El scooter eléctrico que se inspira en un toro bravo

Motor

El scooter eléctrico que se inspira en un toro bravo

Basic Urban Electric es un modelo personalizable desde su carrocería y nace como un nuevo transporte urbano del que solo se producirán 250 unidades.

Los avances en el automovilismo, la inclinación hacia un mundo cada vez más sostenible y el alza de los precios de los carburantes han provocado que las motocicletas eléctricas no solo sean una opción perfectamente válida para la movilidad moderna, sino el sustituto natural de las motos convencionales. Bajo esta idea nace la Basic Urban Electric del diseñador Nikos Manafis (Grecia, 27 de septiembre de 1983), quien se inspiró en el toro español para crear un exclusivo scooter pensado para distancias cortas dentro de las ciudades.

En palabras de su creador, el diseño “responde a la necesidad de un medio de transporte básico y ecológico. Es un medio de transporte sencillo para ciudades modernas. Utiliza la tecnología sin distracciones y tiene una postura de conducción agresiva para que el usuario se comprometa física y mentalmente en la conducción”, reconoce Manafis a CLASSPAPER.

Su motor eléctrico con baterías extraíbles alcanza los 2.000 vatios, lo cual dota al vehículo de una autonomía de 50 kilómetros limitados a una velocidad máxima de 45 km/h. Manafis ha anunciado que sólo se fabricarán 250 unidades, cada una con su placa de autenticidad grabada a medida

Foto Basic Urban Electric
El diseño está pensado para que el conductor adopte una postura inclinada hacia delante que añada estilo y fiereza al tiempo que reduce la resistencia al aire, ampliando así la autonomía y aerodinámica del vehículo. 

Estilo y funcionalidad urbana

La apariencia del Basic Urban Electric es personalizable, empezando por su carrocería, donde se puede escoger entre un acabado brillante, con tonos vivos como verde, azul, rojo, negro, marrón o un acabado mate en los sutiles gris ámbar, gris oscuro, blanco, rosa palo y dorado. Para mayor customización, el asiento viene tapizado con un abanico de tonos, a elegir entre negro, marrón y rojo. 

El proceso de creación se inició empleando un scooter convencional preexistente. Primero se le despojó de todas las partes innecesarias, dejando únicamente el chasis rodante. A continuación se le añadió la parte más técnica, sumándole conectores y moldes mediante el uso de un software pre-programado que controla todo el proceso de ensamblado. Después, el chasis se cubrió con una carrocería de fibra de carbono y se le agregaron los refuerzos (recortados quirúrgicamente con tecnología láser). Para terminar, la fase de color. Sin duda, el diseño final de Basic Urban Electric puede verse como una combinación de líneas paralelas y convergentes. “Las paralelas acentúan las líneas del chasis, aportando un efecto de gravedad a la vez que proporcionan espacio para el almacenamiento. Las convergentes añaden dramatismo y movimiento al diseño, incluso cuando se conduce a baja velocidad o la moto está quieta. Las superficies plegables acentúan las líneas y crean zonas de luces y sombras que resaltan en el diseño, reducen visualmente el volumen del scooter y proporcionan agarre a las rodillas del conductor“, expone Nikos Manafis.

Foto Basic Urban Electric exterior
El scooter ofrece dos compartimentos de almacenamiento separados: una guantera en la parte superior para objetos de fácil acceso, como el teléfono o las llaves, y un espacio inferior con cierre accesible desde ambos lados que se abre con trampillas totalmente extraíbles. Por defecto, la guantera viene tapizada en alcántara a juego con el asiento.

Para que la conducción resulte más amena se puede colocar un altavoz bluetooth en la guantera que, gracias a su forma en combinación con la carrocería hueca, crea las condiciones perfectas para que el sonido se desplace. También es posible adquirir el scooter con un altavoz directamente integrado.

Las aletas impresas en 3D albergan los intermitentes LED y están diseñadas para funcionar también como portavasos. Además, gracias al soporte de acero para cámaras que se encuentra en la parte delantera, el conductor puede capturar su recorrido en vídeo. En la zona central, las luces LED se combinan para crear una imagen tridimensional cuyo alumbrado cambia dinámicamente a medida que el vehículo gira. El módulo adicional de luces antiniebla mejora la visibilidad en carretera, añadiendo un aspecto aún más agresivo. 

Además, está protegido por un sistema de alarma de serie que activa un sonido de aviso al detectar el movimiento no deseado, además de bloquear las ruedas para evitar que el vehículo avance. Aun así, existen opciones de seguridad adicionales a elección del comprador.

Retrofuturismo nostálgico

Nikos Manafis reconoce que su trabajo como diseñador consiste en identificar un problema, aliarse con la ciencia y aplicar la tecnología disponible –o no– para ofrecer una solución. “Por eso estudié Arquitectura e Ingeniería antes de obtener un máster en diseño integrado de productos con especialización en automoción”, indica. No realiza simples estilismos ya que, en sus propias palabras, “el diseño implica funcionalidad”. “Cualquier diseño materializado debe funcionar o, de lo contrario, no es más que arte. Dicho esto, en todo diseño que va a cobrar vida hay que hacer inevitablemente concesiones. Un proyecto que pretende ser radical y crear emociones a menudo puede sacrificar parte de su ergonomía, y un producto que pretende ser extremadamente práctico debe diseñarse en consecuencia. Además, las capacidades de fabricación y los costes pueden dictar compromisos de diseño. Cada proyecto tiene unas prioridades diferentes”, añade.

Su trabajo se basa en establecer una conexión entre el usuario y sus creaciones, asegurando que presta especial atención al diseñar las piezas con las que el cliente entra en contacto: “Ya sea el depósito de una moto, la cabina de un coche o la consola de un barco, no me limito a proyectar con líneas y reflejos”.

Foto retrato Nikos Manafis
Retrato del diseñador Nikos Manafis, apoyado en un taburete.

Manafis considera que todo lo que hacemos hoy determina nuestro mañana: “Es muy irresponsable quedarse estático y depender de las tendencias cuando puedes mostrar el camino hacia una visión en la que crees. Por eso, apuesto por ir hacia una dirección consistente y eso me ha llevado a un estilo o identidad de diseño. Me gustaría llamar a este estilo retrofuturismo nostálgico. Intento que mis bocetos, aunque sean innovadores, resulten acogedores y familiares, así que utilizo señales de diseño del pasado y trato de imaginar cómo sería el presente si llegara el futuro que sueño”, concluye.

El scooter Basic Urban Electric está disponible en Europa a partir de 4.500 euros y ya se pueden realizar pedidos anticipados para el resto del mundo a través de la web de Nikos Manafis.