veo como un paso necesario.

Foto del Flyboard Air de Franky Zapata
El Flyboard Air, aeronave futurista de Zapata impulsada por cinco turbinas. Se maneja mediante una palanca de mano y es capaz de pasar rápidamente los 200 km/h. Foto: TChaul31Photographies.

P: ¿Recuerda la primera vez que soñó con volar?
R: Fue con 6 o 7 años, viendo películas de ciencia ficción y dibujos animados. Con 16 años quise hacer realidad ese sueño y convertirme en piloto de helicóptero, pero no aprobé el carné porque soy daltónico.

P: ¿Cuándo decidió convertirse en empresario?
R: Empecé creando mi equipo de carreras. El siguiente paso lógico fue fabricar motos acuáticas completas. Para ello fundé mi marca y mi empresa. Entonces se me ocurrió inventar el Flyboard de agua y luego el Flyboard Air. Lo cierto es que nunca he “decidido” nada, sólo he seguido mis ideas. No soy un empresario nato, lo soy “por defecto”. Tenía que hacerlo y lo hago. Mi vida consiste en crear, en perseguir una pasión.

P: ¿Qué hazañas ha conseguido ya con el Flyboard?
R: Al principio quería superar los 100 km/h, luego los 200 km/h. Más tarde crucé el Canal de la Mancha, y hace solo unos días corrí contra un Porsche Taycan en un circuito de Fórmula 1 y gané.

P: ¿Cuáles son sus objetivos de innovación para el Flyboard Air en 2022?
R: Ahora tenemos varias máquinas, y de momento no estamos trabajando tanto en el Flyboard Air como en el JetRacer: nuestro nuevo vehículo volador que será probado por unas 50 personas a principios de 2023.
Tenemos otro proyecto para finales de 2022 , que es realizar los primeros vuelos de nuestro otro nuevo vehículo [el air scooter, una moto aérea], un híbrido térmico y eléctrico que será más eficiente en términos de emisiones de CO2 que el mejor E-VTOL.

P: ¿Cuándo cree que esta tecnología estará disponible en el mercado?
R: A partir de 2023. No comercializaremos máquinas pero sí podremos comercializar vuelos en Estados Unidos. El público podrá experimentar lo que es volar en un “coche volador” [el JetRacer].

P: ¿Qué podremos hacer con esta máquina?
R: De momento está pensada para el entretenimiento y el ocio. Después de eso, estamos estudiando todo tipo de aplicaciones, como rescate, first responder

Foto del JetRacer de Franky Zapata
En la imagen, el novedoso JetRacer de Zapata, el “coche volador” que será probado por 50 personas a principios de 2023.

El “coche volador”

Según las especificaciones publicadas en la web de Zapata, el JetRacer –presentado a principios de agosto a través de un impresionante vídeo– es un avión de despegue y aterrizaje vertical, sin superficie de sustentación y cabina al aire libre impulsado por diez motores turborreactores. Sus principales características son su velocidad (unos 250 km/h) y su gran maniobrabilidad, pudiendo elevarse a 3.000 metros de altitud y con capacidad para transportar 200 kg de carga útil.

Se trata de un vehículo construido sobre la base de un chasis ligero y modular, lo que le permite responder a múltiples necesidades, tanto civiles como militares, así como ser pilotado a distancia. Todos los sistemas críticos están diseñados para proporcionar un nivel extremadamente alto de redundancia y seguridad: propulsión, control o suministro de energía. Por último, está especialmente pensado para vuelos de corto recorrido, exhibiciones o tareas específicas. El futuro precio del JetRacer aún no ha sido revelado.