El primer hotel cinco estrellas de la región de Champagne

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El primer hotel cinco estrellas de la región de Champagne

Rodeado de viñedos en pleno valle del Marne, Royal Champagne es el perfecto cuartel general para una escapada a las bodegas emblemáticas de la zona y a la ciudad de Reims.

Cada dos segundos, alguien, en algún lugar del mundo, descorcha una botella de champagne. Tal vez la más interesante contribución a esta espumosa y feliz estadística planetaria sea la que se puede realizar in situ, en medio de los viñedos de la región francesa de Champagne, en el valle del Marne, junto a las centenarias bodegas que han hecho de esta zona vinícola un referente imbatible para los amantes del buen beber.

Pero Champagne no solo es el mejor lugar del mundo para descorchar una botella de cualquiera de las grandes marcas bodegueras. En la región, tanto sus viñedos como sus casas productoras forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Hay mucho que ver, descubrir y saborear en esta zona de la bebida burbujeante de doble fermentación y el flamante Royal Champagne Hotel & Spa puede ser el perfecto cuartel general para una escapada que debería incluir también la ciudad de Reims, a poco más de 20 minutos en coche.

Foto Restaurante Le Royal
En la imagen superior, una de las suites de Royal Champagne. Su decoración está inspirada en el patrimonio natural y cultural de la región, favoreciendo los materiales naturales para crear una puesta en escena elegante y de diseño. Sobre estas líneas, restaurante Le Royal, galardonado con una estrella Michelin y cuyo salón rinde homenaje a las mujeres que desempeñaron un papel importante en la vida de Napoleón Bonaparte.

Su extraordinario emplazamiento tal vez sea su rasgo más reseñable: se alza en un alto en medio de estos campos de viñedos cuyas uvas son el origen del vino de los reyes. Todo lo que se alcanza a ver desde las terrazas de las suites son las cepas que tapizan el valle del Marne, un terreno ligeramente ondulante de llanuras, valles y laderas de pagos donde crecen y maduran las uvas. También se divisa cerca el pueblo de Épernay, capital mundial de las casas champaneras, cuyos nombres legendarios se suceden uno tras otro en la célebre Avenue du Champagne. En alguno de esos puntitos que se divisan en este paisaje se encuentra la célebre Abadia de Hautvillers, donde un monje benedictino francés, Dom Pierre Pérignon, inventó el método para la fabricación del champagne.

Royal Champange tiene pedigrí, de hecho, se levanta en una antigua casa de postas donde se dice que el Rey Carlos X se detuvo antes de dirigirse a Reims para su coronación, y donde también pernoctó Napoleón. Pero realmente es una propuesta de alojamiento bastante diferente a lo que estamos acostumbrados a encontrar en la campiña francesa. Se trata de un destino con un toque moderno y de diseño, alejado del tradicional château, y primer cinco estrellas de corte contemporáneo de la región, concebido como un retiro enológico, gastronómico y de bienestar con vocación de alzarse en hotel destino en Champagne.

El arquitecto Giovanni Pace, conocido por su trabajo en la casa Moët&Chandon, ha diseñado una propiedad con personalidad, incorporando la antigua casa de postas a una edificación de líneas puras, piedra local y cristal, mucho cristal y amplísimas terrazas. Su fórmula combina algunos guiños a su antigua historia y el diseño contemporáneo con una espléndida oferta gastronómica y uno de los mejores spas de la Francia rural.

Salón belleza del spa
Su spa de 1.500 m² está compuesto por un gran salón de belleza (en la imagen), nueve cabinas de tratamientos, dos piscinas (interior y exterior), hammam, sauna, jacuzzi, estudio de yoga y sala de fitness.

Cuenta con un total de 49 habitaciones y suites que se distribuyen en dos pisos en un edificio con forma de anfiteatro moderno que se abre a un valle de viñedos. Todas tienen un mínimo de 50 metros cuadrados y disponen de amplias terrazas que se abren a ese mar de viñedos. Exquisita ropa de cama y todos los detalles que uno pueda imaginar, incluido un curioso kit para ayudar a conciliar el sueño. Cristal, madera, piedra y acero son los principales elementos. Su centro de bienestar, en asociación con la firma Biologique Recherche, puede presumir de ser el más completo y mejor equipado de la región. Lo más sobresaliente en este capítulo es su amplísima y soberbia piscina infinita. No hay muchas así en medio de los viñedos. Y no solo en Francia.

Naturalmente, en un hotel para sibaritas un poco en medio de ninguna parte, el capítulo gastronómico está especialmente bien resuelto de la mano, en este caso, del chef Jean-Denis Rieubland –dos Estrellas Michelín en su anterior puesto en el mítico hotel Negresco de Niza–. Una propuesta de altísimo nivel en las diferentes opciones que ofrece el lugar, especialmente en Le Royal, el restaurante gastronómico.

Excelente servicio y atención del joven y nutrido equipo, tanto del restaurante como del hotel, capitaneado por Vincent Parinaud, que se ha traído de su paso por el Plaza Athénée, el Península de París y por The Connaught de Londres una excelencia no siempre fácil de encontrar en la Europa rural. Precios: desde 758 euros la noche.

1 / 7Imagen exterior del hotel, rodeado de una frondosa vegetación y viñedos a dos horas de París y una hora y media del aeropuerto Charles de Gaulle.

2 / 7Suite Josephine, alojamiento estrella del hotel Royal Champagne, con una preciosa marquetería, arte contemporáneo en estilo sobrio y una paleta simple de colores.

3 / 7La piscina interior del spa ofrece vistas infinitas sobre el paisaje y los viñedos.

4 / 7La fachada del hotel da protagonismo a las terrazas de sus 47 habitaciones con vistas a las llanuras, los valles y laderas de pagos donde crecen y maduran las uvas.

5 / 7El restaurante Le Bellevue toma su inspiración en el territorio de Champagne. Las materias primas de su menú de lunes a jueves, a 39 euros, son de productores locales y amigos de la región.

6 / 7Todos los miércoles por la noche y los jueves por la tarde el chef Jean-Denis Rieubland prepara una barbacoa mixta de pescados, carnes y verduras a la carta o en un menú degustación por 85 euros por persona.

7 / 7El Salón Fines Bulles es perfecto para reuniones íntimas. Tiene capacidad máxima de ocho personas y celebra exclusivas catas y cenas con vistas a la cava.