Por increíble que parezca, la bicicleta tiene ya más de dos siglos desde que el alemán, Karl Freiherr von Drais inventó el primer prototipo de dos ruedas que se propulsaba mediante el esfuerzo humano. Aquella bicicleta que inventó en 1817 era de madera y no se parecía prácticamente en nada a lo que hoy conocemos como una bicicleta, empezando por el hecho de que no tenía pedales. Aquel que quisiera desplazarse, tenía que impulsarse con ayuda de los pies.
Hoy las bicicletas son uno de los medios de transporte más populares del mundo y eso no es casualidad. Pueden ser utilizadas tanto como vehículo como de forma lúdica y son un medio de transporte totalmente ecológico y unipersonal (casi siempre). Países como Países Bajos, Alemania y Bélgica son los que más han adoptado este medio de transporte en los entornos urbanos.

Pero Freiherr y todos los que le siguieron jamás imaginaron que un simple marco con dos ruedas podía desembocar en un invento tan ingenioso, tecnológico y futurista como la Async A1. Esta bicicleta y motocicleta eléctrica a la vez, la ASYNC A1 tiene varias cualidades que la hacen única. Para empezar, su diseño la hace tan versátil que sirve para moverse dentro de la ciudad cómodamente sobre el asfalto, o sobre terrenos escarpados e incluso arenosos.
La geometría del cuadro de la bicicleta y el sillín de apoyo están diseñados para brindar comodidad en cada situación. Su estructura gris metálica ancha y robusta es absolutamente ergonómica, ya que permite al usuario pedalear en una posición naturalmente erguida y cómoda para la espalda.
El sillín de casi 6 cm de grosor está fabricado en espuma de poliuretano, lo que brinda una amplia amortiguación y un alivio efectivo de la presión que se agradece especialmente al conducir en terrenos irregulares. Así, gracias a su suspensión delantera y suspensión trasera con monoamortiguador y sus frenos hidráulicos de cuatro pistones, permite que los aventureros disfruten en los terrenos más inhóspitos sin pasar factura a sus lumbares.

Por otro lado, la bici cuenta con una útil herramienta: la app Async, una aplicación con varias funciones. Entre ellas el bloqueo y desbloqueo del vehículo; el ajuste del nivel de potencia; el control de las luces; el seguimiento de la ubicación, la navegación al destino deseado y la comprobación de sus datos de ciclismo. También cuenta con una llave digital que, al ser configurada, sólo permite a una persona encender la bicicleta, además de desbloquearse automáticamente.
En el salpicadero se muestra información de navegación detallada que incluye giros, distancia o la estimación de la hora de llegada. Y es localizable en todo momento gracias al seguimiento por GPS. La A1 está disponible en dos colores, naranja y plateado y en dos modalidades: estándar y Pro. La primera se encuentra a la venta en la página web de la marca con un precio de 2.777 euros y la segunda -sólo disponible en color moon silver– por 1.939 euros. Ambas se diferencian en muchos aspectos, desde el peso (la pro pesa más), hasta la capacidad de la batería y el tiempo de carga, que se optimiza en la versión Pro. Por otro lado, las funciones de llave digital, GPS y navegación no están disponibles en la versión estándar.