El turismo cultural es una de las formas más placenteras y enriquecedoras de viajar y dentro de sus múltiples opciones, la ópera es, como se atribuye comúnmente a Wagner, la Gesamtkunstwerk: la obra de arte total, que integra las seis corrientes existentes en su época: música, danza, poesía, pintura, escultura y arquitectura. Y en este siglo, además, suele incluir también el séptimo arte, el cine.
Oferta cultural en Londres
De entre las ciudades europeas, la capital británica es, posiblemente, la más inabarcable. Aún así, hasta el 5 de abril se puede ver en el London Coliseum –la sede de la English National Opera de St Martin’s Lane, junto a la plaza de Trafalgar, Akhnaten, la tercera ópera del compositor estadounidense Philip Glass (Maryland, Estados Unidos, 31 de enero de 1937), el más prolífico compositor de óperas de los últimos cincuenta años (a sus 86 años, y aún activo, suma 25 óperas y 10 espectáculos multimedia). Akhnaten la terminó de componer en 1983 y se estrenó en marzo del año siguiente en la Ópera de Stuttgart. Glass la editó con numerosas partes que incluían todavía el característico estilo minimalista y repetitivo que le había consagrado y contribuido a cimentar su fama mundial. Está inspirada en la figura del faraón egipcio Amenofis IV, que cambió su nombre por el de Akenatón al instaurar durante su reinado (de 1353 al 1336 a. de C.) el monoteísmo en la sociedad egipcia, que pasó de adorar un panteón de dioses a solo Atón, el dios Sol.
La producción, que se puede ver en Londres en sus siete últimas funciones (23, 24, 29, 30 de marzo y 1, 4, 5 de abril) es la misma que se estrenó en la MET Ópera de Nueva York en 2019, con la dirección de escena de Phelim McDermott y la dirección musical de Karen Kamensek, el galardonado contratenor Anthony Roth Costanzo en el papel de Akenatón, Chrystal E. Williams como Nefertiti, Haegee Lee de la reina Tye y el actor y cantante Zachary James como el escriba.
En Nueva York
La otra gran meca cultural del mundo es La Gran Manzana, donde podemos asistir del 10 de abril al 13 de mayo a la nueva producción de la MET Opera de Champion, la primera ópera del trompetista de jazz (y ganador de seis Grammys) Terence Blanchard (Luisiana, Estados Unidos, 13 de marzo de 1962). La obra se estrenó hace 10 años en el Teatro de Ópera de San Luis, en Misuri, y cuenta con un libreto de Michael Cristofer (Nueva Jersey, Estados Unidos, 22 de enero de 1945) basado en la vida del boxeador Emile Griffith y su ascenso de la pobreza más absoluta a los campeonatos mundiales de las categorías wélter y mediana en los años sesenta del pasado siglo.
El 24 de marzo de 1962, Griffith noqueó en el duodécimo asalto a su contrincante, el boxeador cubano Benny Paret. El árbitro detuvo el combate, pero Paret nunca llegó a recuperar la consciencia y fallecería 10 días después. Griffith siguió boxeando 15 años más, pero nunca volvió a ser el mismo, aterrorizado por la posibilidad de volver a matar a alguien con sus golpes. En 2005 la revista Sports Illustrated dio a conocer que el violento combate entre Griffith y Paret estuvo marcado por los insultos homófobos que el cubano había lanzado al estadounidense durante la ceremonia de pesaje, dado que en los 60’ haber admitido su homosexualidad habría supuesto un suicidio profesional para cualquier deportista.
La primera partitura operística de Blanchard mezcla el neorromanticismo con sofisticados elementos de jazz, y, como se leyó en las críticas en el momento de su estreno, “apoya hábilmente los intercambios recitativos con fondos musicales jazzísticos, pero también es capaz de crear números espectaculares, como la sensual aria de la madre descarriada de Griffith, que entregó al joven Griffith y a sus seis hermanos a otras personas para que los criaran”.
El director de orquesta franco-canadiense Yannick Nézet-Séguin encabeza la producción, que cuenta con la dirección escénica de James Robinson. Los principales papeles están encabezados por el bajo heroico Ryan Speedo Green, interpretando al joven fabricante de sombreros convertido en boxeador, mientras el bajo heroico Eric Owens es Griffith en su vejez, atormentado por los fantasmas de su pasado. La soprano Latonia Moore es Emelda Griffith, madre del boxeador, y la mezzosoprano Stephanie Blythe da vida a la dueña del bar, Kathy Hagen.
En Milán
Visitar la ciudad italiana a principios de verano es siempre una excelente opción, sobre todo si se puede asistir en La Scala a la reposición del Macbeth de Verdi. La obra está programada en esta nueva temporada entre el 17 de junio y el 8 de julio, pero hay fechas concretas marcadas en rojo en el calendario: son las del 29 de junio y los días 4 y 8 de julio, en los que coincidirán en el reparto dos de los cantantes más destacados de la actualidad: Anna Netrebko (Krasnodar, Rusia, 18 de septiembre de 1971), la consagrada soprano rusa, y Amartuvshin Enkhbat (Sukhbaatar, Mongolia, 23 de marzo de 1986), el joven cantante mongol, considerado como el barítono verdiano de su generación. La majestuosa producción se repone ahora bajo la batuta de Giampaolo Bisanti.
En Madrid y Barcelona
Más a mano, el Gran Teatro del Liceo de la ciudad condal y el Teatro Real de la capital encaran la recta final de la temporada con una extensa lista de propuestas musicales de alta categoría. En Barcelona destaca el contemporáneo y multimedia Alexina B, los días 18, 21 y 22 de marzo, la séptima ópera de cámara de la compositora barcelonesa Raquel García-Tomás, Premio Nacional de Música de 2020, en la categoría de composición.
De repertorio clásico, los cuatro títulos restantes de la temporada son Manon, de Jules Massenet (once funciones, del 20 de abril al 3 de mayo); el Parsifal de Wagner (seis representaciones, del 25 de mayo al 7 de junio); Orfeo y Euridice, de Gluck (8 y 9 de junio); Dido y Eneas, la ópera barroca de cámara de Henry Purcell, convertida en espectáculo de danza coreografiado por Blanca Li (cinco funciones, del 17 al 22 de junio) y La coronación de Popea, de Monteverdi, en uno de los montajes escénicos de Calixto Bieito más destacados, estrenado en 2018 en la Casa de Ópera de Zúrich (seis funciones, del 10 al 21 de julio).
En Madrid todavía quedan por verse nueve espectáculos. Los dos primeros tienen por protagonista a Dmitri Shostakóvich: La nariz (siete funciones, hasta el 30 de marzo) y Anti-formalist Rayok, una cantata satírica a cuatro voces, coro y piano, de la que sólo se ofrecerá una representación, el 26 de marzo. También en única función se podrán ver Tolomeo, rey de Egipto, de Händel, el 23 de abril; Orfeo y Euridice, de Gluck, el 13 de junio, y Coronis, zarzuela del compositor español de los siglos XVII y XVIII Sebastián Durón, estrenada en 1705.
Uno de los estrenos contemporáneos más destacados es el de Nixon in China, del compositor estadounidense John Adams, con libreto de Alice Goodman, y siete funciones entre el 17 de abril y el 2 de mayo. La ópera se estrenó en la Gran Ópera de Houston en 1987 y aborda la visita del presidente estadounidense Richard Nixon a China en 1972. Aquel acontecimiento se considera uno de los logros diplomáticos más importantes y fue la base del actual estatus de China en la política mundial. En Nixon in China, sin embargo, no sólo se cuenta la historia política, sino que se retrata con arte la relación entre la política y el destino humano. Así, la ópera, con música de John Adams, que en aquellos años todavía se circunscribía al minimalismo musical, no sólo abre una impresionante experiencia auditiva, sino que explora las complejas facetas de la condición humana. Con esta obra John Adams creó una de las obras maestras de la segunda mitad del siglo XX, que en esta producción del escenógrafo y director de escena John Fulljames, que hace uso de un importante material iconográfico procedente de los archivos de la Fundación Richard Nixon y el Museo Richard Nixon.
Da la casualidad que esta misma ópera, pero con otra producción escenográfica y distinta dirección musical –a cargo, respectivamente de Martin G. Berger y Olivia Lee-Gundermann–, se acaba de estrenar el 26 de febrero en la Ópera de Dortmund, con otras tres funciones programadas para los días 10, 18 y 29 de marzo, y con el surcoreano Alfred Kim como único intérprete que coincide en ambas producciones.
Los últimos títulos de la temporada madrileña tienen como protagonistas a tres de los más grandes compositores de ópera de todos los tiempos: Wagner, Rossini y Puccini. El primero está representado con Tristán e Isolda (cuatro funciones, del 25 de abril al 4 de mayo); el segundo, con la ópera bufa El turco en Italia (10 funciones, entre el 31 de mayo y el 12 de junio) y el tercero con la reposición del Turandot, en la versión escénica del gran director de escena Bob Wilson, que se estrenó en este mismo recinto en noviembre de 2018. El colofón, además, es a lo grande, con 17 representaciones, entre el 3 y el 22 de julio.