Se publica la autobiografía póstuma de Paul Newman

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Se publica la autobiografía póstuma de Paul Newman

'La Extraordinaria vida de un hombre corriente' es un repaso a la trayectoria de un actor único e inmortal que marcó a toda una generación.

A finales de los años ochenta, Paul Newman, con la ayuda de su amigo y guionista (de Rebelde sin causa) Stewart Stern, decidió ponerse a escribir sus memorias, una autobiografía que acaba de ver la luz porque aquel material que recopilaron estuvo perdido durante años y apareció, en 2019, olvidado y apilado en un viejo almacén de su propiedad. El título con el que aparece esta autobiografía es revelador, pues “La extraordinaria vida de un hombre corriente” indica que efectivamente Newman era un ser humilde, modesto –a pesar de ser uno de los más grandes actores de la historia–. Pero también fue un tipo al que se recordará siempre por ese primer plano radiante y hermoso a cualquier edad.

Antes de entrar en algunos detalles de su vida y de su obra, traemos aquí un par de testimonios que sirven para encuadrar su figura. El primero es de la actriz Patricia Neal, que trabajó con él en Hud: el más salvaje entre mil, dirigida en 1963 por Martin Ritt: “Vi a Paul por primera vez en el Actor’s Studio. No había oído hablar de él y nunca nos habíamos cruzado, pero solo podía mirar a aquel chico guapísimo, con ojos azules y un bellísimo perfil. Era arrebatador”. El segundo es de Elia Kazan, el hombre más influyente y de mayor talento teatral de la época, y que a punto estuvo de cambiar a Marlon Brando por Paul Newman para hacer La ley del silencio: “Este chico va a ser una estrella, no me cabe la menor duda. Es tan guapo como Brando, pero su masculinidad, siendo también muy marcada, resulta más actual. Aún no es tan buen actor como él, pero es sobresaliente, muy poderoso, profundo y sexual”.

Foto Paul Newman de niño
Retrato de Paul Newman durante su niñez.

Paul Newman nació el 26 de enero de 1925 en Westport, Connecticut, en una familia de clase media originaria de Eslovaquia y Polonia. Por lo que relata de sí mismo, su historia de infancia y juventud no auguraba grandes hazañas en el mundo de la interpretación, y su paso por el Kenyon College y la Universidad de Ohio no dejaron otro rastro de su estrella más que el de su fama de juerguista, mujeriego y bebedor. Descubrió el teatro y, en él, a una jovencísima actriz llamada Joanne Woodward, con quien mantuvo una relación de años antes de casarse con ella (cuando se divorció de Jacqueline Witte, su primera esposa, con la que tuvo tres hijos). Estudió en la Escuela de Arte Dramático de Yale y posteriormente en el Actor’s Studio, y al cine llegó en 1954, con la película El cáliz de plata, de Víctor Saville, que el propio Newman consideraba como “la peor de la década”. Exageró.

Sumergirse en su biografía le permite al lector conocer los detalles de su vida y familia, la relación tormentosa con su madre, con su hermano Arthur, con su primera esposa, con sus hijos y, naturalmente, con la que fue la mujer de su vida, Woodward, con quien estuvo casado medio siglo y con quien tuvo otras tres hijas. Pero, sobre todo, este libro ayuda a comprender aún más el interior de ese “hombre corriente” que tuvo una vida extraordinaria en todos los sentidos… porque la autobiografía se adentra en algunos de los aspectos más controvertidos y terribles, como el peaje de dolor y culpa que tuvo que asumir y pagar por su relación con su primer hijo, Scott Newman, muerto de sobredosis a los 28 años de edad.

En la pantalla Newman era imbatible. Un actor prodigioso, elegante, hipnótico, capaz de contener a un personaje de éxito y sacarle belleza al fracaso (qué grandes perdedores construyó en El buscavidas o en Veredicto final, también en Dos hombres y un destino); capaz de contener todo el latido de Tennessee Williams en Dulce pájaro de juventud o La gata sobre el tejado de zinc, y de William Faulkner en El largo y cálido verano. Su primer éxito le llegó con Marcado por el odio (1956), una película de Robert Wise en la que interpretaba al boxeador Rocky Graziano, y, a partir de ahí, docenas de ellos, desde La leyenda del indomable a El golpe o su última gran película, Camino a la perdición (2002), de Sam Mendes.

Foto Paul Newman y "La extraordinaria vida de un hombre corriente"
Portada de La extraordinaria vida de un hombre corriente, la autobiografía de Paul Newman editada por Libros Cúpula (21,5 euros).

Según múltiples testimonios de familiares y amigos, lo que no consiguió Paul Newman fue ser un tipo especialmente gracioso, aunque tenía cierta tendencia a pretenderlo, pero entre sus memorias hay una anécdota que realmente la ha sabido contar. La referida a una ocasión en que compartió mesa en un restaurante de Tucson con Sean Connery; eran varios amigos y una mesa muy larga, de madera, y en ella unos platos de chiles terribles, picantes, que con solo una punta te saltaban las lágrimas… “Sean llegó, se sentó en un extremo, agarró un puñado de chiles y se los metió en la boca…, fue muy rápido y no me dio tiempo a reaccionar; esperé a que se le saltara la tapa de los sesos, se le separasen las orejas del cráneo y se cayese de la silla… No ocurrió nada. Siguió charlando con toda normalidad y me quedé mirándolo con la expresión de reverencia y admiración que solo dedico a los toreros y a los pilotos kamikaze… Desde aquel día lo considero uno de los hombres más duros sobre la faz de la tierra”.

Para ser un “hombre corriente” fue un actor prodigioso, piloto de carreras o inventor de salsas de cocina. Logró, además, una excelente filmografía como director, con dos títulos que son un canto de amor a Joanne Woodward, Raquel, Raquel y El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas, y una honda elegía a su hijo Scott, Harry e hijo.

1 / 10Paul Newman y su hermano mayor, Arthur.

2 / 10Junto a su madre, una mujer de enorme carácter y con la que estuvo 15 años sin hablarse.

3 / 10Paul Newman y Joanne Woodward acompañados de sus familias el día de su boda.

4 / 10La pareja con sus hijos. Los tres mayores, del matrimonio de Newman con su primera mujer, Jackie Witte. El primogénito era Scott, seguido de Stephanie y Susan Kendall Newman. Las tres pequeñas las tuvo con la ganadora del Óscar, en orden de edad: Eleanor (Nell), Melissa y Clea.

5 / 10Paul Newman y Joanne Woodward compartieron 50 años de amor. La pareja se conoció en 1952 en la oficina de un representante y se casaron seis años después.

6 / 10Otra foto familiar del matrimonio con sus seis hijos.

7 / 10Joanne Woodward y su hija Clea Newman, la pequeña del segundo matrimonio del actor.

8 / 10Scott Newman, hijo de Paul Newman fallecido de sobredosis a los 28 años.

9 / 10"Dos hombres y un destino", el western eterno de 1969, dirigido por George Roy Hill.

10 / 10El cartel del Festival de Cannes de 2013 fue un homenaje a un matrimonio único, pero también a un momento íntimo que la pareja quiso compartir con el gran público.