El Ferrari berlinetta de Steve McQueen, en venta

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El Ferrari berlinetta de Steve McQueen, en venta

Se subasta el próximo 19 de agosto en Monterrey, California y, salvo sorpresas, se adjudicará por unos siete millones de dólares.

No es habitual que los coches que han pertenecido a un mito se pongan en el mercado. Pero este Ferrari 275 GTB/4 con carrocería Scaglietti, chasis número 10621 y fabricado 1967, que fue propiedad del actor Steve McQueen (Indiana, Estados Unidos, 24 de marzo 1930- Chihuahua, México, 7 noviembre 1980) entre 1967 y 1971 va a salir a subasta por segunda vez. RM Shoteby’s ha anunciado que la cita será en Monterrey (California), el 19 de agosto, coincidiendo con el Concurso de Elegancia de Pebbles Beach, que se celebra al día siguiente.

Se trata del mismo coche que ya se subastó en 2014, también en Monterrey. Hace nueve años se adjudicó por 10,17 millones de dólares (7,5 millones de euros), una cantidad muy elevada para este modelo según los expertos, por lo que la fama de su anterior propietario parece que fue fundamental. Resultó ser el quinto modelo más caro de ese año, detrás de otros cuatro Ferrari. Este año los organizadores prevén que su precio se adapte más a la realidad del mercado y se sitúe entre cinco y siete millones de dólares (Entre 4,5 y 6,3 millones de euros). Aunque la elevada cotización de los Ferrari clásicos, la historia que hay detrás de éste en concreto y el nombre de Steve McQueen podrían elevar la puja.

En la imagen superior y sobre estas líneas, el Ferrari 275 GTB de 1967 Steve McQueen compró cuando estaba rodando Bullit. Esta berlinetta, de 4,36 metros de largo, era originalmente de color marrón avellana, pero el actor lo sustituyó por el rojo que vuelve a lucir tras la restauración.

Cuando hay que establecer el precio de un coche clásico, el que haya pertenecido a un famoso no siempre supone una mayor cotización. Pero con algunos muy concretos sí se dispara. Paul Newman, Paul Walker, Patrick Dempsey y Steve McQueen son actores que dan un verdadero valor añadido, ya que todos fueron, o son, además, pilotos.

Steve McQueen, de hecho, fue apodado The King of The Cool, y a su estilo, atractivo, carisma y buen gusto unía una gran pasión por las motos y los coches. En los años 60 y 70 del siglo XX se decía que “las mujeres lo adoraban y los hombres querían ser como él”. Realmente fue el pionero en unir cine y velocidad. Era un gran piloto, como demostró en sus películas, en las que siempre conducía, sin dobles. Las persecuciones de Bullit (1968) por las calles de San Francisco siguen siendo un ejemplo para la industria del cine, como su escapada en moto de los nazis en La gran evasión (1963) o los duelos de Le Mans (1971), considerada la mejor película de carreras y que le llevó a la ruina, ya que fue también su productor.

Este modelo Ferrari de calle, que se fabricó entre 1964 y 1968, fue el primero con suspensión totalmente independiente y se caracterizaba por su largo capó, tracción trasera y un motor de 250 caballos.

La historia de este Ferrari está perfectamente documentada e incluso ha sido portada en revistas especializada. El 275 GTB, del que se fabricaron 330 unidades entre 1964 y 1968, fue un coche muy importante para Ferrari: el primero con suspensión totalmente independiente, una berlinetta o coupé con capó largo, tracción trasera y motor delantero, un V12 de 3,3 litros y 250 caballos de potencia.

Esta unidad, el chasis 10621, se terminó de fabricar en Maranello (Italia) a finales de 1967. De fábrica salió con la carrocería de color Nocciola (avellana) y el interior en cuero Nero. Fue importado por Modern Classic Motors a través de Luigi Chinetti, un expiloto e importador exclusivo de Ferrari para Estados Unidos. McQueen lo compró en el concesionario Hollywood Sport Cars en diciembre de 1967 por unos 14.400 dólares de esa época, según algunas fuentes.

Inmediatamente se lo envió a su experto Lee Brown, al que se le atribuyen las modificaciones del Ford Mustang GT 390 que se aparece en Bullitt, para que lo pintara de un color granate oscuro que no era oficial de Ferrari y que Brown llamó Chianti Red, como el vino italiano. También cambió las ruedas e instaló un espejo lateral sobre el guardabarros del lado del conductor, ambos procedentes de otro Ferrari del actor con el que había tenido un accidente. El nuevo Ferrari era el coche con el que McQueen iba al set de Bullit cada día, existen fotos de él de esa época con la ropa del detective que interpretaba, al lado de su coche italiano.

El interior también ha recuperado el aspecto y la calidad del original, en el que destaca el tradicional volante Ferrari, con aro de madera y tres radios. Se han restaurado guarnecidos y tapizados.

En 1971 se lo vendió a otro actor, Guy Williams (Nueva York, 14 enero 1924-Buenos Aires, 30 abril 1989), que en los años 50 y 60 fue muy famoso por interpretar a El Zorro en varias películas y por la serie de televisión Perdidos en el Espacio (1965-1968). En los años siguientes el coche pasó por diferentes manos y sufrió algunos accidentes y transformaciones hasta que en 2009 llega a las manos de Vern Schuppan (Australia, 19 marzo 1943) un ex piloto de Porsche que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1983 y que decidió devolver a este Ferrari todo su esplendor original, tal como lo tenía McQueen. Una restauración encargada a Ferrari Classiche que duró tres años, desde 2010 a 2013. Terminado el trabajo, fue parte de una muestra dedicada al cine en el Museo Ferrari de Maranello hasta que viajó de nuevo a Estados Unidos para su venta en Monterrey en 2014. Su comprador, el coleccionista británico David Moores, que es quien lo pone ahora en venta, lo exhibió en el Concorso d’Eleganza de Villa d’Este de 2016.

La subasta se celebrará en el Centro de Conferencias de Monterrey el próximo 19 de agosto. “Estamos muy emocionados de que el Ferrari de 1967 de Steve McQueen sea el primer artículo para comenzar esta subasta”, declaró Gord Duff, Global Head de subastas para RM Sotheby’s. La empresa encargada de gestionar esta venta espera superar la cifra de 239 millones de dólares que se alcanzó el pasado año en la misma cita.