El Ford Mustang es el deportivo más longevo de la historia, se ha fabricado ininterrumpidamente desde 1964. En estas casi 60 décadas ha protagonizado películas, ha ganado carreras y se ha convertido en objeto de deseo para varias generaciones de todo el mundo. Desde su nacimiento se han vendido más de 10 millones de unidades y muchas siguen circulando.
Ahora, la compañía desvela una nueva versión: el primer GTD de la historia de la marca, una edición limitada inspirada en el Mustang GT3 con la que Ford va a competir en Le Mans en 2025, reviviendo los míticos duelos con Ferrari del siglo XX. El Mustang GTD es, como los modelos de competición, resultado de la colaboración entre Ford y la empresa canadiense de ingeniería y producción Multimatic, que desarrolló los Ford Mustang GT3, GT4 y el Ford GT que ganó en Le Mans.
El nuevo Ford Mustang GTD se monta inicialmente en la factoría de Flat Rock (Míchigan, Estados Unidos) para después trasladarse a las instalaciones de Multimatic en Markham (Canadá), donde los equipos de Ford Performance y Multimatic terminan la producción de forma artesanal y con la misma precisión con la que se montan los coches de competición. Las primeras unidades estarán terminadas entre finales de 2024 y principios de 2025 con un precio, sin opcionales, de 300.000 dólares (poco más de 280.000 euros al cambio actual).

Igual que el primer Ford Mustang se gestó en 1964 en un taller ante la petición del famoso presidente de la compañía Lee Iacocca (Estados Unidos, 15 octubre 1924-2 de julio 2019), que quería un coche diferente, que impusiese solo con pronunciar su nombre, rápido y ligero, el Mustang GTD del siglo XXI se empezó a gestar en 2021 en Allen (Míchigan), en un garaje detrás del túnel de viento. El objetivo era diseñar un auto capaz de competir con los mejores deportivos europeos. Las siglas GTD proceden de la clase de competición de la International Motor Sports Association (IMSA), que agrupa a los vehículos fabricados según las normas técnicas FIA GT3.
Jim Farley (Buenos Aires, Argentina, 10 junio 1962), presidente y CEO de Ford, destacó que “el Mustang GTD acaba con cualquier idea preconcebida sobre un superdeportivo, el proyecto supuso un nuevo enfoque. No hemos diseñado un vehículo de carretera para el circuito, hemos creado un coche de competición para la carretera. Toma la tecnología del Mustang GT3 de carreras, la envuelve en una carrocería Mustang de fibra de carbono y lo suelta en las calles”.

El diseño de la carrocería está pensado para mejorar la aerodinámica y la velocidad, desde el splitter delantero hasta el alerón trasero activo con control hidráulico montado en el pilar C, que es un opcional. La construcción de la carrocería con fibra de carbono reduce el peso, baja el centro de gravedad y mejora su respuesta. En fibra de carbono están hechos también los pasos de rueda, el capó, la cubierta que sustituye a la tapa del maletero, los umbrales de las puertas, el splitter delantero, el difusor trasero y el techo.
El paquete aerodinámico incluye una bandeja integral para los bajos de la carrocería, también hechos en fibra de carbono, y algunos elementos y tecnologías que no serían legales en las carreras, como los alerones delanteros controlados hidráulicamente.

Anthony Colard, director de diseño de Ford Performance, afirmó que “es un diseño creado por y para la aerodinámica. Los equipos de diseño de Ford y del Mustang GT3 y el de aerodinámica trabajaron compartiendo soluciones entre el modelo de carreras y el de calle, y viceversa”. El resultado es un aumento de la velocidad en curva, más control y excelentes tiempos en los circuitos más duros del mundo.
Greg Goodall, ingeniero jefe de Ford, reveló que en los ensayos recorrió el circuito de Nürburgring en menos de siete minutos, el resultado es el “Ford Mustang más rápido homologado para carretera”. Para lograrlo está impulsado por un motor de 5,2 litros y ocho cilindros en VV8 sobrealimentado con doble entrada de aire. Es el primer Mustang de calle que utiliza un sistema de cárter seco que ayuda a mantener el motor lubricado durante las curvas más exigentes. El motor supera las 7.500 rpm y tiene, como toda la familia, un sonido inconfundible con un sistema de escape de válvulas activas de titanio.

Para controlar esa potencia lleva frenos cerámicos de carbono, con una transmisión de doble embrague y ocho velocidades instalada en la parte trasera y un árbol de transmisión de fibra de carbono para una distribución del peso casi equilibrada al 50/50.
Calza neumáticos delanteros de 325 mm de ancho y de 345 mm detrás, con llantas de aluminio forjado de 20 pulgadas y, opcionalmente, de magnesio. Tras las llantas se ven las grandes pinzas de freno firmadas por Brembo y optimizadas para eliminar el calor. Así logra un mejor agarre y estabilidad en curva.

Para el diseño del habitáculo se han utilizado materiales de primera calidad, combinando en las tapicerías el ante y el cuero con elementos de fibra de carbono en el salpicadero. Sobre este se insertan las pantallas digitales donde se reflejan los principales parámetros del motor o se gestiona la climatización. Se han escogido asientos de competición Recaro, mientras la palanca de cambio está fabricada en titanio con una impresora 3D. No lleva plazas traseras, se han eliminado los asientos para reducir el peso y conseguir un espacio de carga.
El nuevo Ford Mustang GTD es posible personalizarlo escogiendo entre diferentes combinaciones de colores interiores y varios paquetes de opciones que transforman el diseño exterior. Pero el comprador puede elegir cualquier otro, incluso un tono propio que lo convierta en un coche único.
