Las obras de Warhol para Mercedes Benz ven la luz en Los Ángeles

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Las obras de Warhol para Mercedes Benz ven la luz en Los Ángeles

El Petersen Museum muestra 49 retratos del artista junto a cinco coches que los inspiraron.

Para celebrar su primer centenario, Mercedes Benz encargó en 1986 al artista estadounidense Andy Warhol (Pittsburgh, 6 de agosto 1928-Nueva York, 22 de febrero 1987) una colección de retratos de los 20 automóviles más emblemáticos de la historia de la marca de la estrella.

Warhol era por aquel entonces el artista más famoso del mundo. Estrella del Pop Art, realizaba también incursiones multidisciplinares. En la música fue productor e impulsor de The Velvet Underground, donde empezaron Lou Reed o John Cale, trabajó para el cine y en periodismo creó la aún prestigiosa revista Interview. Además, fue un agitador de la vida social, el influencer más importante de su época y un precursor de las redes sociales, afirmando que todo el mundo tendría sus “15 minutos de fama”.

Mercedes-Benz 300 SL Coupé de Andy Warhol
Mercedes-Benz 300 SL Coupé (1954), 1986. Andy Warhol. Serigrafía, acrílico sobre lienzo. Foto: Mercedes Benz Art Collection.

En los años previos al encargo de Mercedes Benz había hecho los famosos retratos de los botes de sopa Campbell, de Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor, Mao Zedong e incluso de la reina Isabel II de Inglaterra. El retrato “Shot Sage Blue Marilyn” se ha vendido recientemente por la cifra récord de 195 millones de dólares (unos 194 millones de euros)…

Pero Warhol también había decorado en 1979 un BMW M1, el cuarto Art Car de la marca de Múnich que además corrió las 24 Horas de Le Mans y quedó sexto. La colección Art Car de BMW, una marca rival de Mercedes, contaba ya en su garaje con coches decorados por Alexander Calder (1975) o Roy Lichtenstein (1977). Eran años en los que las grandes empresas apostaban y patrocinaban el arte contemporáneo en todas sus vertientes. Además, en Alemania el coleccionismo estaba en plena ebullición.

Carruaje con motor Daimler de Andy Warhol
Gottlieb Daimler en la parte trasera, su hijo Adolf al volante, carruaje con motor Daimler (1886), 1986. Andy Warhol. Serigrafía, acrílico sobre lienzo. Foto: Mercedes Benz Art Collection.

Con ese currículum y esos antecedentes, el presidente del Consejo de Vigilancia de la entonces Daimler Benz, Alfred Herrhausen (Essen, 30 de enero 1930-Bad Homburg, 30noviembre 1989), dio luz verde a que se hiciera el encargo al estadounidense. Contratar a un artista internacional famoso y actuar sobre la tradición convirtiéndola en arte, poniendo a los automóviles a la altura de retratos de celebridades o aristócratas, parecía un inteligente plan de marketing.

Herrhausen era un empresario y banquero atípico, asesor de Helmut Kohl y presidente del Deutsche Bank. Impulsó la reunificación de Alemania y apoyó suavizar la deuda de los países emergentes. Falleció en un oscuro atentado detrás del que no se sabe si estaba el grupo terrorista RAF (Baader Meinhof) o la Stasi, la policía secreta de la RDA.

El encargo

El objetivo de Warhol era hacer retratos de los 20 automóviles más significativos fabricados por Mercedes Benz desde 1886, pero el inesperado fallecimiento del artista a los 58 años, después de una operación de vesícula, dejó el trabajo a la mitad. Sólo pudo terminar los retratos de ocho coches, 36 serigrafías sobre lienzo, de las 80 que había planificado. Además, se conservan 13 bocetos realizados a lápiz que custodia la Mercedes Benz Art Collection, que tiene más de 3.000 obras.

Mercedes-Benz C 111 Versuchswagen de Warhol.
Mercedes-Benz C 111 Versuchswagen (1970), 1986. Andy Warhol. Serigrafía, acrílico sobre lienzo. Foto: Mercedes Benz Art Collection.

Por primera vez las 49 obras vuelven a Estados Unidos y se muestran juntas en Los Ángeles, en el Museo Petersen, en una muestra que estará abierta hasta enero del próximo año. La ocasión ha permitido reunir, con bastante esfuerzo, cinco de los ocho coches que pintó Warhol, también joyas sobre ruedas, algunas de precio incalculable y excepcionalmente raras. Para Terry L. Karges, director ejecutivo del Museo Petersen, esta exposición tiene el atractivo de la exclusividad. “No muchas personas han podido ver los cuadros de automóviles de Andy Warhol por lo que estamos entusiasmados de mostrarlas junto a los vehículos únicos que inspiraron su creatividad. Es una exposición exclusiva que atrae tanto a los admiradores de las bellas artes como de los automóviles asombrosos”, comenta.

El más antiguo es el pionero, el ‘triciclo’ Benz Patent-Motorwagen de 1886 que como el W125 de 1937 son cesiones del Museo Mercedes Benz Classic. Este último fue el coche de carreras más potente durante muchos años, gracias a su motor de ocho cilindros sobrealimentado y con una potencia de 637 caballos.

Mercedes-Benz Formel-Rennwagen W 125 de Andy Warhol
Mercedes-Benz Formel-Rennwagen W 125 (1937), 1986. Andy Warhol. Serigrafía, acrílico sobre lienzo. Foto: Mercedes Benz Art Collection.

El W196 de 1954 que se puede comparar con su retrato de Warhol pertenece al Indianapolis Motor Speedway Museum. Es el mejor exponente de las ‘flechas de plata’, los coches que crearon el mito de la F1, pilotados por Juan Manuel Fangio o Stirling Moss. El W 196 fue dos veces campeón del mundo.

Los otros dos coches que están físicamente al lado de sus retratos son radicalmente diferentes, pero tienen en común el sistema de apertura de las puertas con las bisagras en la parte superior de la carrocería, en ‘alas de gaviota’. El Mercedes Benz 300SL Coupé de 1954 está considerado el coche más bello del mundo, mientras que el concept car C 111-II de 1970 es un hijo de su época. Mercedes Benz buscaba un coche aerodinámico y le hizo una carrocería de fibra de vidrio en forma de cuña.

Foto del Petersen Museum con el vehículo experimental C111 y el Benz Patent-Motorwagen
El vehículo experimental C111 de 1970, al fondo, convive en la exposición con el Benz Patent-Motorwagen de 1886, que puede percibirse en primer plano. Foto: Petersen Museum.

La exposición “Andy Warhol Cars. Works from the Mercedes-Benz Art Collection” esconde una sorpresa, pero de otra marca. En la entrada está ‘aparcado’ el coche de Warhol: un Rolls Royce Silver Shadow de 1974 que compró cuando empezó a triunfar. Su nombre aparece troquelado en las matrículas, que son, obviamente, de Nueva York. Lo curioso es que Warhol nunca tuvo carnet ni permiso para conducir, siempre fue en el coche como pasajero, sus amigos eran los que conducían, por ejemplo, Mick Jagger, Imelda Marcos o Liza Minnelli.