Los barcos clásicos salen a la mar 

Náutica

Los barcos clásicos salen a la mar 

El 10 de junio arranca la 1ª edición de la Copa Richard Mille, en la que 15 veleros de época surcarán las aguas entre Gran Bretaña y Francia.

Richard Mille es un tipo peculiar (con todo lo que esta palabra signifique). Millonario. Coleccionista de coches clásicos y de Fórmula Uno. Amante de la vela, de los súper yates de lujo, del arte, de la arquitectura y del diseño. Su fama se debe, en gran medida, a la firma de relojes homónima, que se ha convertido en una de las más apreciadas, exclusivas y técnicamente impecables del mundo.

En la imagen superior, el velero Atlantic, botado en 2010, mide 64 metros de eslora y es una magnífica réplica de la goleta de tres mástiles del mismo nombre de 1903 diseñada por William Gardner. Durante mucho tiempo mantuvo el récord mundial cruzando el océano Atlántico a vela (en 1905).
Sobre estas líneas, el nuevo Atlantic se restauró basándose en copias de dibujos de la goleta original.

Antes de que a Rafael Nadal le robaran el reloj que Richard hizo especialmente para él (y con el que sale, o salía, a jugar), valorado en 500.000 euros, permanecía en la sombra para el gran público. Pero en el ecosistema de los guardatiempos ya era considerado un alquimista del tictac situado en el Olimpo. Vive y trabaja en su castillo de la Bretaña francesa, cerca de Moubouan. Es el principal patrocinador de The Bridge, una carrera anual de coches que se celebra en los Hamptons de Nueva York (y a la que sólo se puede acceder con invitación). Pero tenía una espina clavada: organizar su propia regata de barcos de época. Y lo ha conseguido.

Testigos de la historia

“Los veleros clásicos son un testimonio vivo y palpable de los valores más elevados de la artesanía, el patrimonio y la tradición transmitidos a lo largo de los siglos. Con la creación de este reto, aspiramos a devolver la vida a estas embarcaciones de alta gama”, apunta Richard Mille. Del 10 al 25 de junio veleros de época competirán entre Gran Bretaña y Francia, de Falmouth a Le Havre, con escalas en Dartmouth y Cowes, lugares emblemáticos para el mundo de la vela. Para William Collier, organizador de la afamada Regata Fife desde 1998, y que se ha pasado su vida restaurando yates de otros tiempos, “la Copa Richard Mille pretende recuperar el espíritu del circuito británico de regatas que existía antes de la guerra. Consideramos que estos veleros son importantes bienes culturales”.

El trabajo de restauración de estos veleros históricos ha sido minucioso, siempre bajo la atenta mirada del experto William Collier, organizador de la mundialmente conocida Regata Fife desde 1998.

Con su sabiduría y experiencia, se ha convertido en el socio idóneo para este (nuevo) empeño del señor Richard Mille. Aunque, bueno, tampoco esto de las jarcias, el gratil, la baluma, la driza o la botavara es nuevo para él, ya que desempeñó un papel importante en la creación del Team Fife en la localidad de Brest. Su objetivo, reunir una flota de los legendarios yates William Fife de origen escocés (se reconocen por ese dragón furioso tallado en el tablón del casco) para compartir experiencias y esas cosas que se traen entre manos los egregios dueños de esos barcos.

Los participantes de la 1ª Copa Richard Mille navegarán a través de siglos de historia con las sagradas instituciones que son los clubes de yates Royal Cornwall, Royal Dart y el Royal Yacht Squadron.

Autenticidad, recuperar la pompa de aquellas icónicas embarcaciones artesanales. Ese es el espíritu que envuelve como una bruma la 1ª Edición Copa Richard Mille: “Sin embargo, la restauración por sí sola no es suficiente. Estos yates necesitan un entorno en el que puedan prosperar, y por eso es tan importante implicar a los clubes náuticos para que los competidores se mezclen en una atmósfera evocadora del verdadero espíritu de la época anterior a la Guerra”.

Tres veleros de época de la flota de yates William Fife que participarán en la 1ª Copa Richard Mille.

En total se van a ver 15 veleros de principios del siglo XIX hasta finales de los años 30, que competirán en las categorías de Goleta y Cúter. Entre ellos, dos espectaculares tres mástiles de 60 metros de eslora. Navegarán a lo largo de las costas de ambos lados del Canal de la Mancha, con final en la Société des Régates du Havre. En la competición estará Pierre Casiraghi (en la familia velera de Richard Mille desde 2018) que se empleará a fondo como navegante en el Tuiga, legendario buque insignia del Yacht Club de Mónaco. ¿Qué le espera al ganador? Richard Mille ha encargado el trofeo, de un metro de altura, a Garrard, joyeros de la familia real británica desde hace 300 años y que diseñó, hace 170 años, el galardón de la primera America’s Cup. Como es una obra de arte en sí misma, y de musculosas dimensiones, los afortunados que lleguen los primeros recibirán una réplica artesanal de 40 cm, realizada a mano por Garrard.   

Cruzar el Canal de La Mancha en un velero ha sido, durante siglos, una experiencia de riesgo y emblemática, debido en gran parte a los poderosos vientos que azotan sus 560 kilómetros de longitud.