Charlotte y Nicolas Courson imaginan y editan muebles y accesorios de lujo en series limitadas, con estética onírica y los materiales más exclusivos. Sus caminos se cruzaron en 2006, cuando su pasión compartida por el arte y el diseño les llevó a viajar por Italia y Francia, donde empezó a germinar su torrente creativo.
ADN design
De madre ceramista y suegro escultor, a Nicolas Courson (París, Francia, 17 de marzo de 1968) siempre le apasionó la arquitectura. Por eso hace tres décadas fundó 20000 Lieux, la primera agencia especializada en alquiler de espacios –casas de arquitectos, castillos, lofts– para cine, televisión, publicidad y eventos que es hoy líder en toda Europa. “Visité cientos de lugares increibles, la mayoría amueblados por iconos de todas las épocas como Charlotte Perriand, Jean Prouvé, los Eames, los hermanos Bouroullec…. Entonces tanto mis ojos como mi curiosidad se agudizaron, algo que nunca me ha abandonado”, explica.
Pero ahí no acabó todo, ya que en 2017 se lanzó al negocio del alquiler de muebles vintage o contemporáneos con Daytime París, antes de dar el salto al diseño, ya que “no encontraba en el mercado lo que realmente me gustaba”.
Eso coincidió con su mudanza desde París al País Vasco, donde se casó con Charlotte Janos Courson (París, Francia, 14 de mayo de 1976) en 2019 antes de crear –en pleno confinamiento por el Covid 19– Maison Courson, espacio creativo desde donde imaginan un universo material con gran capacidad de asombro. Ella, licenciada en historia del arte y cine, había trabajado hasta entonces en la producción audiovisual, donde desarrolló una sensibilidad muy especial para elegir materiales y colores que hoy ha terminado de explotar en Maison Courson.
Pregunta: ¿Cuál es su filosofía de lo práctico?
Nicolas Courson: La funcionalidad, en teoría, es uno de los componentes esenciales del diseño y uno de los elementos que lo diferencian del arte. Sin embargo, a veces me gusta alejarme de ella para quedarme sólo con una idea, un concepto, y no con el lado práctico; es decir, un objeto de diseño puede existir a pesar de no tener ninguna utilidad, ¡como el charco al que llamé “alfombra” aunque no se pueda pisar!
P: ¿Es la producción de belleza uno de sus objetivos como diseñador?
R: Sí, cuando pienso en un mueble quiero que sea bonito.
P: ¿Qué desea conseguir con sus creaciones?
R: Quiero que la gente sienta una emoción o que le genere mucha curiosidad. Quiero que se pregunte sobre la forma en la que ha sido fabricado un objeto o sobre su funcionalidad. Me gusta crear esa zona de preguntas, esa interrogación.
P: ¿De quién heredó el gusto por la creación?
R: De mi entorno, en particular de mi madre, que es ceramista. Durante toda mi infancia y adolescencia la veía durante días y noches dando forma a la arcilla… y la magia operaba de repente, las formas cobraban vida y se convertían en algo.
Oro líquido
La última creación de Maison Courson es el Tapis Flaque (la “alfombra charco”), un sorprendente objeto para el que Nicolas se inspiró de una de sus grandes pasiones: tomar olas. “La idea del charco vino de mis ganas de trabajar la resina”, explica. “Como soy surfista, las técnicas de fabricación de las tablas me intrigaba mucho, y me apetecía experimentar en un objeto ese efecto esmalte y espejo tan particular y también las sensaciones del agua deslizándose y proyectando la luz”.
Así nació el Tapis Flaque, una base de madera trabajada en forma de panal que se recubre con fibra de vidrio y varias capas de resina antes de ser pulida. Una producción que implica hasta tres o cuatro meses por pieza y que incorpora un tejido de la industria del automóvil que se endurece al mismo tiempo que las capas de resina. “Es una pieza rígida”, explica Nicolas Courson, “pero para mí es una alfombra. Muchas de nuestras creaciones están hechas para colgar de las paredes. Ésta es para el suelo”, dice.
Y concluye: “nos costó encontrar un artesano que se ocupase de la producción, ya que ningún shaper quería salir de su zona de confort para hacer otra cosa que no fueran tablas de surf, pero hoy trabajamos mano a mano con un taller cerca de Biarritz, donde vivimos”.