El delicioso encanto de los jardines

Libros

El delicioso encanto de los jardines

En su centenario, la editorial Phaidon publica, a modo de aperitivo de los fastos, ‘Jardines. Una exploración del arte del paisajismo’.

El libro de jardines luce encantador sobre la mesa. Este volumen, ricamente ilustrado de 290 x 250 mm, es grande y voluminoso. La cubierta es una explosión de color y relieves que recuerdan a uno de esos cuadros de Gustav Klimt. En total, 352 páginas y 308 imágenes entre reproducciones de cuadros, fotos, tapices, esculturas, joyas, fotogramas de películas, manuscritos, arte antiguo, textiles, adornos, planos y carteles.

Todos estos elementos recorren e intuyen la relación y el influjo que los jardines han tenido sobre el arte, la ciencia y la cultura durante más de 4.000 años de historia. Y sobre nosotros mismos. Ese Edén del que fuimos -fueron- expulsados. Lo prohibido, que tanto nos atrae, donde deseamos regresar para huir de la contaminación urbana y el ajetreo cotidiano. Reductos de paz, de calma, a veces asilvestrados como la naturaleza misma. En ocasiones ordenados, respondiendo a una planificación intelectual, clásica, a un canon de equilibrios.

portada y contraportada del libro Jardines. Una exploración del arte del paisajismo, publicado por Phaidon
En la imagen superior, un jardinero alza un ramo de crisantemos. La fotografía fue tomada por Andrew Buurman en 1966, perteneciente a su serie Allotments (Parcelas). Sobre estas líneas, portada y contraportada del libro Jardines. Una exploración del arte del paisajismo, publicado por Phaidon.

El autor del libro, Matthew Biggs, nació en Leicester (Reino Unido) y estudió horticultura en el Royal Botanic Gardens en Londres. Actualmente, entre otras actividades, presenta en la BBC Radio 4, Gardeners Question Time, el programa de radio más antiguo de las ondas. “He recorrido jardines por todo el mundo, desde los trópicos hasta el ártico; he escrito o contribuido en 15 libros sobre horticultura; hago lo propio para una revista, Gardens Illustrated, sobre plantas y estilo; y tengo un gran interés en el arte y el diseño. Mi amor por la jardinería proviene de mi madre, que era una gran fotógrafa, y de mi padre, un apasionado del arte y el campo, que me consideraba un ‘multimillonario espiritual’”.

Pintura del jardín mogol Shalimar Bagh, en Srinagar (India), del artista Hafiz Nurallah
Pintura del jardín mogol Shalimar Bagh, en Srinagar (India), alrededor de 1780, con caligrafía en el reverso firmada por Hafiz Nurallah. Pertenece al álbum de Antoine Louis Henri Polier (1741–1795), aventurero suizo y coleccionista de arte. Probablemente regalado por Polier a lady Jane Coote, esposa de sir Eyre Coote (fallecido en 1783).

Matthew posee un jardín en su casa, a unos 50 km al norte de Londres, en el que cultiva una gran variedad de plantas donde “compartir mis experiencias y entusiasmo con los demás, ¡quieran escucharme o no! Hay herbáceas y arbustos tropicales, un huerto que siempre contiene algunas verduras inusuales y otro de manzanas tradicionales, con una pradera rica en flores silvestres. Es mi paraíso, un lugar maravilloso para hacer alfarería, leer poesía y aprender más sobre las plantas y el arte de la jardinería”.

Mujer japonesa trabajando en el pequeño jardín que ha plantado frente a la casa cuartel de su familia, junio de 1942, Dorothea Lange (NARA).

La primera pregunta que le planteamos es qué es para él un jardín, ya que toda casa -y todo libro- deben comenzar por el principio… “Un lugar de tranquilidad y creatividad, un espacio donde cualquiera puede expresarse y es posiblemente la forma de arte más accesible. Quizás no puedas pintar, esculpir o dibujar, pero cualquiera puede expresar su creatividad poniendo plantas en el suelo o en macetas y colocándolas según su gusto y estilo personal. Siento que un jardín es un espacio donde podemos plantar nuestro propio ‘paraíso’, rodeándonos de belleza, un reducto de contemplación y de reconectar nuestras almas con la naturaleza, algo que está en lo profundo de nuestra psique y que tiene un impacto positivo en nuestro estado mental. El jardín representa, como lo describió el artista canario César Manrique: “Arte en la naturaleza; naturaleza en arte”.”

Cartel de 1917, producido por la imprenta A. Hoen & Co. de Baltimore, en el que el Tío Sam, en nombre del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, insta a la población civil a cultivar un huerto, una campaña nacional que cambiaría para siempre la relación de los estadounidenses con la jardinería urbana. Litografía, 39 × 51 cm. Biblioteca del Congreso, Washington D. C.

Para Matthew Biggs ha sido emocionante enfrentarse al reto de compilar 4.000 años de historia de los jardines en 352 páginas (y 54,95 euros). Ante la petición “Por favor, Matthew, díganos sus favoritos, los que más le fascinen, es que son tantos los que aparecen”, responde: “Me encanta Primavera de 1632, un óleo de Pieter Brueghel el Joven, que está lleno de actividad y detalles. Hay quince personas trabajando arduamente en un jardín formal podando, sembrando, plantando y cavando, reflejando las imágenes que se pueden encontrar en un libro de horas medieval. Es fascinante observar detalles de la vida cotidiana y el hecho de que en un jardín haya también gente bailando. Me intriga saber qué celebran cuando todos los que los rodean están trabajando duro.”

Obra de la artista estadounidense Doris Lee, La vista, Woodstock, 1946; óleo sobre lienzo; colección de arte estadounidense John y Susan Horseman © Estate de Doris Lee, cortesía de D. Wigmore Fine Art, Inc.

“Otro de mis favoritos es la doble página de gnomos. A la izquierda hay una fotografía de The Lamport Gnome (sobre 1870) y al lado un jardín de gnomos, frente a una caravana estática fotografiada por Peter Marlow -un reconocido fotoperiodista de primera línea-. Estos enanos crean una sensación de rebelión y controversia. ¿Qué están haciendo en un libro dominado por la delicadeza y el arte? Quería que los lectores se detuvieran, pensaran y se preguntaran ¿por qué?”. Y unas zapatillas Nike (en la página 167, por si la quieren buscar), que afirma adorar.

Detalle del cuadro Primavera, de Pieter Brueghel el Joven.

El autor explica que “ahora cultivamos jardines no sólo para nosotros mismos, sino también, al ser respetuosos con el medio ambiente y libres de pesticidas, influimos en la vida silvestre. Cada jardín, sea cual sea su tamaño, se ha convertido en una reserva natural y todos podemos contribuir a su conservación. Como muestra el libro, incluso las macetas en un balcón tienen un papel esencial que desempeñar”.

Doble página de libro, que reúne 308 imágenes de obras de arte, en distintos formatos, inspiradas en los jardines.
Matthew Biggs, autor del libro y presentador en la BBC Radio 4 de Gardeners Question Time, el programa de radio más antiguo de las ondas.