La casa de subastas Ansorena pondrá a la venta dos obras de Sorolla los días 3, 4 y 5 de octubre. En el centenario de la muerte del pintor valenciano, sus cuadros se tornan aún más interesantes. Esta pareja de óleos sobre lienzo pintados en la primera década del siglo XX tendrá un precio de salida de 900.000 euros.
El primer Sorolla en subasta recibe el título El Patio de las Danzas. Jardines del Alcázar de Sevilla y el segundo Subida al Jardín Alto. Jardines del Alcázar de Sevilla. Aunque ambos están firmados en el ángulo inferior derecho, sólo en uno de ellos aparece la fecha: 1910. Las dos piezas tienen un tamaño de 94,5 x 63 centímetros y fueron realizadas en una de las visitas del pintor a Sevilla, ciudad que le fascinaba.
La luz, por su parte, es la gran protagonista de las obras. Los árboles parecen funcionar como celosías naturales, pues la filtran en una suerte de juego de claroscuros. Al incidir delicadamente sobre la vegetación, la luminosidad potencia los colores y construye formas muy sugerentes. El resultado final es una paleta de verdes, ocres y blancos de una fuerza arrolladora.
Ambas evocan esa atmósfera de tranquilidad y sosiego perpetuamente anhelada por el maestro valenciano. La fascinación que sentía Sorolla por los jardines de los Reales Alcázares de Sevilla era tal que trató de recrearlos en su propia casa de Madrid (ahora convertida en museo). Su admiración por los jardines mudéjares queda palpable en estas obras por medio de una técnica ejemplar.

Joaquín Sorolla es uno de los artistas más buscados en las subastas, con gran éxito de ventas. La calidad técnica de sus obras, su novedoso estilo y su tratamiento único de la luz le han encumbrado a la cima de los grandes maestros de la pintura española contemporánea. Si bien es cierto que ya obtuvo gran reconocimiento entre los círculos intelectuales de principios de siglo, su arte se ha revalorizado aún más con el paso del tiempo. La huidiza pincelada de Sorolla, su delicadeza a la hora de representar la cotidianidad y su vivaz juego de colores maravillan a muchos amantes del arte.

En las dos obras, de sesgo impresionista, se pueden apreciar algunos de los rasgos característicos de Sorolla, como la pincelada suelta y la insistencia por el género del paisaje. Por medio de un trazo rápido y corto, el artista construye una escena que parece querer cobrar vida. Las imágenes transmiten esa sensación de fugacidad materializada por el agua que corre por la fuente.
Las obras subastadas son dos piezas magistrales dentro de la producción del pintor. Víctor Marco, investigador y especialista en pintura antigua, destaca el valor añadido que supone la representación de un monumento histórico español tan reconocible en las pinturas. Ambas cuentan con una trayectoria internacional reconocida: fueron adquiridas en 1911 por The Art Institute of Chicago y permanecieron en distintas galerías estadounidenses hasta el año 1989, cuando las compró Sotheby’s. De vuelta en España, pasaron a formar parte de una colección privada. Las dos forman parte del selecto Catálogo Razonado de Blanca Pons Sorolla (bisnieta y una de las mayores especialistas en la obra del pintor).

Con sede en la emblemática calle Alcalá, Ansorena es una de las casas de subastas más prestigiosas del país. Fundada en 1845 como joyería, fue nombrada diamantista de la Casa Real dos décadas después. A partir de los 70, empezó a funcionar también como sala de subastas de arte. Cincuenta años después, su protagonismo en el sector sigue vigente.
En las subastas, de periodicidad mensual, se ponen a la venta obras de arte de distinta índole: desde manifestaciones artísticas de época antigua hasta contemporáneas. Gracias a la colaboración de un equipo de expertos que se encargan de la valoración y tasación, la compañía ha conseguido resultados espectaculares. Obras subastadas en Ansorena han pasado a formar parte de la colección de museos españoles de gran renombre, como el Reina Sofía o el Museo del Prado.

Con el paso de las décadas, el grupo se ha consolidado como uno de los protagonistas en el panorama de compra-venta de arte nacional. Con Jaime Mato García-Ansorena como actual consejero delegado, la empresa tiene un sólido carácter familiar, dado que sigue en manos de la familia Ansorena desde el mismo año de su fundación. Y todo apunta a que seguirá siendo una de las insignias de la marca en el futuro, pues ya se prepara el relevo generacional de la mano de Mónica Marín, sobrina del actual CEO.