Michael Heizer completa la mayor obra de arte del mundo en Nevada

Arte

Michael Heizer completa la mayor obra de arte del mundo en Nevada

El genio del land art ha empleado más de cinco décadas en 'City', una ciudad monumental de más de dos kilómetros en pleno desierto que ya puede verse con lista de espera.

A principios de los 70 el prestigioso artista de land art Michael Heizer (Berkeley, California, 4 de noviembre de 1944) inició en un valle desértico al sureste de Nevada la construcción de City. Un proyecto titánico inicialmente costeado por él mismo pero que atrajo la atención de instituciones como el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, la Dia Art Foundation de Nueva York –y más tarde la fundación Lannan de Nuevo México y el MoMA de Nueva York– hasta alcanzar una financiación de 40 millones de euros.

Pero a pesar de los fondos recibidos el camino no ha sido nada sencillo y la realización de la obra ha peligrado en varias ocasiones. El primer gran obstáculo surgió en los 80, cuando el gobierno de Nevada propuso usar la misma zona, a 250 kilómetros de Las Vegas, para instalar líneas de ferrocarril que transportasen misiles hasta los silos del desierto; y el segundo en 2004, cuando el Departamento de Energía quiso convertir esa misma extensión de tierra en un cementerio nuclear. Por suerte, ninguna de estas ideas salió adelante y Heizer pudo seguir con su tarea, respaldada definitivamente en 2015, cuando Obama designó el área como parte del Monumento Nacional Basin and Range.

Pero el pesimismo ha hecho mella en el artista numerosas veces durante estas décadas, con declaraciones incendiarias a medios norteamericanos como New Yorker: “Cuando vengan a destrozar mi escultura de City, se darán cuenta de que se necesitan más energía para destrozarla de lo que vale“. Y también: “Soy un tonto, solo, observando impotente cómo esperan que me muera para convertir mi rancho en una tienda de regalos y un motel”. Y poco tiempo después: “Esto es una obra maestra, o casi, y yo soy el único que se preocupa de que la cosa se haga realmente”.

Entre sus grandes aliados, Heizer ha podido apoyarse en la fundación sin ánimo de lucro Triple Aught, formada desde 1998 por representantes de las mayores instituciones de arte de Estados Unidos con una única misión: ayudar a completar City y que hoy gestiona las visitas y se ocupa de la conservación de la obra. Para sus portavoces: “La ciudad recuerda intencionadamente a muchas construcciones ceremoniales antiguas por su complejidad y tamaño, pero su forma sugiere el eje central o núcleo de una ciudad moderna”. Pero tal vez la mirada más interesante sea la del propio Heizer: “Esto es arte democrático, arte para los tiempos. No estoy aquí para decirle a la gente lo que significa todo esto. Pueden descubrirlo por sí mismos”.

Foto de Complex One de City
En la imagen superior, las pirámides 45°, 90° y 180° de City. Foto: Ben Blackwell. Sobre estas líneas, el gran montículo de tierra apilada de Complex One. Foto: Mary Converse. © Michael Heizer. Cortesía de la Triple Aught Foundation.

Historia de un récord

Allá por el siglo XIX, la familia de Heizer se estableció en Garden Valley, en la provincia geológica Basin and Range y antiguo hogar de dos pueblos nativos americanos, los Nuwu y los Newe. Un enclave rodeado de naturaleza primitiva, a los pies de varias cadenas montañosas y cerca del río White. Una zona de sorprendente aridez que el propio Heizer reclama llevar “en la sangre”, y que eligió precisamente para el proyecto de su vida, una obra de escala monumental que abarca un área de dos kilómetros y medio de largo por ochocientos metros de ancho y en donde ha seguido el mismo procedimiento que en todas sus creaciones: llevar a cabo grandes esculturas en entornos naturales y utilizar materiales extraídos de la propia tierra, con variaciones de escala y perspectivas.

Foto de City de Michael Heizer
Algunas partes de City se asemejan a antiguos geoglifos. © Michael Heizer. Cortesía de la Triple Aught Foundation. Foto: Ben Blackwell.

Un modus operandi que recuerda sin duda a su primera escultura, Displaced/replaced mass, realizada cuando solo tenía 25 años (en 1969) en Silver Springs, Nevada, y en la que Heizer sustrajo bloques de granito de una ladera cercana y los introdujo en un par de fosas al aire libre que luego cubrió con hormigón creando una obra carente de materialidad.

Kara Vander Weg, vicepresidenta de la fundación Triple Aught, señala que “City utiliza un lenguaje que recuerda a sus “esculturas en negativo”, creadas por primera vez en 1967, y plasmadas en 1969 en su obra monumental Double Negative, en la Mormon Mesa de Overton, Nevada”. Y añade “durante el titánico proceso de construcción de City, el artista pensó y repensó sus primeros dibujos, haciendo múltiples ajustes. Por supuesto trazó los planos que guiaron sus inicios, pero sus intenciones evolucionaron y requirieron, con el tiempo, añadir muchas cosas”.

Foto de City de Heizer
Imagen aérea de una de City. Las largas líneas de hormigón acentúan los montículos de roca y arena y parecen rastrilladas como jardines zen. © Michael Heizer. Cortesía de la Triple Aught Foundation. Foto: Eric Piasecki.

La ciudad de Heizer

La inmensa estructura de City, considerada desde septiembre la obra de arte contemporáneo más grande del mundo, es un compendio de todas las ideas de la carrera de Heizer y sus pasiones autobiográficas, que se remontan a los viajes de su adolescencia junto a su padre a yacimientos en California, Nevada, México, Perú y Egipto, que despertaron en él un interés por las ruinas precolombinas (mayas, incas, aztecas y toltecas) y la arquitectura egipcia.

Las formas geométricas de City, a la vez suaves y afiladas, hacen pensar en el decorado de una película de ciencia ficción o en una antigua ciudad perdida. La obra está compuesta principalmente por dos estructuras situadas a cada extremo, Complex One y 45°, 90°, 180°, separadas por un paisaje de cavidades y montículos de roca, arena y vegetación y trazados en línea que ofrecen múltiples puntos de vista sobre el espacio circundante.

Complex One, la primera obra en la que trabajó el escultor –hace referencia a sus pinturas abstractas originales–, presenta volúmenes cuadrangulares de hormigón, acero y piedra, similares a los de una mastaba o una pirámide sin escalones imaginada por los primeros pueblos de otro mundo. Por otro lado, las formas triangulares y rectangulares de 45°, 90°, 180°, con sus misteriosas elevaciones e inclinaciones, evolucionan en un juego de luz cambiante, y Complex Two luce una estética basada en la arquitectura del antiguo Egipto.

Foto de Complex Two de City
Complex Two es un montículo con forma piramidal de 400 metros de longitud y 2,5 metros de alto. Gran parte del material para la escultura se extrajo de sus alrededores. © Michael Heizer. Cortesía de la Triple Aught Foundation. Foto: Joe Rome.

Para crear este inmenso laberinto de formas casi brutalistas, Heizer ha utilizado materiales locales como arcilla, arena y rocas recogidas in situ utilizando métodos sostenibles. “La cuestión medioambiental es crucial para Heizer”, explica Kara Vander Weg. Y añade: “Los materiales se recogieron con medios mínimamente invasivos, para que las plantas y la fauna autóctonas no sufrieran alteraciones”.

Virginia Dwan, miembro del Consejo de Administración de la Fundación Triple Aught y reconocida galerista, ha declarado: “Michael Heizer es uno de los mayores innovadores de nuestro tiempo y sigo creyendo hoy lo que pensaba cuando Heizer comenzó City, que esta obra exigía ser construida”.

La fundación Triple Aught organiza y ofrece visitas solo con cita previa, limitadas a seis personas y por un precio de 150 euros/persona. Los residentes de los condados cercanos de Lincoln, Nye y White Plain pueden ir gratis. Las reservas para 2023 se podrán concretar a partir del 2 enero a través de la página web de la fundación Triple Aught.