Desde 1898 hasta 1992 el 99% de los rifles de caza de cerrojo que habían tenido éxito poseían cañones fijos y acciones sistema Mauser 98 de cuatro tiempos (*) más o menos modificadas para hacerlas más ligeras y deportivas (porque este fusil original se desarrolló para fines militares).
Como consecuencia, y durante casi un siglo, para recargar los rifles era necesario imprimir los movimientos a su cerrojo y, además, sólo podían disparar cartuchos de un solo calibre (el de su cañón fijo), por lo que para cazar todas las especies de los cinco continentes –e incluso las de un mismo país con fauna muy variada–, era preciso utilizar varios rifles de calibres muy distintos, porque los proyectiles de los cartuchos para animales pequeños no desarrollan la energía suficiente para abatir a los grandes o muy grandes. Y esto era un problema no sólo por tener que utilizar varias armas, sino porque estas también tenían diseños, mecanismos y encares diferentes a cuyo manejo unas veces el cazador se acostumbraba mejor que otras.
(*) Para recargarlos es necesario imprimir al cerrojo cuatro movimientos: 1. Subir su palanca, acción que arma el mecanismo de percusión. 2. Desplazar totalmente el cerrojo hacia atrás tirando de la palanca, operación que expulsa la vaina disparada. 3. Empujar la palanca del cerrojo totalmente hacia delante para introducir un nuevo cartucho en la recámara. 4. Bajarla para bloquear el cerrojo en el cañón (para cerrar el arma) y dejarla lista para disparar.
Blaser cambia la historia
Sin embargo, en 1993 todos estos problemas desaparecieron gracias a Blaser GmbH, una empresa alemana hasta entonces poco conocida fuera de sus fronteras, que de la noche a la mañana se hizo famosa en el mundo entero al presentar el Blaser R93, un rifle de diseño modular y de cañones intercambiables que años después dio origen al R8.
El lanzamiento del R93 dejó atónitos a todos los fabricantes de armas y a los redactores de las publicaciones especializadas en ellas, incluyéndonos a mí y a mis compañeros de la revista Armas (de la extinta editorial Hobby Press, S.A.) en la que entonces trabajaba, pues era diferente de cualquier rifle diseñado hasta la fecha.
Su cañón se desmontaba fácilmente con una llave en forma de “T” que se suministraba con el rifle y las demás piezas fundamentales con las manos. Además, estaba impecablemente terminado en madera de nogal al gusto centroeuropeo, aunque más adelante se fabricó también con cajas y delanteras sintéticas, así como con otros acabados en madera, más lujosos aún que el de las primeras versiones.
Blaser lo presentó con numerosos cañones de repuesto para todo tipo de calibres de caza mayor e incluso diseñó un kit de conversión a percusión anular (Kit R93 Rim Fire) para poder usarlo en caza menor o para practicar el tiro, con cartuchos .22 Long Rifle, .22 Magnum y 17 HMR. Y no menos importante, cada uno de los cañones se podía utilizar con un visor (mira telescópica) o con varios sin que variara el punto de impacto utilizando una montura Blaser especial.
Se recargaba más rápido que cualquier otro rifle de la época porque poseía un cerrojo de dos tiempos muy suave de accionar que sólo requería desplazarlo hacia atrás y hacia delante. Además, como novedad, se le podía cambiar con las manos la cabeza (el obturador) dependiendo de si se deseaba usar un cartucho pequeño o mini, estándar o magnum, que además carecía de tetones porque se bloqueaba en la recámara mediante un collarín radial, mientras que todos los demás rifles diseñados hasta la fecha usaban tetones de cierre.
Su diseño era completamente modular, lo que significa que todas sus piezas principales (culata, delantera, cerrojo, pletinas… no sólo el cañón) se podían desmontar e intercambiar fácilmente por otras que Blaser ofrecía como opcionales con el fin de que su propietario pudiera personalizarlo totalmente, según sus necesidades. Además, se podía transportar cómodamente desmontado junto con varios cañones de repuesto en maletines de reducidas dimensiones que Blaser comercializaba a medida.
Y por último y muy importante, poseía un sistema de armado manual del percutor que permitía portar el rifle cargado con un cartucho en la recámara con total seguridad que el fabricante mejoró pocos años después añadiéndole un sistema denominado Blaser “ilumination Control” (iC) que conecta la iluminación de la retícula al armar el rifle.
Blaser R8
El R93 ya está descatalogado, pese a que no tuvo rival hasta bien entrado el siglo XXI y se utilizó muchísimo en toda Europa y también en España, aunque en nuestro país no tanto por tratarse de un rifle modular de cañones intercambiables sino por la rapidez con la que se podía recargar, ya que sobre todo se usaba y se sigue empleando en montería con un solo calibre.
Se llegaron a vender tantas unidades que a los demás fabricantes no les quedó más remedio que crear rifles similares que fueron apareciendo a principios del siglo XXI, si bien ninguno se ofrece con cañones de tantos calibres diferentes, por lo que algunos trataron de venderlos alegando que sus nuevos rifles utilizaban cerrojos de dos tiempos, como el del R93, pero con tetones que eran más seguros que los del R93.
Estos argumentos y otros problemas relacionados con la seguridad, pues se produjeron algunos accidentes con los R93 (según Blaser por utilizar municiones recargadas o manipular incorrectamente el arma, ajenas al diseño del rifle), obligaron a Blaser a modificar el R93 y a presentar en 2009 el R8 que se comercializó al año siguiente con tanto éxito que en 2015 ya se habían vendido 100.000 unidades.
Se puede considerar algo así como un “super R93” porque, como este es de cañones intercambiables, diseño totalmente modular, está equipado con un cerrojo similar. Sin embargo, es más seguro, ergonómico, puede cargar más cartuchos y es más manejable y rápido de recargar porque posee un cargador desmontable con mayor capacidad que está integrado en el gatillo. Y como su “armazón” también es más corto, la longitud total del arma con el mismo largo de cañón también lo es.
Además, puede soportar presiones en recámara superiores a 8.000 bar, mucho mayores de las que soportaba el R93 y genera cualquier munición conocida, por lo que también puede disparar cartuchos africanos mucho más potentes que los que disparaba el R93. Caso, por ejemplo, del .500 Jeffery, con el que es posible parar en seco la carga de un elefante.
Actualmente se comercializan no menos de 33 rifles en más de 45 calibres para caza mayor y menor (para los que Blaser suministra todo tipo de culatas y accesorios para poder personalizarlos) que pertenecen a cuatro series que se denominan: R8 Ultimate (la más ergonómica, se ofrece con varios tipos de culatas regulables, en algunos casos con sistemas anti-retroceso), R8 Sintético (la más popular; se comercializa con culatas sintéticas normales y tipo thumbhole terminadas en diversos colores), R8 Madera (la más clásica, terminada en madera, está disponible con acabados estándar y de lujo con pletinas grabadas) y R8 Caza Peligrosa (engloba tres tipos de rifles de grueso calibre para caza africana que se denominan Kilombero, Selous y Professional Hunter).
Cabe añadir que, además de armas de cerrojo, Blaser fabrica todo tipo de rifles (monotiro, de dos cañones basculantes, etcétera) así como escopetas. Igualmente, a partir de 2017 comenzó con visores de alta gama. Primero introdujo los modelos Infinity (serie B1) y acaba de lanzar al mercado otra serie que denomina B2. Más información www.blaser.de
Especificaciones Blaser R8
Arma: Rifle de cerrojo de acción lineal, diseño completamente modular y cañones intercambiables.
Calibres: Se puede adquirir en más de 40 calibres diferentes de fuego central que incluyen todos los cartuchos estándar y magnum más utilizados, desde el calibre .204 Ruger al .500 Jeffery. También está disponible un kit de conversión para pequeños calibres de percusión anular (.17 HMR, .22 Long Rifle y .22 Magnun) y central (.17 Hornet y .22 Hornet).
Versiones: Actualmente Blaser fabrica no menos de 33 rifles R8 de caza con acabados diferentes (sintéticos, de madera, culatas “normales”, con empuñaduras con agujero tipo thumbhole…) que agrupa en cuatro versiones: R8 Ultimate, R8 Sintético; R8 Madera y R8 Caza Peligrosa. También se fabrican versiones R8 para tiro de precisión. Cañón: De serie se ofrece con cañón redondo con alza y punto que mide 58 cm en calibres estándar y 65 en calibres magnum, pero opcionalmente se puede pedir sin miras, acanalado, semipesado, frenos de boca, etcétera, así como con otras longitudes.
Peso: 3,3 kg con cañón estándar de 58 cm.
Longitud total: 103 cm con cañón estándar de 58 cm; 110 cm con cañón de 65 cm.
Otras características: Cargador desmontable e integrado en el gatillo. Tiene capacidad para 4+1 cartuchos en calibres estándar y 3+1 en magnum (2+1 en .500 Jeffery). Cerrojo de accionamiento lineal en el cañón sin tetones, mediante collarín radial. La cabeza es intercambiable sin herramientas. La maneta termina en forma de bola sobredimensionada y se puede accionar y empuñar muy rápidamente. Disparador directo, regulado a unos 700 gramos o Blaser Match Hunting AZTL, que permite elegir entre dos regulaciones: 250 y 650 gramos. Mando de armado manual del mecanismo de disparo que en las versiones más modernas es compatible con sistema iC (illumination Control): al montar el mecanismo de disparo se ilumina la retícula de los visores preparados para iC. Es silencioso y, por seguridad, se desarma al extraer el conjunto cargador-disparador.
Más información: Blaser Outdoor Training, S.L. Teléfono: +34 910 687 364.
Precio: a partir de 4.200 euros (version sintética R8 Professional).