MB&F (Maximilian Büsser and Friends) va más allá de la relojería. Desde su creación en 2005, el fabricante de relojes de lujo suizo decidió poner en marcha sus colaboraciones con diseñadores externos con el objetivo de explorar nuevos horizontes. Y en 2013 configuró MusicMachine1.
Por primera vez no se trataba de dar la hora, sino de configurar una caja de música contemporánea y de alta gama en colaboración con Reuge, expertos en las más precisas y lujosas cajas mecánicas y autómatas musicales. Aunque el modelo original fue ideado por el joven diseñador chino Xin Wang, hoy, casi una década después, Reuge y MB&F presentan esta nueva edición dirigida por el artista y fotógrafo alemán Maximilian Maertens.

La propuesta de Maertens implicaba reelaborar el producto con vistas a hacerlo aún más ágil. Así nació la Music Machine 1 Reloaded, que se presenta con un diseño revisado, orgánico, aerodinámico… y con una estética muy particular.
“Con sus hélices gemelas y sus dos cilindros plateados montados sobre un tren de aterrizaje con balancín, la MusicMachine 1 Reloaded sigue pareciendo una nave espacial de una galaxia muy, muy lejana… pero ligeramente diferente de su predecesora”, afirma Maximilian Büsser, fundador de la marca de relojes MB&F.
Por su parte, Maximilian Maertens, confiesa que la oportunidad de rehacer esta pieza fue como un sueño hecho realidad. “La hice más aerodinámica, más acorde con mi lenguaje creativo. Para ello tomé el concepto existente en cuanto al funcionamiento y la ubicación de la mecánica y modifiqué todo el resto, sin alterar la esencia de la pieza anterior”. Y concluye: “Esta MusicMachine se siente realmente como una versión re-energizada”.
Para la estética decidió inspirarse en una base más científica y recurrir a una construcción aeroespacial. “Toda la pieza representa un flujo. Esto se ve especialmente en las alas, que ahora parecen cuerpos de túnel aerodinámico, con un flujo de aire invisible alrededor”.
Aunque su estructura siga siendo básicamente la misma, Maximilian Maertens ha rediseñado varios elementos clave. Por ejemplo, toda la carrocería es de aluminio anodizado y no de madera, como en el modelo original.

El más alto rendimiento acústico
Con sus hélices dobles y dos cilindros plateados montados en un tren de aterrizaje con balancín, cuenta con dos movimientos de 72 notas con una precisión técnica y el más alto nivel de rendimiento acústico.
Al igual que en la primera versión, cada uno de los cilindros de la MusicMachine 1 Reloaded reproduce tres melodías, todas ellas seleccionadas personalmente por Maximilian Büsser, quien se basó en los recuerdos de su niñez para esta minuciosa elección.
El cilindro de la izquierda reproduce el tema de La Guerra de las Galaxias, La Marcha Imperial de El Imperio Contraataca y el tema de Star Trek, todas ellas del compositor John Williams. En el cilindro de la derecha suenan Another Brick in the Wall de Pink Floyd, Smoke on the Water de Deep Purple e Imagine de John Lennon.

Una proeza mecánica
Las cajas de música mecánicas de alta gama tienen mucho en común con sus homólogas relojeras, tanto desde el punto de vista técnico como estético, con acabados similares.
Según Amr Alotaishan, CEO de Reuge: “Cuando se trata de diseño y creatividad, el especialista es MB&F. Sin embargo, si hablamos de la excelencia en la producción –desde el punto de vista técnico, de ingeniería y de fabricación– somos nosotros los que tenemos el control”.
En la MusicMachine 1 Reloaded, la energía suministrada por los muelles helicoidales se transfiere a través de engranajes y la velocidad de la cuerda se controla meticulosamente gracias a reguladores de aire comparables a los de los relojes de repetición de minutos tradicionales. El sistema pone en movimiento los dos cilindros que contienen las “partituras” de las melodías, representadas por 1.400 clavijas colocadas con precisión. Al girar los cilindros, las clavijas hacen vibrar las láminas de los teclados de acero, cada uno con una selección de 72 notas afinadas a mano. Los teclados y sus respectivos cilindros forman dúos únicos: es imposible producir una melodía correcta separando uno de otro.
En definitiva, una proeza tecnológica para coleccionistas interesados en productos “de otro planeta”.