Bicicletas plegables Brompton: la movilidad artesana del futuro 

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Bicicletas plegables Brompton: la movilidad artesana del futuro 

La conocida firma inglesa produce 100.000 unidades al año. Destacan por ser prácticas, ligeras, versátiles y sostenibles.

Madrid es una ciudad en la que es casi imposible aburrirse, no importa cuál sea la época del año. Si usted ya ha ido a todos los festivales, las fiestas patronales, los conciertos de Jardines del Botánico y ha visitado la programación completa de los Veranos de la Villa, sepa que todavía hay un Madrid distinto por descubrir y sólo puede hacerse de una manera: en bicicleta. Así, cuando las olas de calor remiten, un gustoso paseo por el Anillo Verde Ciclista de Madrid es una experiencia relajante y divertida. En total son 65 kilómetros divididos en seis tramos que rodean el casco urbano de la capital. En CLASSPAPER hemos probado unas de las más versátiles del mercado: las bicicletas plegables Brompton.

La marca tiene varias particularidades que la hacen especial. Por un lado, se montan de forma completamente artesanal en Londres. Además, por su trayectoria —para los amantes de este medio de transporte— es una estampa londinense, como las icónicas cabinas telefónicas y los autobuses rojos de dos plantas. Y ha trascendido ampliamente las fronteras. Basta con preguntar a un tokiota, un neoyorquino o un holandés. 

En la imagen superior, rueda y plato del modelo de Brompton C Line Electric. Sobre estas líneas, la misma bicicleta, desplegada, en color racing green. A partir de 3.495 euros.

Hoy, Brompton, fundada en 1975 por Andrew Ritchie, está presente en 47 países y exporta cerca del 70% de la producción. La compañía fabrica 100.000 unidades al año y es, a día de hoy, el epítome de la bicicleta de ciudad: práctica, ligera, versátil, plegable y cómo no, sostenible. Una Brompton necesita 6,2 toneladas menos carbono que un coche para ser producida y 42 Brompton plegadas caben en el espacio de un aparcamiento.  

Su sello distintivo es la funcionalidad que radica en su metamorfosis: tan sólo se requieren cinco pasos y menos de veinte segundos para plegar o desplegar una Brompton. De hecho, la marca, apelando al humor inglés con denominación de origen, incluso ha organizado concursos de velocidad de plegado, entre otras divertidas excentricidades. Una vez compacta, la bicicleta se puede llevar fácilmente en el metro, tren, avión, autobús o en un maletero.

C Line Electric, completamente plegada. Está equipada con seis velocidades y tecnología de la Fórmula E.

Es posible cargarla con una mano e, incluso, llevarla rodando como una maleta. Probamos todas sus funcionalidades en múltiples versiones, con los modelos P Line, (desde 2.744 euros, peso 9,99 kg); C Line, (desde 1.495 euros, 11,35 kg); y C Line Electric (a partir de 3.495 euros, 17,4 kg). Hemos analizado esta última para contarle nuestras impresiones.

Comenzamos el trayecto a mediodía desde Las Tablas, en el tramo IV del Anillo Verde, el más largo de todos, con más de 13 kilómetros. Pedaleamos cuesta abajo, hacia la Casa de Campo. Aunque es preferible en días calurosos salir sobre las ocho de la mañana, el calor era aguantable y la C Line Electric mantenía los esfuerzos modestos, ya que la bicicleta tiene una gran sensibilidad a la potencia que el usuario quiera imponer a su pedaleo, gracias a la tecnología Smart Pedal Assist. A más fuerza, más velocidad y todo esto es, además, perfectamente regulable con un sistema de seis velocidades manipulable con ambos pulgares.  

P Line Urban, en gris metalizado y con cuatro velocidades. Desde 2.744 euros.

La batería, de apenas 2,9 kg, está fabricada de iones de litio de 300 Wh y se utiliza en la Fórmula E para coches de carreras brindando una potencia de hasta 25 km en rangos de 40-80 km. Además, incorpora un puerto USB para cargar el móvil. Gracias a este sistema puedo decir que un día soleado a 35 grados la sudoración fue más bien modesta. Así, la bicicleta permite que trayectos con desnivel sean aptos para cualquier persona. También que el grupo pudiese mantenerse junto en todo momento, pese a que dos acompañantes llevaban modelos no eléctricos. 

Después, bajamos por Montecarmelo pasando por Mirasierra, Arroyo del Fresno, el Real Club Puerta de Hierro, hasta llegar a Casa de Campo bordeando una pasarela fresca y salvaje de árboles junto al Río Manzanares. Continuamos nuestro paseo bordeando el lago para llegar al Parque de Madrid Río a la altura de Príncipe Pío. Desde ahí seguimos hacia el este, donde cruzamos el Puente de Segovia y pasamos bajo los imponentes arcos del Puente de Toledo dirección al Matadero, ese gran centro cultural en el barrio de Legazpi. Finalmente, llegamos a la estación de Cercanías de Delicias. Allí, mientras esperábamos el tren, probamos el culmen del diseño de la Brompton: su plegado fantástico que la reduce a un tercio de su tamaño. Una vez minimizadas las cuatro bicicletas, las agarramos y las subimos en la mano y volvimos a casa. 

C Line Urban en color negro, semiplegada, incorpora dos velocidades. Desde 1.495 euros.

Una de las ventajas del Anillo Verde es que es de fácil acceso, ya que cuenta con múltiples estaciones de Metro, Cercanías y Metro Ligero a menos de doscientos metros de la ciclovía. Tardamos una hora en transporte público para iniciar el paseo, y apenas 40 minutos pedaleando tranquilamente desde Las Tablas hasta Madrid Río. Así que es un medio de transporte que reduce considerablemente los tiempos de desplazamiento. La Brompton ofrece una forma fácil de moverse por la ciudad, apta para una orografía como la de Madrid, con sus características colinas.

Las bicicletas plegables son en su totalidad un valor añadido seguro a la calidad de vida de cualquier ciudadano, y las de la firma inglesa, además, un objeto de deseo para los amantes de la artesanía. Cada cuadro de titanio o acero es único y diferente, ya que los fabrican artesanos que firman cada una de sus creaciones para dar ese toque exclusivo y ese sello de confianza al cliente. No hay dos iguales.  

Brompton flexibiliza la movilidad al ser apta para todo tipo de medios de transporte, además de ocupar un espacio mínimo en casa. Cada compra está protegida por una garantía de siete años en el marco y tres años en el sistema eléctrico. 

Probando las bicicletas plegables Brompton, por la ciudad de Madrid.