Rechazó la tradición a favor de la espontaneidad y cuestionó la excesiva funcionalidad que imperaba en el diseño de la época. Esa filosofía acompañó al arquitecto, diseñador y artista Alessandro Mendini (Milán, Italia, 16 de agosto de 1931 – 18 de febrero de 2019) durante toda su carrera. En la década de los años 70 se convirtió en uno de los mayores representantes del movimiento Radical Design, creando divertidos, únicos y geniales objetos, muebles, instalaciones y pinturas. Siempre centrándose en la emoción y el ser humano. Siempre impulsado por la curiosidad y el eclecticismo. Como teórico del posmodernismo también aportó su particular visión y espíritu crítico, durante sus días como redactor jefe al frente de revistas de gran renombre en su país natal como Casabella, Modo y Domus.
Una obra original y única en campos tan diferentes posicionó a Mendini como una de las figuras más influyentes en el desarrollo del diseño italiano y le llevó a hacerse con el Compass d’Oro –el Oscar del diseño italiano– en tres ocasiones. Su estilo único atrajo el interés de marcas internacionales como Swatch, Cartier, Hermès o Swarovski, con las que colaboró a lo largo de su carrera.
Sin embargo, su asociación más constante fue con Galerie kreo, uno de los estudios de diseño de muebles más influyentes en el panorama internacional –tiene sede en Londres y París–, con la que el artista trabajó durante 20 años y creó numerosas colecciones. “Su propósito fundamental fue el rediseño. Elegir formas clásicas y darles nueva vida a través de símbolos o colaboraciones con otros diseñadores y artistas, subversiones formales o conceptuales. Esto es algo que hoy parece darse por sentado, pero a finales de los 70’ era bastante innovador”, declara para CLASSPAPER Clara Krzentowski, directora de Galerie kreo. “Gracias a mentes pioneras como Alessandro Mendini estas ideas fueron aceptadas y abrazadas”, añade.

Cuatro años después de su muerte, la galería rinde homenaje a Mendini con la exposición titulada “Caro Alessandro”, un repaso a una veintena de sus obras más icónicas entre las que destacan el sofá Kandissi, la Poltrona di Proust y la Cleome Elegans, así como otras creadas en colaboración con Galerie kreo, como la mesa Umbria o el taburete Enigma.
Reunir todas las obras que componen la muestra no fue difícil. Como explica Krzentowski “algunas de las obras que presentamos fueron editadas por la galería, así que hemos podido mostrar copias que tenemos guardadas. Otras las investigó Didier Krzentowski –uno de los comisarios de la exposición– con la ayuda de Beatrice Felis, quien fue mano derecha de Mendini durante muchos años. Otras, como los cuadros, fueron cedidas por la familia de Mendini”.
También se ha presentado la primera de una serie de actuaciones en torno a piezas icónicas de la galería. En un cortometraje de dos minutos, el experto en electro-dance francés Brandon “Miel” Masele baila en torno a una de las obras colaborativas de Mendini con Galerie kreo: la Poltrona White Gold, un rediseño del mítico sillón Proust creado por el italiano en mosaico de pan de oro blanco. En la coreografía Brandon “Miel” Masele baila sobre la pieza de manera que sus movimientos fluidos, libres e instintivos contrastan con la solidez del mueble. La danza, según su creador Masele supone un encuentro entre el cuerpo y el objeto; lo móvil y lo inmóvil, dando vida a las palabras del propio Mendini: “Como arquitecto admiro las simetrías, las líneas, los espacios, las geometrías, las reglas que derivan de esos estados de tensión energética, capaces de reproducir el cuerpo humano como símbolo sublime, el cuerpo y la mente impulsados hacia un deseo de perfección danzante espiritual”.

La escenografía del espacio expositivo ha corrido a cargo del diseñador francés Pierre Charpin, amigo y colaborador de Mendini quien, a petición de los organizadores, ha escrito un texto íntimo en memoria del difunto artista. Tomando prestado el estilo epistolar que el italiano solía utilizar cuando dirigía la revista Domus, Charpin se dirige a su ex compañero calificando su carrera artística como “un trabajo con múltiples formas; diseño, arquitectura, dibujo, escritura, crítica, dirección artística, performance, pintura… Es este conjunto, donde las cosas responden unas a otras, de forma más o menos directa o indirecta, lo que hace la obra. El vínculo entre todas estas cosas era tu necesidad vital de expresarte, independientemente de las fronteras disciplinarias”.

Más detalles sobre la exposición (31 Rue Dauphine 75006, París) en la página de Galerie kreo, que se podrá visitar hasta el 6 de mayo de 2023.