El Mercedes-Benz 300 SL es uno de los automóviles clásicos más cotizados del mundo, tanto en su versión coupé con las puertas con bisagras en el techo, que por eso es conocido como Gullwing (alas de gaviota), como el descapotable o Roadster. Hacerse con una de estas unidades es una gran inversión siempre que esté en buenas condiciones. En 2018 se subastó un 300 SL Roadster por 3,1 millones de euros.

En estos días, Brabus la empresa alemana especializada en preparaciones para Mercedes, Smart y Maybach, tiene en sus escaparates un 300 SL Roadster perfectamente restaurado y a punto para pisar el asfalto con un precio de 1,7 millones de euros.
Es una de las 1.858 unidades de este modelo que Mercedes-Benz fabricó entre 1957 y 1963 y que se desveló en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1957. Derivado del coupé, se pensó inicialmente al mercado estadounidense, donde los descapotables tenían una enorme demanda. Tony Curtis, Clark Gable, Juan Manuel Fangio e incluso Sophia Loren fueron algunos de los famosos propietarios de este modelo, que podía alcanzar los 260 km/h.

La unidad restaurada por Brabus ha recuperado el color marfil original y la capota de lona negra que se abre y cierra de forma manual. Dispone también de techo coupé, particularmente raro, que también está pintado en negro. En la restauración del interior, además de recuperar todos los cromados e incluso el cenicero y el mechero (en aquellos años era muy elegante y sofisticado fumar mientras se conducía), se ha recuperado la tapicería original de cuero negro a juego con las alfombrillas. Incluye también un juego de maletas que se adapta perfectamente al hueco del maletero.
Con un peso de 1.300 kilos, el Mercedes-Benz 300 SL Roadster mide 4,52 metros de largo, 1,79 de ancho y 1,3 de alto, con una distancia entre ejes de 2,4 metros. El motor es el original, aunque ha sido revisado a fondo y probado, como siempre hace la división de clásicos de Brabus. Es un 3.0 de seis cilindros en línea con inyección directa de gasolina, una tecnología que se utilizó por primera vez en este modelo. Con una potencia de 215 caballos, alcanza los 220 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos con un cambio manual de cuatro velocidades. Desde la restauración ha acumulado 2.500 km.

La división Brabus Classic se creó en 2014 en la misma localidad alemana, Bottrop en la que en 1977 Bodo Buschmann (27 agosto 1955- 26 abril 2018) y Klaus Brackmann. El nombre es el restado de unir la primera sílaba de los dos apellidos. Poco después de su fundación Brackmann cedió sus acciones a su socio.
Brabus Classic ofrece la posibilidad de hacer restauraciones a clientes externos o hace sus propios trabajos que posteriormente pone a la venta. En la planta 4º de su sede en Bottrop hay una sala de exposición de 2.000 metros cuadrados para estos clásicos recuperados.

De media, estos vehículos exigen más de 4.000 horas de trabajo. Cuando llegan a los talleres de la empresa se desmontan completamente, se tratan posibles puntos de óxido en el chasis, se elimina la pintura original y se vuelve a pintar usando los códigos originales, pero con técnicas actuales como cataforesis.
Las partes mecánicas: motor, cambio, frenos o suspensiones, se desmontan y se revisan, sustituyendo las piezas deterioradas por otras originales o re-fabricadas. Los motores se recuperan con técnicas actuales, pero respetando las tolerancias originales. En la recuperación de los interiores colaboran artesanos que devuelven a los asientos el aspecto y mullido original un proceso que es largo y costoso. Más información, en la web Brabus.