A la venta el primer coche americano de F1

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A la venta el primer coche americano de F1

Se trata de un Scarab GP-2 de 1960 conducido por Stirling Moss y disponible en las ventas privadas de RM Sotheby's.

Algunos objetos, con el paso de las décadas, logran convertirse en concentrados de historia. Eso sucede con el Scarab F1 de 1958, el proyecto más ambicioso de Lance Reventlow –heredero de un rico magnate del comercio minorista–, que en la segunda mitad del siglo XX fue un gran apasionado de los coches deportivos en California, llegando a competir y codeándose con mitos como James Dean.

Su pasión fue más allá del simple amateurismo, y Reventlow (Londres, 24 de febrero de 1936-24 de julio de 1972) fundó su propia marca, Scarab, contratando a algunos de los mejores ingenieros del estado como Troutman-Barnes, TRACO, Phil Remington y el genio artístico de los diseños de rayas de Von Dutch.

Fotografía frontal del coche Scarab GP-2
El Scarab GP-2 lleva un motor delantero de 2,5 litros colocado de costado para reducir el centro de gravedad.

El éxito no se hizo esperar y sus Scarab Mk I y Mk II se convirtieron en los deportivos más rápidos de Estados Unidos, superando incluso a los Ferrari y coronándose en el Campeonato SCCA de 1958. Pero las ambiciones de Reventlow eran mucho mayores y puso en marcha un proyecto algo alocado para lanzarse a competir en el mundial de F1 de 1959.

Para el motor de su coche de F1 Reventlow intentó hacerse con el V12 de 2,5 litros de Maserati, pero la marca italiana, campeona del mundo ese año con Juan Manuel Fangio, temía empañar su prestigio suministrando motores a un equipo desconocido, y además americano, y utilizó como pretexto para no dar curso a la solicitud de Reventlow el hecho de que pensaba dejar de competir por motivos económicos.

Fotografía del coche Scarab GP-2
La reconstrucción de este vehículo, tras sufrir un accidente fatal en carrera en 1961, incluyó gran parte de la carrocería original, descartando la parte trasera dañada.

Eso obligó a Reventlow a buscar una alternativa, que consistió en contratar a Leo Goosen, de Offenhauser, para desarrollar un motor delantero de 2,5 litros, que colocó de lado para reducir el centro de gravedad mientras empleaba la inyección de combustible Hilborn a través de una culata de doble leva con válvulas desmodrómicas. Los únicos componentes no americanos fueron los frenos de disco Girling, pero el proyecto eran tan ambicioso que sus plazos de desarrollo se extendieron hasta 1960, debutando por fin en F1 en el GP de Mónaco.

Reventlow corrió entonces con el Scarab GP-2 y Chuck Daigh con el GP-1. El fundador de la escudería no consiguió clasificarse y pidió ayuda a Stirling Moss para entender el decepcionante rendimiento, y éste registró un tiempo dos segundos más rápido que el 1:47 de Daigh.

En el GP de Holanda Reventlow sí se clasificó, pero una disputa por el dinero de la salida hizo que Scarab retirase sus coches, en Bélgica sufrieron problemas de motor y lo mismo sucedió en Reims. Además, pronto quedó claro que las escuderías con motor central como Lotus y los Coopers eran mucho más rápidas que las de motor delantero como Aston Martin, BRM, Vanwall, Ferrari y Scarab.

En 1961 la Fórmula 1 cambió la normativa reduciendo el tamaño del motor a 1,5 litros, y el Scarab GP-2 regresó a Europa para competir en la serie de Fórmula Intercontinental, donde Daigh terminó 8º en Goodwood y 7º en Silverstone. En una nueva prueba de Silverstone, en julio, el piloto de Long Beach sufrió un accidente y el coche resultó muy dañado. Sus restos fueron enviados a la RAI (Reventlow Automobiles Inc), y desmontados en busca de piezas antes de que el chasis fuera desechado. Reventlow acabó liquidando la RAI y alquiló la sede de Venice Beach a Carroll Shelby para lanzar Shelby American.

Fotografía del asiento del coche Scarab GP-2
La cabina del Scarab GP-2, con su asiento de cuero y sus correas de la época, permite revivir sensaciones de la segunda década de la Fórmula 1.

Más de dos décadas después, las piezas desguazadas llegaron a manos de un nuevo propietario, Ali Lugo, quien encargó al fabricante original del chasis Dick Troutman que reconstruyera el GP-2 utilizando las piezas ensambladas, incluido el motor 2E, el único motor desmodrómico que quedaba en funcionamiento del Scarab.

En la reconstrucción se incluyó gran parte de la carrocería original, excluyendo la parte trasera dañada, y la mayor parte de la suspensión. Troutman falleció en 1992, pero la reconstrucción continuó con la ayuda de Daigh. El GP-2 completado fue finalmente probado en 1997 por Brian Redman y desde entonces ha hecho apariciones en eventos de automovilismo como el Goodwood Festival of Speed de 2001 con Redman, y concursos de elegancia, incluyendo Amelia Island.

Fotografía del motor del coche Scarab GP-2
Las “tripas” del Scarab GP-2 están en perfecto estado, por lo que su nuevo dueño puede disfrutar compitiendo con él en pruebas clásicas.

Más recientemente, el GP-2 ha formado parte del Museo Internacional del Automóvil de Riverside antes de pasar a formar parte de la colección de su actual propietario. El GP-2 compitió por última vez hace 62 años y su nuevo propietario puede revivir las sensaciones de Lance Reventlow y Stirling Moss y competir en carreras como el Monaco Historique. Aunque las cifras son desconocidas, se estima que el Scarab GP-2 se venderá por una cantidad cercana al millón de euros.