Picasso y Chanel, encuentro entre dos genios en el Thyssen-Bornemisza 

Arte

Picasso y Chanel, encuentro entre dos genios en el Thyssen-Bornemisza 

Visitamos la muestra en Madrid que da a conocer la relación entre estas dos grandes figuras de la modernidad, así como las resonancias entre sus respectivos universos estéticos.

André Malraux predijo que del siglo XX quedarían en Francia tres nombres: De Gaulle, Picasso y Chanel. Estos dos últimos coincidieron en un periodo concreto, en el círculo del París más provocador y vanguardista, y ahora el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta un proyecto expositivo temporal –comisariado por Paula Luengo, responsable de exposiciones del museo– que explora la relación entre el artista y la creadora de moda. “El atrevimiento de juntar los nombres de Pablo Picasso y Gabrielle Chanel en el título de una muestra se puede justificar fácilmente alegando que nadie escapó en el siglo XX a la influencia del malagueño”, expone Guillermo Solana, director artístico del citado museo.

La exposición reúne cincuenta diseños de Chanel, sesenta y cinco obras de Picasso y otras de Georges Braque y Juan Gris; y arranca precisamente así, mostrando la deuda del estilo de la firma con el cubismo picassiano, con su geometría, su austeridad cromática y sus materiales pobres. La modista, que destacó siempre por su gusto por la sencillez radical y por la austeridad formal, también aportó puntos esenciales al artista español. “Prueba de ello es que el primer cuadro de bañistas de Picasso, pintado en Biarritz en el último verano de la Gran Guerra, es un homenaje a Chanel y sus radicales bañadores ceñidos, sin mangas ni falditas”, añade Solana.

Foto Pablo Picasso. Las bañistas, 1918. Óleo sobre lienzo. 27 x 22 cm. Musée national Picasso-Paris, donación en 1979.
En la imagen superior, la exposición temporal Picasso/Chanel, disponible hasta 15 de enero de 2023. Sobre estas líneas, Pablo Picasso. Las bañistas, 1918. Óleo sobre lienzo. 27 x 22 cm. Musée National Picasso-Paris.

Se conocieron en 1917 en París durante el estreno del ballet Parade interpretado por los Ballets Rusos y en donde trabajaba la bailarina Olga Khokhlova, primera mujer de Picasso. Y aunque desde ese momento la diseñadora empezó a vestirla con sus creaciones, fue Jean Cocteau quien logró que el pintor y la modista colaborasen en dos ocasiones. “Si analizamos el contexto artístico y social de la época, podríamos asegurar que los dos se encuentran en el sitio y momento preciso para dar lugar a una producción significativa, pero, ante todo, innovadora y revolucionaria”, expone Paula Luengo.

La comisaria nos explica que durante los años veinte existió un “espíritu Picasso” que sacudió con fuerza todas las artes. “La influencia del cubismo en la moda de la segunda década del siglo XX, y en particular en las creaciones de Chanel, puede desgranarse en varios aspectos. Por un lado, el lenguaje formal geometrizado, de líneas rectas y angulosas de las pinturas y esculturas cubistas se plasma en los primeros diseños de la modista, que comienzan a triunfar entre las mujeres más modernas y liberales de la época”, sostiene Luengo.

Foto vista de una sala de la exposición
En la imagen, una de las salas de la exposición “Picasso/Chanel”.

Chanel también adopta la reducción cromática que emplean Braque y Picasso, en especial en su periodo de cubismo analítico, entre 1908 y 1911. “Mademoiselle abraza la monocromía y manifiesta su predilección por el blanco, el negro y el beige. Para ella, la armonía perfecta y la belleza absoluta”, añade. Además, con el collage cubista se empieza a introducir en las obras de arte todo un repertorio de materiales y objetos dispares. “En la misma línea que estas nuevas técnicas artísticas, Chanel escoge tejidos humildes y sencillos, como el algodón y el punto de lana, como consecuencia, entre otras cosas, de la escasez de textiles durante la contienda (Primera Guerra Mundial) y la consiguiente subida de sus precios”, confiesa.

Pero Pablo Picasso también se dejó impregnar por ella. De hecho, en algunos de los múltiples retratos clásicos de Olga, pintados por el artista, se observa claramente el estilo chic de Chanel, ya que aparece vestida con conjuntos que nos recuerdan al periodo inicial de la couturière. Aunque se conservan muy pocos ejemplares de estos mencionados diseños –muchos desaparecieron durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española–, las piezas que se conservan, y que se pueden encontrar en este recorrido, no han perdido actualidad ni frescura.

Para ambos, la experimentación fue permanente. “Chanel y Picasso concebían su arte como un juego, postura que expresaron liberándose de cortapisas, infringiendo las reglas, desmontando prejuicios, dando a los objetos un uso para el que no estaban pensados e inventando nuevas formas al hilo de sus fantasías y deseos”, indica Marika Genty, delegada de Patrimoine de la casa de modas francesa.

La exposición “Picasso/Chanel” estará abierta al público hasta el 15 de enero de 2023. Precio de la entrada general: 18 euros.

1 / 6Entrada a la exposición temporal “Picasso/Chanel”.

2 / 6Pablo Picasso. Tres mujeres en la fuente, 1921. Pastel sobre papel adherido a lienzo, 66 x 51 cm. Colección privada, cortesía Tobias Mueller Modern Art, Zúrich.

3 / 6Gabrielle Chanel. Conjunto, 1926-1928. Crepé de China. Patrimoine de Chanel, París.

4 / 6Pablo Picasso. Instrumentos de música sobre una mesa, 1914. Óleo y arena sobre lienzo. 128,5 x 88 cm. Museo Yves Saint Laurent, París.

5 / 6Gabrielle Chanel. Vestido de noche, 1927-1928. Terciopelo. Colección Martin Kramer Suiza.

6 / 6Gabrielle Chanel. Vestido de día, 1920. Crepé de China. Modemuseum Hasselt.