Pocos instrumentos han generado tanto impacto en el mundo de la música como el Moog. Descendientes de los primeros órganos eléctricos, los sintetizadores comenzaron a desarrollarse a principios del siglo XX. Pero no fue hasta que Robert Moog (Nueva York, 23 de mayo de 1934 – Asheville, Carolina del Norte, 21 de agosto de 2005) inventó su sintetizador analógico en los años 70, cuando artistas de toda clase demostraron su inquietud por experimentar con él. Ahora, la compañía que dejó atrás ha decidido volver a producir este icónico instrumento 50 años después.
Un antes y un después
La aparición de géneros como la música disco, la electrónica y el tecno fue posible únicamente gracias al sintetizador, y especialmente al Minimoog Model D de 1970, que supo retener el sonido futurista de los sintetizadores modulares de los años 60 en un formato compacto sin cableado.

Este hito lo catapultó a casi todos los estudios de su época y su portabilidad hizo de él un acompañante indispensable en las giras de muchos grupos. “El Minimoog debutó en una época en la que los sintetizadores se consideraban inalcanzables o poco prácticos, dado el tamaño y el coste de un sistema modular completo. Supuso una opción portátil, adecuada para el estudio o el escenario, mucho más asequible y con capacidades sónicas similares”, declara el equipo de desarrollo de productos Moog a CLASSPAPER.
The Monkees fue uno de los primeros en incorporarlo en sus sesiones. A este grupo pronto le siguieron Paul McCartney, Pink Floyd, David Bowie o Bob Marley. Pero el que más provecho le sacó fue Giovani Giorgio Moroder, considerado el padre de la música disco y ganador de tres Oscar a mejor compositor gracias al uso del sintetizador.

El retorno del rey
La fabricación del Minimoog se detuvo en 1984, aunque la empresa lanzó una reedición en 2016 y 2017 para que, según la compañía, “la próxima generación de músicos pudiera descubrir el instrumento y presentar al mundo nuevos sonidos a través de sus creaciones. Pensamos que había llegado el momento de volver a hacerlo accesible, con varias modificaciones funcionales para ampliar las posibilidades de este sintetizador pensado para el músico moderno”, explican.
La producción volvió a ser interrumpida en 2017 por la escasez de piezas necesarias, algo demasiado común hoy en día en el sector de los aparatos electrónicos. En 2022, el Model D ha vuelto a entrar en producción en su propia fábrica en Asheville, Carolina del Norte. “Afortunadamente, pudimos descubrir fuentes de piezas difíciles de conseguir en 2017; y ese fue uno de los factores que nos animó a perseguir la oportunidad de que el Modelo D volviera a estar disponible”, añaden.

Cada ejemplar se ha fabricado completamente a mano. La disposición de componentes y entradas, así como los materiales utilizados, se han mantenido fieles al boceto original. “Esta atención al detalle nos permite conectar directamente con el legado y el carácter de este instrumento legendario”, comenta Steve Dunington, vicepresidente de desarrollo de productos de Moog. Y añade: “Esta pieza es mucho más que una simple colección de circuitos en una caja: es un verdadero instrumento musical que produce placer al programar y tocar. Bob Moog siempre reconoció la importancia de la sensación de un instrumento y hemos hecho todo lo posible para honrar sus prácticas a través del retorno y la fabricación de este hermoso sintetizador“.

Del diseño de 1970 se han conservado el motor de sonido de tres osciladores y la ruta de la señal de audio. Las modificaciones comienzan con un oscilador de baja frecuencia (LFO) analógico esbozado con formas cuadradas y triangulares. Se ha integrado una conexión MIDI y las 44 teclas han sido encargadas a Fatar, uno de los principales fabricantes de teclados de alta calidad en el mundo. También se ha mejorado la calibración de la rueda de tono y modificado la retroalimentación del mezclador.
El diseño sale al mercado con todas las mejoras que se le aplicaron hace seis años, manteniendo la calidad y el sonido auténtico del original. Está a la venta por un precio cercano a los 5.000 euros, a través de distribuidores locales y en la página web de Moog.