El antiguo piso del diseñador de moda (Orán, Argelia, 1 de agosto de 1936 – París, Francia, 1 de junio de 2008) y su pareja (Saint Pierre d’Oléron, Francia, 14 de noviembre de 1930 – Saint Rémy de Provence, Francia, 8 de septiembre de 2017) es un lugar emblemático de la ciudad de la luz. Ubicado en el número 55 de la Rue de Babylone, en el séptimo distrito, fue hogar de la pareja hasta 2008 y ahora está a la venta por una cifra millonaria.

El apartamento, de tres pisos y 600 m², se sitúa en la segunda planta del edificio diseñado en 1903 por el arquitecto Auguste Perret, considerado uno de los pioneros del uso del hormigón armado y reconocido en Francia gracias a obras como el Théâtre des Champs-Élysées en París (1913) y la iglesia de Nôtre-Dame du Raincy (1922). También ejerció como profesor en la École des Beaux-Arts de París, donde influenció a una nueva generación de talentos como Le Corbusier y los hermanos Prouvé.
La propiedad revela un techo de cinco metros de altura que en su día fue un auténtico hito en cuanto a interiorismo, que fue una colaboración entre el modista, Jacques Grange y Jean-Michel Frank al más puro estilo Art Déco.

Por aquel entonces las paredes, que estuvieron cubiertas de tapices, se combinaban con salas repletas de muebles de diferentes estilos y épocas, unas mesas chinas del siglo XVIII, sillas italianas del siglo XVII y obras de arte de los pintores más codiciados de la época.
Inspirándose en la decoración ecléctica de la villa de los Noaille (lugar de encuentro para artistas y diseñadores de la época), “Saint Laurent y Bergé se atrevieron a mezclar obras de Francisco Goya junto a Andy Warhol, Edward Burne-Jones junto a Piet Mondrian, Théodore Géricault junto a Henri Matisse y mármoles romanos con muebles Art Decó. Su forma dinámica de mostrar su colección creó un diálogo único entre artistas y estilos”, explican los responsables del Museo Yves Saint Laurent de París. También contó con una biblioteca con más de 4.000 libros y una sala de exposiciones para sus colecciones de arte. Además, la paleta de colores incluía tonos intensos y vibrantes, como el rosa, el rojo y el azul… Una expresión de su amor por el arte, la moda y la cultura que reflejaba su estilo único y personal.

La decoración actual pretende rendir homenaje a la anterior, mezclando elegancia y eclecticismo a partes iguales con colores neutros y muebles de diseño que se distribuyen a lo largo del amplio recibidor, su cocina con despensa, el comedor y el salón con vistas, así como las tres habitaciones con cuarto de baño propio y las dos zonas de despacho.

Tras la muerte de Yves Saint Laurent en 2008, el apartamento fue subastado un año después a un comprador anónimo por Christie’s, una venta histórica que atrajo a coleccionistas de todo el mundo. Está a la venta por 6.900.000 euros a través de la agencia inmobiliaria francesa Kretz.