Sergio Pininfarina (Turín, 8 de septiembre de 1926) es un diseñador de automóviles, ingeniero, político y fundador una constructora de carrocerías que ha transformado cotidianos cacharros de cuatro ruedas en obras de arte. Sus diseños han deambulado por Ferrari, Maserati, Cadillac, Alfa Romeo o Lancia y a través de productos industriales exclusivos.
La otra parte de la ecuación es Inkar, una firma que colabora con marcas de lujo y artistas (Koichiro Doi, George Tyebcho, Koji Shiouchi…) para realizar objetos sublimes, al alcance de solo unos pocos bolsillos. Entre los dos han dado a luz unas fundas para los iPhone 13 Pro y 14 Pro que combinan tecnología, arte y diseño. “La idea surgió de Inkar”, explica Paolo Lúgaro, Jefe de Diseño de Pininfarina. “Nos pidieron crear unas carcasas que no solo resolvieran la función de protección, sino que también reflejasen la personalidad del dueño. Un proyecto que desde su primer concepto en papel hasta el producto de ingeniería final nos ha llevado casi dos años. Nosotros hemos aportado nuestra experiencia en estilo, mensaje y producción técnica”.

Los limitados ‘envoltorios’ de estos smartphones, ya a la venta, responden en gran parte a las ideas de Paolo: “El diseño es un instrumento que conecta el lado racional-funcional con la faceta emocional-psicológica. Un buen diseño es el equilibrio perfecto entre esas dos ideas. Nuestro fundador dijo en una ocasión que es un medio para humanizar la tecnología, y estoy totalmente de acuerdo en eso”.
Las fundas se inspiran en el legendario concept car Pininfarina Modulo, que debutó en el Salón del Motor de Ginebra allá por 1970 y que consiguió 22 premios internacionales de diseño. Las carcasas recrean ese icono que parecía una futurista y ergonómica nave espacial, y están fabricadas a mano en los talleres de la firma italiana hasta alcanzar una consistencia de apenas 0,1 mm de grosor. “El cuerpo principal, la columna vertebral, es de un aluminio empleado en la industria aeroespacial, y los demás componentes están realizados en cuero, carbono y maderas nobles. Lo más complicado ha sido trabajar los detalles, emparejar las piezas a una escala muy pequeña y reflejar los valores de Pininfarina: pureza, elegancia, innovación y sofisticación”.

Cada una de estas carcasas lleva grabado su número de serie correspondiente, ya que la personalización forma parte del universo de la exclusividad, y cinco de las fundas son aún más limitadas todavía, ya que se encuentran atravesadas por líneas rojas como las que vestía el icónico Modulo. Esta es la primera colaboración con Inkar, pero los talleres de Pininfarina no paran, y el 10 de diciembre lanzan una colección de maletas y mochilas con la manufactura Carpisa (dedicada a esos menesteres viajeros) bautizada como Go Carpisa, ultrarresistentes, con materiales innovadores y reciclados en un 70%, en blanco y gris y tanto para mujer como para hombre. El precio de las carcasas es de 9.600 euros, lo que las convierte sin duda en las más caras del mundo.