Sultán de Omán y coleccionista de Rolex

Subastas

Sultán de Omán y coleccionista de Rolex

Su Majestad Qaboos Bin Said Al Said coleccionaba Rolex exclusivos y personalizados que ahora salen a subasta. Uno de ellos se estima entre 820.000 y 1.435.101 euros.

Antes de entrar a describir las piezas, los Rolex que se van a subastar, merece la pena esbozar la vida de Qaboos Bin Said Al Said para comprender mejor el contexto de este ávido coleccionista encaprichado con la marca relojera de la corona de las cinco puntas. Nació un 18 de noviembre de 1940 en Salalah (Dhofar), hijo único del sultán Said bin Taimur y la princesa Mazoon al-Mashani. Tras unos primeros años apoyando los codos en los libros de su ciudad natal fue enviado a la India donde estudió con Dhayal Sharma, ex presidente de aquel vasto país. Más tarde hizo lo propio en Inglaterra.

A los 20 años comenzó su entrenamiento militar, se unió a la Royal Military Academy en Sandhurst y sirvió en los Scottish Rifles durante un año en Alemania. Pero llegó su momento de gloria un 23 de julio de 1970, cuando ascendió al trono que utilizó, como era de esperar, de manera absolutista. Según dice la historia, su monarquía modernizó Omán utilizando los ingresos del petróleo para el desarrollo y el avance social y tecnológico. Construyó escuelas, carreteras, hoteles y centros comerciales. Incluso permitió elecciones parlamentarias en las que las mujeres podían votar y ser elegidas. Murió en el año 2.000 dejando un testamento repleto de relojes de los que era un auténtico fanático. Pasión que combinó con su amor por la música clásica, en especial por aquella en la que susurraban las notas del órgano de tubos. De hecho la orquesta de Omán es una de las más apreciadas de Oriente Medio.

En la imagen superior, un Sea-Dweller de 1973 con la firma del Sultán grabada en rojo. Sobre estas líneas, un Cosmograph Daytona realizado en acero.

Dicho esto, de los 159 lotes que el 13 de mayo aparecerán en la subasta Rare Watches en Ginebra, organizada por Christie’s, la mayor y más interesante venta es la que corresponde a los Rolex del sultán, aunque también se podrá pujar por ejemplares de Patek Philippe, F. P. Journe o Cartier.

En la sección ‘Oman’, por llamarla de alguna manera, cuatro Rolex (de un total de siete) despuntan sobre otros que ahora se han reunido en esta subasta. Piezas procedentes de coleccionistas de medio mundo y entre los cuales, como detalle excepcional, despunta la rúbrica Khanjar, que es la propia firma del sultán, en un rojo brillante. Sorprenden las buenas condiciones en las que se encuentran todos los relojes, algo inusual en muchos eventos de este tipo.

Las cuatro joyas del sultán

Empecemos por el más valioso (al menos en valor monetario): un Rolex Cosmograph Daytona Jack of Diamonds de 1985, realizado en oro amarillo engastado con una excelsa y pródiga cantidad de diamantes. Es uno de los dos que compró el sultán y que en 2013 adquirió un coleccionista privado en otra subasta.

La pieza más exclusiva de la colección. Su precio de salida se estima entre 820.000 y 1.435.101 euros.

Otro Cosmograph Daytona, en este caso en acero, se estima que se adjudicará por una cantidad entre 615.000 y 1.229.334 euros. ¿Por qué ese precio por un reloj de acero? Pues aparte de su año, 1974, la firma del sultán y la de la casa de subastas Asprey (que fue quien lo compró en su momento), la cuestión es que se trata de uno de los cuatro únicos de la referencia 6263 que existen (al menos, que se sepa).

Saltamos a un Sea-Dweller de 1973, con una esfera Qaboos (sí, manufacturada solo para el monarca), unos índices de tritio que desprenden una pátina de tono arena intenso y en el que la reseña Superlative Chronometer Officialy Certified se eliminó (tanto era el poder del rey…) para situar su firma. Sale entre 204.888 y 307.315 euros.

El segundo Rolex Daytona de la colección está realizado en oro amarillo de 18 quilates. ¿Su precio de partida? Entre los 260.000 y 460.000 euros.

El último de estos ‘cuatro magníficos’ es un Rolex Daytona dorado, datado alrededor de 1978. Este cronógrafo Cosmograph fue comprado por Qaboos Bin Said Al Said en Asprey, el negocio situado en la londinense New Bond Street (y también con sede en Ginebra) que ejercía como intermediario entre los relojes personalizados por Rolex y el bolsillo del propio sultán.