byMerro, cuero y vermú

Artesanía

byMerro, cuero y vermú

La firma de Federico Merro Mc Lean fusiona el arte de la guarnicionería, con especial hincapié en el mundo de la fotografía, con un espacio para tomar algo.

Fue por casualidad. Cuando creaba su página web para su recién nacido negocio de guarnicionería byMerro, un fotógrafo se ofreció a capturar sus productos a cambio de que le realizara un arnés para sus cámaras. Debía adaptarse a la perfección y, a la vez, ser elegante. Así fue como Federico Merro Mc Lean (Bahía Blanca, Buenos Aires, 20 de octubre de 1973), enamorado del trabajo del cuero desde niño, encontró su especialización y empezó a nutrir de material para fotógrafos a las mejores tiendas del sector –y a muchos de los reporteros gráficos españoles— con piezas de gran calidad y exquisito gusto realizadas artesanalmente.

Fotografía de los arneses para fotógrafos de byMerro
En la imagen superior, la tienda, taller y vermutería byMerro en la calle Concepción Soto 43 de Las Pajanosas, Sevilla. Sobre estas líneas, sus famosos arneses para fotógrafos, compuestos por dos tiras de cuero pegadas y cosidas para darle mayor resistencia. Precio: 220-290 euros.

Empuñaduras para las máquinas, bandoleras, porta baterías y tarjetas de memoria, tornillos, bolsas de transporte para el equipo… o sus arneses premium, “que es el producto que más vendo, para dos cámaras. Existían en el mercado productos similares pero yo los he ido mejorando añadiendo funciones”, explica el argentino afincado desde hace 12 años en La Pajanosa, a unos 30 kilómetros de Sevilla. “El fotógrafo buscaba algo práctico y a la vez elegante. Había modelos parecidos de plástico o nailon, y él quería algo diferente. Así encontré un nicho de mercado que no estaba explotado, empecé a contactar con fotógrafos y pegué un pelotazo”, bromea. “Estuve visitando tiendas durante 20 días por toda España… Aunque la mayoría de las ventas las hacemos a través de la web o por redes sociales como Instagram o Facebook. Fuimos la primera marca y la que más arneses vende“, concluye.

El bestseller de los arneses de la marca sevillana es el llamado ergonómico. Pero hay seis modelos diferentes, todos elaborados en cueros de alta calidad y adaptados a cada cliente: “Cuando se ponen en contacto conmigo les pido sus medidas y los detalles de su fisonomía para hacerlo lo más ajustado posible. Es un valor añadido que no suele ofrecer la fría compra online. Creas un vínculo directo con el comprador y hace que sea muy personalizado y que se amolde a la perfección”, detalla el argentino. “Además de los modelos de cuero, también se pueden pedir con tejidos argentinos, guardapampas, o con el tradicional picado andaluz, muy vinculado al mundo del campo y presente por ejemplo en los zahones”.

Foto de funda porta cuchillos de byMerro
Funda porta cuchillos. El tintado de la piel se realiza de forma manual y se presenta en varias tonalidades de cuero vaquetilla: marrón cholocate, marrón claro, marrón cognac y negro. Precio: 155 euros.

De jugador de polo a guarnicionero 

Toda la familia de Merro proviene de la Pampa, una zona muy vinculada al campo y a las explotaciones agrícolas y ganaderas. En estas grandes fincas es común que se consuma la propia carne y las pieles se aprovechen para diversos usos. “Ahí nace mi vinculación con el cuero, desde chico”, recuerda.

También desde pequeño, toda su vida estuvo vinculado al mundo del polo y los caballos. Fue petisero (mozo de cuadras), jugador, profesor, domador, “al dejar la universidad mi hermana vivía en Nueva York y decidí trasladarme allí. Después estuve una temporada en Palm Beach y allí me ofrecieron trasladarme a Nairobi“. En África tenía mucho tiempo libre, y entre torneo y torneo de polo y empezó por afición a conocer la manera tradicional de curtir que tenían en la zona. Después estuvo en Kenia, Chile como criador de caballos… hasta que recaló en Irlanda, donde conoció a una chica de Sevilla que estaba aprendiendo inglés. “Un año y medio después estaba viviendo en España”, comenta entre risas.

Retrato de Federico Merro Mc Lean
En la imagen, Federico Merro Mc Lean posa frente a la zona dedicada a su taller en byMerro.

En la capital andaluza, con poca tradición de polo, empezó a trabajar en el sector inmobiliario. La crisis de 2008 le hizo replantearse su futuro laboral y volvió al mundo del caballo hasta que un accidente le obligó a dejar de montar y se planteó hacer de su hobby como guarnicionero su profesión: “Hice un curso en un pueblo de Sevilla para aprender las técnicas típicas y el resto es historia”, explica.

Cuero y vermú

Todas las pieles de byMerro, siempre ternera y ocasionalmente caballo, están curtidas de manera vegetal, lo que hace que la piel sea mucho más resistente y mantenga sus propiedades naturales. Además, “conserva las imperfecciones, estrías y arrugas; no hay un cuero parecido a otro. Lo compro en Palencia, todo de origen español o europeo, de gran limpieza y calidad. Aunque también mantengo técnicas argentinas y curto y preparo yo las pieles desde el principio”, señala.

Foto de funda porta documentos de byMerro
Funda porta documentos fabricado en cuero vaquetilla con forro interior de cuero de cerdo y cremallera metálica. Precio: 120 euros.

Además de material para fotografía, Federico Merro hace de todo, desde fundas para raquetas a tapizado de coches y cascos, alforjas para motos, material cinegético, cinturones, collares y arneses para perros… “Opciones infinitas”, apunta. “Cuando me hacen una propuesta para realizar algo, empiezo a indagar o me mandan el diseño que tienen en mente y yo les digo lo que se puede hacer y lo que no”.

El negocio siguió creciendo y en el pueblo le ofrecieron la opción de adquirir un local para expandirse, pero era demasiado espacioso. Un día en Madrid, en el Mercado de San Miguel, disfrutando un vermú, le encantó la estética del lugar y se le ocurrió la idea: fusionar el arte de la guarnicionería con una vermutería. “Qué mejor que, mientras te tomas algo, puedas estar viendo cómo se trabaja el cuero de manera artesanal”. Y la idea gustó tanto entre su clientela, que en breve planean completar la oferta gastronómico-artesanal con un asador típicamente argentino.